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Soobin siempre fué el que dió el primer paso en todo, fué el primero quien habló, el primero que se interesó en formar una amistad, el primero que obsequió un regalo y el primero al cual incitó a tener un poco de contacto físico tomando a Yeonjun ...

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Soobin siempre fué el que dió el primer paso en todo, fué el primero quien habló, el primero que se interesó en formar una amistad, el primero que obsequió un regalo y el primero al cual incitó a tener un poco de contacto físico tomando a Yeonjun de la muñeca.

Así como regularmente era el primero en enviar mensajes y siempre el primero en llamar.

La única vez que Yeonjun lo llamó fué en aquella ocasión en la que por accidente presionó el botón de llamar. Ahora tenía un debate consigo mismo si debería llamarlo o debería esperar a que él llamase primero.

Ambos se decían absolutamente todo, apostarían su objeto más preciado a que saben todo del otro, constantemente se avisan o informan de lo que sucede con ellos siendo Soobin el que llamaba cuando estaban lejos para ponerse al tanto de su situación actual. Si uno llegaba tarde a la preparatoria o en un raro caso no llegase a esta misma siempre era Soobin el que llamaba primero, ya sea para preguntarle a Yeonjun por qué no había llegado o para informarle del por qué el mismo no estaba en las instalaciones a la misma hora que de costumbre.

Yeonjun tenía abierta la aplicación de teléfono con el número de Soobin ya escrito, ni siquiera el comprendía como se sabía de memoria ese número. Su pulgar decidía si precionar el ícono de un teléfono o si debía esperar un poco más, no era común en Soobin hacer preocupar al pelinegro. Yeonjun estaba sentado debajo del árbol como de costumbre, faltaban apenas unos minutos para que el timbre suene y todos tengan que adentrarse a tomar sus clases, pero Yeonjun no podía permitirse entrar sin antes averiguar el por qué del retraso del castaño.

Esperó un poco más, unos pequeños segundos más y cuando toda esperanza de que Soobin lo llamase desapareció presionó el botón de llamada y los timbres comenzaron a sonar. Colocó el aparato en su oreja derecha siendo cuidadoso con su brazo. El teléfono siguió timbrando algunos segundos y cuando decidió cortar para volver a llamar escuchó una voz gruesa del otro lado de la línea.

¿Yeonbo?

— ¿Por qué no has llegado? — a Yeonjun no le gustaba esquivar el tema, prefería ir directo a lo que pensaba cuando tenía la oportunidad y valentía de expresarlo.

Ummm, no creo ir a la preparatoria hoy ¿sabes? el estómago me duele a horrores y también he vomitado un par de veces. Iba a avisarte pero olvidé hacerlo teniendo a mi madre casi encima mío preguntando cómo estoy, lo siento.

Yeonjun no pudo evitar preocuparse.

— ¿Estás muy mal? — su voz triste y preocupada no hacía ningún intento por acultarse.

Oh no, tranquilo, fuera de eso estoy bien, solo no creo poder ir así. Mañana iré sin falta, te lo prometo.

— De acuerdo, mejorate pronto.

Gracias, nos vemos mañana.

Después de una corta despedida Yeonjun finalmente colgó. Bajó el teléfono lentamente con un notable aura de tristeza, en esos tres años juntos pocas veces se habían separado por la enfermedad de alguno, trataban de cuidarse lo mejor posible para no tener alguna falta, aunque para Yeonjun era algo difícil teniendo en cuenta sus pocos ingresos y sus múltiples heridas.

Always with you ; soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora