O5》Problems

248 25 1
                                    

Asilo de Biloxi, 1917.

Ha pasado un año y sobran 13 años. En este poco lapso de tiempo, Alice ha aprendido lo eficiente, protectora e inteligente que su gatita puede ser. Los primeros meses de convivencia supo lo que era amar la calidez que el cuerpo de la minina podía dar con solo dormir en su cama.

A pesar que, Jasie había dicho que podía dormir en el suelo no soportó mucho que su humana estornudara con frío por lo que con practicidad y agilidad se subió a la cama aceptando el hecho de ser un peluche que le diera calor en los momentos de sueño.

En las mañanas los médicos notaban avances pero no dejarían que Alice saliera de aquel lugar, Jasie había escuchado que el señor Brandon había pagado para que su humana no saliera viva del asilo. Aprovechando los momentos en que el vampiro desconocido estaba con su humana, ella se dedicaba a buscar información sin ser vistas por las cámaras o infames seres humanos del lugar.

Al cumplir casi 10 meses juntas, Jasie encontró lo que se temía, y más cuando sus fuentes confirmaron que su humana ya había sido dada por fallecida el mismo día en que había entrado al asilo. Alice Brandon ya no era alguien para la vida de afuera, por lo que aquello sin duda encendió en enojo a la gata. El vampiro lo escuchó todo, pero su mirada tomó aquello como una oportunidad, mas cuando cuando al finalizar ese año, anunció lo que temía.

En 1918, el asilo se había vuelto una cárcel, Alice empezaba a perder más la memoria con cada electroshock pero a la única quien no olvidaba era a su gatita y al cuidador. Con tres años, Jasie ya empezaba a tener más noción de lo que podía hacer solo siendo un animal, había aprendido a sacar su garras.

John tenía el presentimiento que la gatita de la vidente en alguna vida atrás había sido una mente peligrosa porque realmente veía como cada noche soñaba con terminar la vida de cada persona que venía a dañar a su dueña. Aunque habían veces en que notaba cientos de escenas extrañas en la mente de la gatita naranja con mechas blancas en las que Alice tenía relación con otras caras pálidas.

Un día en el que Alice había quedado muy adolorida y prácticamente dopada por la sesión que no podían evitar por más que lo ansiaran, ambos se enfrascaron en una conversación durante el tiempo que le tomaría volver a consciencia.

—Tu ya conocías a Alice en otra vida, ¿verdad, JASIE?

La gatita se encontraba mirando a su dueña dormitar pero al escuchar esa afirmación encara al vampiro.

«Si. Pero no físicamente ni ella a mi» contestó mentalmente.

—Cuéntame más de ello. Tenemos tiempo de sobra.

«En la vida antes de ser gata, yo conocí a Alice por ser un personaje de una historia dentro de un libro, así como el principito. Gracias a ti, ella será libre y feliz, la convertirás y James morirá dolorosamente décadas después. Alice tiene un buen futuro, y en mi mundo lo tenía...»la gatita al decir aquello acuesta su cabeza en la cama y la susodicha roza su rostro con el pelaje de la misma.

—Entiendo.

El vampiro se sintió aliviado de que al menos su pequeña vidente pudiera ser feliz, pero al no ser nombrado en ningún momento dentro de aquel conocimiento supo que James no tendría piedad con él. Por lo que lo frustró y enojo por ser débil.

«Ojalá pudiera ser más útil y salvarlo, pero solo soy un gato. Y usted... Esta lejos de mis capacidades, lo lamento» añadió Jasie mientras parecía que su mejilla formaba una mueca.

El vampiro tan solo la miró, si ese era su destino acabaría de la mejor forma.

[...]

A finales de diciembre de 1919, ya eran cuatro años de convivencia y vida como gato. Actualmente se encontraba atenta a cada sonido, los médicos estaban bastantes raros, como si sintieran vigilados por una entidad extraña que no fuera la misma gata. Inclusive ella lo sentía, y John el cuidador de su humana, se lo había confirmado.

Un vampiro nómada estaba pensando en el momento justo para atacarlo y disfrutar de cobrar la deuda de la familia Brandon, matando a Alice Brandon, por lo que ambos estaban bastantes seguros que el tiempo de que el momento transcurra como JASIE sabía estaba llegando.

—Jas...

—¿Maow?

—No veo más el futuro de ninguno. Tengo miedo...

La voz de Alice se había convertido en un tono muy apagado, casi un susurro mientras abrazaba la almohada mientras que la minina sólo la observaba desde una cómoda de la habitación blanca, tanto que sintió entre celos y desesperación ver que la almohada le robaba terreno, saltando del lugar mencionado hasta la cama.

«Alice... Si no vez hoy el futuro, no temas porque donde tus ojos no ven solo significa que un nuevo viaje a nuevas aventuras vendrán. Y en un futuro incierto el vidente no llega saber más por el conociendo de lo que será, porque sólo se conoce lo ya es parte de si mismo»contestó mientras con sumo interés aparta con sus patitas la almohada y se mete entre los brazos de su humana para luego alejar la almohada, recelosa y ronronea una vez cómoda.

—Espero que sea así... No te quiero perder... —el susurro salió y el cansancio cedió.

Escuchando segundos después la respiración tranquila y el agarre más débil de lo que era cuando estaba despierta. De reojo, vio cómo el pequeño reloj de la pared, regalo de John marcaba otro día, un día más que Alice seguía como humana.

Marcando así el 1 de enero de 1920.

Los días estaban en contra reloj, y en cualquier momento el vampiro la salvaría pero también temía no ser capaz de resistir al dolor que Alice padeciera en el momento. La amaba con creces cada año que pasaba este aumentaba, sabía que sólo podía ofrecerle una protección y cariño incondicional pero los días de celos eran extremadamente difíciles de lidiar más aún por la frustración de no ser humana y hacer a su dueña, mas que una amiga... Una hermana o una compañera de juegos, sino que una pareja.

Era extraño, nunca en su vida pasada había tenido interés hacia su mismo género, ni siquiera sentir atracción hacia una mujer pero en cuanto conectaba miradas, o en cuanto el celo llegaba algo en ella gritaba que mostrará con su aroma que Alice era suya para todos a la redonda. Era muy recelosa y protectora, ni siquiera le dejaba acercarse al vampiro.

Esos días eran un sufrimiento, pero en cuanto pasaba, el sentimiento no pasaba y se quedaba para fortalecerse año tras año. Realmente sus pensamientos y reflexiones eran un menudo caos, el de la gatita.

Menos mal todo lo malo en recuerdos de Alice era drenado para ser reemplazado por momento mejores.

[...]

El día esperado llegó, a finales del mayo de 1920, John convirtió a Alice en vampiro, escapando juntos con la gatita en brazos lejos del asilo que empezaba a hacerse añicos en llamas.

El nómada había sido capaz de todo, pero no contaba con que una gatita le tirase asquerosas bolas de pelos que casualmente le nublaron la vista. Logrando así que Alice con su nueva velocidad la agarrara y escapara. Sin embargo, John solo logró hacer tiempo para que ambas escaparan terminando allí la vida en Biloxi con el vampiro desconocido.

Alice comprendió que al no ver más visiones de su creador y mejor amigo, su vida había acabado quedando con una vida inmortal por delante. Tal vez no estaría sola por la presencia de Jasie pero aún sintió que muchas cosas dejó atrás para sobrevivir en este nuevo ciclo de vida.

La mirada que Jasie le daba decía mucho del futuro.

Ambas sabían que los problemas recién comenzaban.

Pero estaban listas para aprender juntas, quizás en un futuro ambas lograrían grandes cosas.

JASIE 》ALICE CULLENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora