O1 》A Cat?

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—¿Jasper... ? —pronuncia suavemente Bella, sentada sobre una parte del Jeep, mientras que previamente observaba la práctica de lobos ante las lecciones que Jasper les decía. —¿Estás seguro que no puedo hacer nada?

—Tu mera presencia, tu olor distraerá a los neófitos. Sus instintos de caza los abrumará y los volverá locos. —responde Jasper pasando a un lado del Jeep, observándola al hablar.

Bella algo inconforme pero resignada responde: —Me dá... gusto...—responde algo incomoda.

Sin embargo, de nuevo lo detiene aún con ansias de saciar su curiosidad.

—Oye. ¿Como sabes tanto sobre esto?

Jasper la mira impacible, pero se cruza de brazos para responder.

—Yo no tuve la misma crianza que tuvieron mis hermanos adoptivos —se descruza los brazos y se quita parte de la sudadera para revelar sus brazos, mostrando cicatrices.

—Mordidas como las mías.

—El entrenamiento que me dieron los confederados fue inútil contra los neófitos, aun así nunca perdí ni una pelea. —responde para marcharse.

Pero Isabella lo vuelve a seguir.

—Oye... —camina del reversa frente a Jasper, entusiasmada—¿Esto ocurrió en la Guerra civil?

—Fui el mayor mas joven de la caballería. Todo sin ver una sola batalla...

—¿Y luego...?

—Conocí a cierta inmortal. María...

Así era como una joven de cabellos castaños y ojos castaños, de piel medio morena se encontraba viendo la película de Eclipse. Al menos así lograría mitigar el cansancio y las malas vibras emocionales que causaba haber reaccionado mal a la vacuna rusa contra el bicho del covid-19. Había entrado hace unos días en cuarentena hasta poder curarse, o eso creía hasta que justo una tos con flema logró atorarla en su respiración bastante lenta.

Tanto tosió, que no pudo siquiera escuchar la explicación décimo noveavavez, pero lo que la asustó fue el aroma y el sabor ferroso de su saliva pero en cuanto iba a intentar buscar uno de sus medicamentos, su vista empezó a nublar se.

Los sonidos empezaron a ser casi nulos a su alrededor.

Su respiración se iba cortando, su tráquea se cerraba cada vez que soltaba una tos.

El cansancio y dolor de tanto estar tosiendo, la vencieron, pudiendo sólo escuchar la voz de Jasper en el fondo:

—Hasta que encontré a Alice... Ella si me vio venir, por supuesto.

—Y me hiciste esperar mucho tiempo. —se escuchó la voz de Alice.

—Le pido me disculpe. No se que habría sido de mi sin ella.

• • • • • • • •

Después de haber caído en esa fosa oscura de letargo, un silencio inaudito y por supuesto sentir que nada de su cuerpo podía tocar algo. Una luz iluminó su sendero, la cual la cegó por varios instantes.

Se escuchaban olfateos.

Maullidos.

Un ronroneo ronco muy cerca.

Y poco después, una cosa húmeda, que parecía acicalar su cuerpo, parecía tener algunas espinas puntiagudas algo extrañas.

Dando un tacto tan áspero y raro.

Sus ojos falsean ante la luz, su vista borrosa le cuesta concebir una sola imagen hasta que se vuelve nítida tras varios intentos por entender lo que estaba sintiendo en piel.

Grande fue la sorpresa de ver, el rostro de un gato anaranjado de ojos claros casi como la miel, maullando y acicalandola. El susto fue tanto que quiso gritar pero sólo salió un mullido muy pequeño.

Tembló al escuchar aquello, mas cuando ni siquiera pudo levantarse de donde supuestamente estaba, pero en cuanto conectó la mirada con la gata, en su reflejo pudo ver una pequeña bola de pelos naranjado.

Y si mal no comprendía, solo ella estaba frente al gatuno animal.

Pero su cabeza daba muchas vueltas, no pudiendo si quiera dar con la respuesta, estaba en shock mas cuando pudo sentir que la gata la agarraba del pescuezo y la llevaba con otros cuatro gatitos pequeños.

Ella, ella era un gato.

Y se sentía demasiado perdida.

«¿Quién era? ¿Dónde estaba? ¿Y en qué año?»pensó asustada pero en cuanto su barriga Gruño, buscó instintivamente de dónde beber la leche materna. Teniendo que empujar a unos cuantos.

Ya luego pensaría en una solución para conseguir respuestas. Primero era comer. Luego vendría el pánico.

JASIE 》ALICE CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora