• 02.

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Una vez cada mes.

A Taehyung le parecía eterna la espera. En especial con Jungkook a su lado, preguntándole y diciéndole muchas cosas sin sentido, sin dejar de moverse y reír a su alrededor. Era su único amigo, o mejor dicho el único con el que le gustaba hablar de todos sus compañeros, era bueno guardando secretos, y además le solía pedir ayuda y le explicaba algunos trabajos a cambio de dulces, básicamente era su único amigo, y por ello el mejor.

— ¡TaeTae! prestame atención... — Jungkook hizo un puchero, buscando la mirada de Taehyung, que en realidad observaba hacia el pizarrón sin mucho interés. — ¿por qué siempre me ignoras? ¿en qué estás pensando? — Taehyung miró a Jungkook y soltó un pequeño suspiro — ¿qué pasa, Tata?

—La última vez que vino Jimin era el día once del mes, hoy estamos a once de nuevo, ya pasó un mes, debería estar aquí... — Taehyung explicó, mostrándole a Jungkook una hoja de su cuaderno, en la que había escrito los días del mes, llevando un conteo exacto para saber cuándo sería la siguiente visita de Jimin.

— ¡Ah! piensas en Jimin hyung — Jungkook sonrió, mirando la hoja semi doblada, siempre le había gustado la letra de Taehyung, a decir verdad escribía muy bien para tener solo nueve años —me alegra que sea tu amigo, porque también es el mío, ¡y así seremos mejores amigos los tres!

Taehyung tomó su hoja de regreso, dejando a Jungkook sin terminar de analizar el calendario. Taehyung frunció un poco su ceño. Sabía que Jimin era amigo de Jungkook, y a decir verdad de todos en la escuela, era el hijo de la maestra y todos lo miraban como si fuese un súper héroe, pero él sentía un mayor privilegio, puesto que Jimin le había hecho un regalo a él, especialmente a él.

—Ajá — Taehyung no contrastó muy bien la emoción de Jungkook en sus palabras, de hecho quiso sonar indiferente. Porque le gustaba que Jimin fuera su amigo, no de Jungkook ni los demás. Sí, podía ser un niño egoísta, pero solo se había descubierto siendo así a causa de Jimin; ya había conocido lo que era tener su atención, y quería que así fuera siempre.

— ¿Jimin hyung te agradó? — preguntó Jungkook curioso.

—Sí, me compró un sándwich y un jugo — contestó Taehyung con una sonrisa orgullosa, se sentía bien decirlo, se sentía bien que todos supieran los buenos gestos que Jimin le tenía.

— ¿Y ya no estás triste? — Jungkook miró atento hacia su amigo, ansiando una respuesta.

— ¿Qué? no, Kook. Yo nunca estuve triste... — Taehyung contestó receloso. Había evitado a toda costa hablar de eso con Jungkook, pero se había dado cuenta, de que pesar de ser un niño juguetón y gritón, no dejaba pasar las cosas fácilmente y se enteraba de otras que los demás no.

—TaeTae, no tienes que mentirme... — Jungkook habló con tono dulce, porque sabía que Taehyung pensaba que él no se daba cuenta de las cosas por ser muy distraído. —ya sé que no quieres decirme, pero yo escucho todo desde mi ventana...

Taehyung bajó la cabeza avergonzado. No quería que nadie, ni siquiera Jungkook, supiera acerca de eso.

—Son cosas de adultos, Jungkook... no tengo porqué meterme, y a ti no te importa, es mi familia, no tuya... — intentó escucharse lo suficientemente intimidante, lo más que fuera posible para un niño. Quería desviar la atención de Jungkook, todo lo que le permitiría saber era que sus padres discutían, sólo hasta allí, no debía enterarse de que además su papá era demasiado violento, tanto que maltrataba a su mamá no solo verbalmente, y que él algunas veces también pagaba el precio de ello.

—Pero Taehyung, eres mi amigo, ¡me preocupo por ti!

—Pues deja de preocuparte tanto por mi. Y si serás tan entrometido, ya no quiero ser tu amigo... — Taehyung dijo, sin pensar en que sus ojos se llenarían de pequeñas lágrimas por tan solo pronunciarlo, y por imaginar que Jungkook lo aceptara. Se sintió tonto porque habló sin pensar, y porque quería que Jungkook siguiera siendo su amigo a pesar de todo.

࿔⠀⠀𝗖𝗋𝖾𝖼𝖾𝗋⠀「 𝐕𝐦𝐢𝐧 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora