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Jimin había encontrado la manera de que Taehyung dejara de llorar, acurrucándolo entre sus brazos porque el menor se había indispuesto a alejársele, y él no pudo simplemente apartarlo, no cuando Taehyung se miraba tan débil estando allí entre sus brazos.

Él, como un guerrero proclamando dominios había ultrajado y destruido el castillo, la fortaleza erguida para soportar cualquier ataque; ahora tenía al rey derrumbado a sus pies, implorando por misericordia. ¿Por qué no se sentía como una victoria esa guerra tan cruel?

Susurró consuelos que quizá le dieron falsas esperanzas a Taehyung en medio de su desesperación, pero no lo hizo con ninguna mala intención, lo hizo resguardando entre sus manos con sinceridad su bienestar. Le acarició el rostro con la punta de sus dedos y le sonrió lastimosamente cuando por instantes que prometían ser eternos, sus ojos se encontraban. También le pidió que se calmara cada vez que se movía un poco y Taehyung se mostraba en alerta por si intentaba irse.

Había estado tan enojado, tan arrepentido, tan apenado por todo, pero entonces Taehyung se encogía entre sus brazos y todo dejaba de importar, porque entonces hacerlo sanar se hacia su prioridad, lo sentía todo con tal incongruencia.

Jimin sólo le regresó un poco de tranquilidad a Taehyung, una​ tranquilidad que no sabía si perduraría.

Cuando pensó que había sido suficiente, cuando un suspiro pesado y débil salió de entre los labios del menor, y sólo cuando Taehyung había tomado su rostro entre sus manos para acercarlo a él y capturar sus labios en una unión fina y sincera, fue que se sintió libre. Un poco libre para continuar con lo que debía pasar.

Sacó a Taehyung de su ensoñación y lo hizo separarse, sus ojos avergonzados evitaron encontrarse con los del menor, sólo para reponerse de las sensaciones que aún atosigaban su cuerpo a causa de un simple beso: sus labios cosquilleando, y su estómago revolviéndose en un nudo de nervios o emociones, no sabía bien lo que era.

Lo miró a los ojos una vez que se sintió valiente, y decidió, mientras miraba su reflejo en los ojos de Taehyung, que el amor no tenía la culpa de lo que estaba pasando.

El amor es sencillo, pero nosotros lo complicamos al no hablar de él, al no ser sinceros y al no saber escuchar; nos formamos de una manera tan incorrecta en la disciplina del amor, encontrándonos falsamente amados en relaciones mediocres que nos hacen dependientes y no libres.

"Todo en la vida tiene etapas, lo que hoy amas, ayer te parecía inexistente, y probablemente mañana lo dejes olvidado..." Jimin no podía abrir sus labios para decirle todo eso a Taehyung, porque sería un círculo que se verían repitiendo una y otra vez. "Sí tan real es lo que en este momento afirmas sentir por mi, entonces mañana yo podré regresar y sentirme seguro de buscarte. Entonces estaremos bien."

Jimin le dijo a Taehyung que tenía que irse, que ambos necesitaban estar solos y por un momento, al margen de ellos mismos; y Taehyung no podía estar más en desacuerdo con ello.

Él no quería irse de su lado, porque sentía que entonces estaría cediendo ante todo contra lo que había estado luchando, no era lo que ambos querían. Jimin no podía sólo decirle que se fuera, porque ya habían estado demasiado tiempo separados, ya habían aclarado las cosas muchas veces, ya estaban enamorados. Es cierto que hicieron muchas cosas mal, pero qué importaba si al final aprendieron de lo que sentían.

Y Jimin le sonrió fugazmente, lo tomó de la mano y empleó todo su esfuerzo en no ceder ante el cansancio que en su pecho se albergaba, en no ceder antes los ojos brillantes de su niño; ambos estaban dentro de esa marea espumosa de emociones, y en medio de ella no debían respirar porque se podrían ahogar, era que tenían que calmarse primero, aprender a nadar y llegar salvos a tierra.

࿔⠀⠀𝗖𝗋𝖾𝖼𝖾𝗋⠀「 𝐕𝐦𝐢𝐧 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora