Chapter unico

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no son míos, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, es de Catriana y fue beteada por geekgir7.

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Los ojos de Hyūga Neji se abrieron con sorpresa cuando un kunai se estrelló contra la mesa de conferencias; sobresaltando a todos en la habitación. Los dos hombres que habían estado discutiendo se detuvieron, palideciendo cuando vieron la mano rasgar el mapa del pueblo.

—Hayashi, Maeda —la voz de Uchiha Sasuke era un gruñido bajo y lentamente los miró a los dos con los ojos entrecerrados—. Dos años. Ustedes dos se han estado quejando de esto durante dos años.

Neji trató con todas sus fuerzas de no sufrir un ataque al corazón en la escena frente a él. «Oh, dioses, Hinata-sama, ¿de verdad tenías que visitar a Sakura hoy? Realmente estoy tratando de no convertirme en alcohólico, realmente lo estoy intentando, pero...»

Los dos hombres empezaron a balbucear, alejándose del Uchiha obviamente inestable. Lentamente, se puso de pie y dejó escapar un pequeño suspiro. Sus ojos brillaron carmesí por un momento antes de controlar sus emociones.

—Tienen una hora —señaló el mapa—. Es estúpido que hayan pasado dos años y que solo la mitad de ustedes se hayan establecido en sus distritos. Me voy a ir, pero voy a regresar. Si ustedes idiotas no han resuelto esto para entonces, elegiré por ustedes —entrecerró más los ojos—. Y no les gustará lo que hare.

Cuando el Hyūga finalmente siguió al Otokage a su oficina, Sasuke se estaba paseando por la habitación como un animal enjaulado, obviamente se sentía muy molesto por algo. Consideró brevemente llamar a Naruto; si alguien podía calmar al Uchiha era el Uzumaki. Pero, ¿por qué estaba tan fastidiado? Comprendía la frustración de Sasuke con respecto a los clanes, él estaba igualmente frustrado. ¿Pero recurrir a las amenazas y la violencia? Eso ya no era algo que hiciera a menudo. Hinata lo mantenía en paz la mayor parte del tiempo y durante los últimos dos años, desde el establecimiento de la aldea, el Uchiha había estado tranquilo... Era casi normal.

—Si has venido a molestarme —Sasuke había dejado de caminar y lo miraba con el ceño fruncido—. Ahórratelo. No quiero oírlo.

—En realidad —con un pequeño suspiro, se acercó y colocó la carpeta en la mesa del Otokage—. Me preguntaba qué pasaba. No es frecuente que te enojes tanto y Hinata-sama no está aquí —inclinó levemente la cabeza—. ¿Ocurre algo?

El Uchiha mantuvo una silenciosa guerra consigo mismo, sin saber si quería decirle a Neji la verdad o no. Después de un momento, miró hacia otro lado, infeliz.

—Hinata está enferma.

—¿Qué? —esto era una novedad para él. La última vez que había visto a su prima, que había sido ayer, ella parecía estar bien—. ¿Estás seguro? Parecía estar bien ayer...

—Yo no inventaría algo como esto —casi le gruñó a Neji y el hombre de ojos pálidos decidió que tendría que empezar a expresarse con más cuidado. Cuando se trataba de Hinata, nadie sabía que tan mal reaccionaría el Uchiha.

—¿Es por eso que ha ido al hospital? —había sentido curiosidad; Hinata nunca se había perdido una reunión, así que Neji estaba un poco preocupado, pero ella parecía estar bien y él había pensado que era algo rutinario.

—Si —Sasuke seguía luciendo muy irritable—. Ella nunca se enferma.

El leve miedo en su voz hizo que Neji se sobresaltara, parpadeando como una lechuza.

Luz de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora