Capitulo 2- Peones

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Capitulo 2.


Ashe despertó como siempre con la misma sensación de tristeza de cada mañana, de nuevo había tenido aquel mismo sueño aunque no era capaz de recordarlo con claridad, podía recordar pequeños fragmentos borrosos de este. Recordaba la sensación del viento helado golpeándola, y los gritos de sus aliados en una lucha, podía escuchar como algunos de estos se alejaban poco a poco y el choque de las espadas en pleno acto de batalla, la imagen de un escenario de guerra, lleno de cadáveres.


Cada vez que lo recordaba la recorría un escalofrió. Un dolor punzante en el cuello la sacó enseguida de sus pensamientos.


—¿Lance?—llamaba Ashe al muchacho mientras se levantaba de a cama—¿has echo los preparativos para el discurso de esta tarde?


—Si—respondió él rápidamente—no se preocupe, estará todo listo.


Ashe se vistió rápidamente nada mas el joven salio de su habitación, aun sentía algunas punzadas de dolor en su cuello, lo cual la obligaba a masajearlo de vez en cuando. Salió al pasillo, aun le quedaban muchas cosas por hacer antes de que la hora del discurso llegase. El trabajo y la vida de lo que se suponía debía ser una líder la asfixiaba, aveces sentía la necesidad de escaparse de ese mundo y el único modo de conseguir esto era su misma rutina de siempre, sus pequeñas escapadas a la montaña para cazar. 

Aunque francamente, después de lo ocurrido el anterior día no se sentía muy decidida a ir de nuevo, seguía preguntando-se como aquel hombre había podido detener sus flechas y mas aun quien fue su salvador y por que decidió salvarla.


Ashe seguía perdida en sus pensamientos recordando los intensos ojos de aquel hombre. Sentía la necesidad de verlo, tenia demasiadas preguntas en su cabeza que necesitaba respondiese.


—Princesa...—uno de sus sirvientes se dirija a ella—los sabios del pueblo reclaman su ausencia inmediata en la junto...si no es molestia que vaya...


Ella dudo por un momento, si los ancianos querían verla seguramente no era para halagarla o algo por el estilo, aun sabiéndolo acepto y mando al joven retirarse. Se dirigió a la junta, una sala grande del castillo, decorada con pequeñas escenas que representaban el pasado de su pueblo, Freljord. Aun si la sala era agradable, a Ashe no le hacia mucha gracia tener que ir allí, los sabios del pueblo y consejeros del lider era una banda de ancianos cascarrabias y que según ella, su único entretenimiento era encontrarle fallos a cada decisión que tomaba o su método para liderar al pueblo.


—Ahh...joven princesa, que alegría que este a salvo—dijo uno de los ancianos llamado Voltor al verla entrar  a la junta.


Ashe notó claramente el sarcasmo de su frase aunque el anciano había tratado de ocultarlo lo mejor posible.


—Estábamos comentando...—prosiguió este— que hubiese sido una gran desgracia si algo le hubiese ocurrido a nuestra líder.


—¿Líder? —salto uno escandalizado—les he dicho miles de veces, una chica como ella no puede ser llamada líder, es débil, terca, y una temeraria, ¿a quien se le podría ocurrir salir sola sabiendo Sejuani busca su cabeza  a toda costa? ¡Si nos dejásemos llevar por cada cosa que dice estaríamos todos muertos hace tiempo!


El hombre que hablaba se hacia llamar Auron, era probablemente el viejo mas cascarrabias que Ashe había conocido, aun que lo respetaba, era el único que no guardaba sus palabras con sarcasmos o la criticaba a sus espaldas. Siempre llevaba su sinceridad por delante incluso si dañaba  a alguien con ella.


—Calma amigo...—Decía Voltor haciendo-le señas para que este bajase la voz—princesa, solo la hemos hecho venir porque corren rumores de que fue rescatada...y bueno...que el joven que la rescato...era un bárbaro. Creía esa tribu desapareció hace mucho.



—Lo siento Voltor pero no sé quien fue el hombre que me salvó—respondió ella rápidamente—no alcance a verle bien, y tampoco fue como si hubiésemos tenido tiempo de tomar el te.


Voltor rió al ver el desafiante tono de Ashe.


—Supongo es lógico...—prosiguió—bueno, entonces supongo no hay nada que se le pueda hacer. Sera mejor descanse princesa, esta tarde tiene un discurso que dar al pueblo y debe de estar agotada...si lograra recordar alguna cosa sobre aquel hombre, le agradecería nos informara.


Ashe frunció el ceño desconfiada, fuera el que fuera el asunto por el cual Voltor quería saber sobre aquel joven bárbaro no le daba ninguna buena vibración. Se limitó a asistir y salió de la junta cerrando la puerta atrás suya, suspiró. Aquella panda de ancianos siempre conseguían enojarla, de nuevo vino a su mente el color de los ojos de aquel hombre...Tryndamere, un nombre bastante extraño, pero a ella no le resultaba desagradable, cuando recordaba sus ojos mirando-la fijamente, Ashe sentía una rara mezcla de tranquilidad y nerviosismo. 


Ashe se dirigió a su habitación de nuevo, pensó que seria mejor dormir hasta la hora del discurso así podría evitar el aburrimiento de aquel castillo y mantenerse alejada de sus preocupaciones.


(Al mismo tiempo, en otro lugar.)


—No puedo creer hayas fallado en una tarea tan simple...te dije solo la vigilases—decía la voz de una mujer algo enfadada.


—Lo siento mi reina...—se disculpaba arrodillándose en el suelo—me vio por un pequeño despiste y...pensaba traérsela, pensé eso la alegraría pero apareció ese estúpido bárbaro...


—Cállate—ordeno con una voz helada que hizo estremecerse al hombre de miedo—te mataría si no fuese por que te necesito...realmente eres un inútil. 


—Reina Lissandra, le prometo...no...le juro lo arreglare—suplicaba atemorizado—solo deme una ultima oportunidad para no defraudarla.


—¿Otra?—Dijo ella mientras soltaba su largo y hermoso cabello de su trenza peinando-lo con sus manos—no te he matado aún, no te atrevas a pedirme mas...creo es mas que ser generosa eso. Esta claro eres un inútil que nada puede hacer bien. Sin embargo...tal vez hayas dado con algo bueno...quiero que busques a ese bárbaro. Tráemelo, veremos si podemos negociar con él, no me gustaría tener que matar tan maravilloso peón. No me falles esta vez...

Tryndamere x AsheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora