namjoontomía

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Cuando conocí a Namjoon, hubo algo que hizo que inmediatamente mi atención se centrara por completo en él. 

Dicen que, no te puedes fijar en una persona solamente por su físico y estoy totalmente de acuerdo, ¿pero, qué pasa cuando esa primera mirada se cruza con lo que tienes al frente que no es más que huesos, piel y sonrisas?

Y esa sonrisa cautiva como una porción de miel a las abejas que en frenesí se abrazan a ella como si no hubiese nada más delicioso en la faz de la Tierra. 

Esa fue la primera de las llamadas de emergencia a mi calma interna, la sonrisa de Kim Namjoon. 

Claro que, no sabía qué otros por venir me iba a encontrar en el camino a medida que lo iría conociendo con el paso de los años, pero sinceramente aquella sonrisa de azúcar morena que delineaba una fina línea en sus labios, ahogados a cada lado en unos tentadores besos de cupido que habían dejado dos agujeros a cada lado de sus mejillas, fue lo suficientemente tentador para que me quedara mirando su rostro una, y otra, y otra vez. 

La primera flecha al corazón fue la sonrisa pero la segunda, sin duda alguna, fue su mirada. ¿Han oído hablar de las miradas que atraviesan el alma sin permiso? Pero no para fulminarla, sino para llenarla. 

¿De deseo? ¿De admiración? Ya eso depende de la interpretación que cada uno le de, pero si hay algo cierto es que la mirada de Kim Namjoon puede ser tanto contenedora cuando tienes el corazón herido como autoritaria hasta ponerte los nervios de punta. Sientes que en cualquier momento pudiese darte una orden y obedecerías sin siquiera pensarlo mucho. 

Ahora ves, que realmente detrás de esa mirada interpretable según sea el caso, existe una perspicacia, una inteligencia que va más allá de resolver un ejercicio matemático o un acertijo. Pues dentro de aquel cráneo adornado de cual deseable cabellera castaña, está algo tan suculento y deseable como la capacidad que tiene ese hombre de resolverte tal juego de ajedrez. A veces, me siento un rompecabezas que él armaría en cuestión de minutos y realmente no me molesta la idea. Pero además, tiene cierta picardía y eso es lo que hace a su inteligencia aún más sensual.

¿Han visto cuando levanta una ceja, tensa la mandíbula y sabes que lo que está pensando puede ser o muy pecaminoso o muy elaborado? La forma en la que las venas del cuello se marcan al apretar la dentadura es uno de los placeres a los que siempre recurro cuando quiero observar la perfecta anatomía de una mandíbula esculpida por algún Dios. 

Y si de dioses hablamos, entonces estamos de acuerdo en que al momento de construir a los mortales con Namjoon se les fue la mano al esculpirlo. Nada más mirar su espalda cuando tiene alguna remera ajustada (o no), me hace pensar que abrazar a aquellos músculos puede ser algo que me condene al infierno para siempre. 

¿Pero quién me culparía si quisiera agazaparme entre los pectorales del mismísimo Hércules? Sin ánimos de faltarle el respeto, por supuesto, pero a todos dentro de nuestras fantasías que no le hacen daño a nadie han soñado con enterrar el mentón, los labios y la nariz entre su pecho que está justamente creado para cargar no sólo a su inmenso corazón sino a la cantidad de músculos canela que posee.

¿Y es solamente la grandeza de su espalda o su pecho lo único que llama la atención de este pequeño Dios en la Tierra? ¡Para nada! Si hablamos de la altura, pudiésemos decir que con sólo levantar una mano pudiese tocar el cielo. Y que cielo tan dichoso, que nubes tan suertudas si Namjoon pudieran tenerlas entre sus manos. 

Ahora bien, y no por último al hablar de cosas dichosas y totalmente fuera del alcance de cualquier mortal (por los momentos). Si la creación nos dio piernas para andar por valles y montañas, escabullirnos en largas caminatas en la playa, entonces, ¿qué clase de piernas le dio a Kim Namjoon?

Cada centímetro de ellas están construidas no sólo para hacer todo lo anterior, sino para captar la atención de cualquiera sea o no ferviente fanático de ellas, y es que, ¿cómo no? No hay mucho que fantasear con ellas y a la vez se pudieran imaginar millones de cosas, desde un roce hasta una caricia, sin embargo, la intención el día de hoy es simplemente reclamarle un poco a la vida y agradecerle al mismo tiempo el por qué tengo que soportar una vida sin sentir un suave roce de esas esculturales piernas. Sería como un golpe de gracia si una de ellas estuviera frente a mí y pudiera deleitarme con su completa anatomía y perfección.

Pero vamos, que luego de todas las hermosas y pecaminosas características de Kim Namjoon que a más de uno ha hecho suspirar, realmente quisiera culminar admitiendo que con un suave apretón de manos pudiera ya morir en paz. ¿Sentir sus dedos fuertes alrededor de los míos? Sería mucho pedir, por supuesto, pero aplacaría todas las demás carencias que mi pobre corazón tiene al no poder admirar en persona a Namjoon.

Una entrelazada de manos, una palmada, o una despeinada de su parte bastarían para mí porque sé que aunque nunca podría tenerlo, hay algo que sí me pertenece o lo siento mío. Su imagen vívida en mi cabeza que nadie podrá borrar de allí, sus atributos que no son poco y sobre todo la admiración tanto de todo lo que contiene su anatomía como todo aquello que se guarda en su mente y corazón.

Espero que pueda seguir conociéndolo y de alguna forma, seguir teniéndolo en mi vida, porque no es de exagerar que me ha enseñado una nueva forma de ver la misma.

¿Es así como se siente el amor sin llegar a ser totalmente romántico? Algunos dirán que sí. 


con amor, Army.

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