19.Dos hyugas

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Me escondí encima de un árbol cerca de las puertas de la aldea, mientras kotetsu estaba hasta el otro lado de la aldea, me estire relajándome un poco contra el árbol.

Mas de cuatro meses el me había estado vigilando y algunas veces si me dejo arrastrar a la academia y otras no tanto.

Cuando iba, sakura trataba de hacerme enfadar o algo así, pero unos insultos infantiles no lo lograrían, yo había escuchado peores cosas.

Cuando sabia que la academia había terminado ese día, camino lentamente hacia mi lugar de entrenamiento, las manos en los bolsillos de mi chaqueta.

Me detuve en seco al ver a mi compañera de clase hyuga sus palmas se movían en sincronía en el típico estilo hyuga, pero a diferencia era mucho mas lento y ella parecía bastante incomoda.

Me senté en la orilla del camino mirándola mientras ella seguía practicando, ella no lo hacia nada mal, pero pareciera que ella nunca había practicado con una persona.

-oye -llame su atención, haciendo que saltara sus mejillas se sonrojaron y luego me miro

-¿s-si? -fue en un susurro, muy seco

Me levante quitando el polvo de mi pantalón, antes de caminar hacia ella colocándome delante, ella parecía confundida pero no me miro a los ojos -golpeamos -eso hiso que sus ojos se abrieran con sorpresa

-n-no t-te h-hare mucho d-daño -ella parecía nerviosa

Levante una ceja, sabía que tenía que presionarla un poco -entonces ¿me estas subestimando? -ella negó con la cabeza -parece que me estas subestimando –

-y-yo... yo..... e-esta b-bien -ella se puso en posición.

Espere a que ella me atacara primero, pero en vez de eso ella temblaba levemente, suspire, demasiado suave.

En un segundo la taclee haciendo que cayera con fuerza contra el suelo, apoyando la punta del shuriken en su cuello, sus ojos pasaron hacia los míos como si se acabara de dar cuenta de la situación -no dudes si lo haces tan solo por un momento, pierdes tiempo valioso -quite el shuriken de su cuello levantándome.

-p-pero y s-si t-te hago daño -ella se sentó mirándome

-es mi culpa por ser tan descuidada -le fruncí el ceño, mirando directamente a esos ojos perla -esa duda te podría costar mucho un día -se levanto aun su mirada fija en mi, pero su mirada brillaba de una manera diferente, algo que ya había visto cuando había salvado a chouji hace cuatro años o cuando le gane a shikamaru en shogi.

Esta vez ella ataco, tratando de golpear mis costillas, pero sin lograrlo, esquivaba cada lanzamiento que me daba, también trato de darme un golpe con su palma en mi cara pero fue mas lento de lo que había pensado haciéndolo fácil de esquivar, me agache antes de patear sus piernas haciendo que cayera de nuevo

Solo aguanto dos veces mas antes de no levantarse mas -e-eres i-increíble -escuche ese tartamudeo con su respiración agitada, su ropa manchada de tierra y algo rasgada me enseño cuanto de verdad se había esforzado, claro ella aun dudaba un poco al atacarme, pero había mejorado.

mi capucha se había caído, haciendo que la suave brisa del anochecer golpeara mi cabello, empecé a caminar hacia el camino haciendo que hyuga san se sentara y me mirara una ultima vez antes de que yo subiera mi capucha....

Este sin duda era el mes de los hyuga, caminaba habitualmente hacia mi lugar de entrenamiento, cuando llegue allí ya había una persona

Cabello largo marrón y el distintivo hyuga, ojos perla, tenia una especie de venda tapando su frente, camine un poco mas antes de decidir irme, este era un lugar publico que los estudiantes y ninjas (aunque ellos tienen campos mejores campos), ese chico había llegado primer.

Cuando di un solo paso hacia el camino, escuché como se había detenido di una pequeña mirada hacia donde estaba el, me sorprendió ver un ceño fruncido y ojos entre cerrados ¿Qué hice?, ¿tal vez el sabia quien era?, solo encogí mis hombros antes de irme.

Lo malo era que ese chico había vuelto el día siguiente y el siguiente del siguiente y sentía que su ceño se fruncia aun mas cuando me veía irme, llego a tal punto que donde empecé a usar flashes para saber si estaba allí después de eso

Di una mordida al pequeño y dulce chocolate y caminaba hacia el campo de entrenamiento, olvidando por unos minutos que el chico hyuga debía estar entrenando allí.

Cuando lo vi, el se detuvo y me miro su ceño fruncido adornaba su rostro, di media vuelta, solo para luego escuchar un ¡puff! Di una pequeña mirada, antes de voltearme por completo viendo al chico ahora en el suelo sin parecer tener intención de levantarse, su cara ahora debería estar cubierta de tierra, pude haberlo dejado estar y tal vez otro hyuga vendría por el.

Pero solo di un suspiro, antes de caminar hacia el, agarre sus hombros antes de tratar de que se apoyara contra el árbol, haciendo que quedara en una posición sentado, pero había un problema, su cabeza colgaba de un lado si lo soltaba el caería al suelo, con una mano palpe su cuello con dos dedos, sintiendo su pulso, al menos el niño estaba vivo.

Lo que si podía decir es que estaba helado, me senté de un lado dejando que este chico se apoyara en mi.

Anocheció y yo aquí como una imbécil cuidando a un chico que no conocía y que muy posiblemente me odie....

Ahora desde un punto de vista de neji.

El estaba entrenando, era el mejor de su clase llamado genio, cuando escucho los pasos detrás de el miro de reojo a un ¿chico? O ¿chica?, traía una capucha que no dejaba ver bien su rostro.

Para neji esta era una muestra que podía dar de su "gran" madures al permitir que ella entrenara en este campo, después fue el destino que ella estuviera presente para que el demostrara eso...¡espera! Ese niño se estaba yendo, así como así, acaso le doy asco o algo así, le frunci el ceño, el niño me miro durante unos segundos antes de marcharse.

En ese momento neji malinterpreto la situación de la peor manera posible -no soy lo suficientemente interesante para ti -ahora el estaba furioso.

Todo empeoraba cada vez mas cuando el niño volvía y lo veía y se iba, ahora todos en su clase le temían por el ceño fruncido que tenia...

Dejá vu (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora