Trillizos: mamá afortunada es hermosa y ruda

Capítulo 112: Compra de terrenos y construye una casa 3

Los tres niños se acercaron, acababan de terminar su comida, la confusión era evidente en sus rostros. Dabao se dio cuenta de que todos los hombres presentes parecían serios. Tiró del dobladillo del vestido de Qi Qingyao con su pequeña mano. "¿Madre?"

Xiaobao miró las expresiones de todos con recelo. Preguntó suavemente: "¿Estabas teniendo una discusión con alguien hace un momento?"

Qi Qingyao dijo con calma: “No, no discutí con nadie. ¡Es solo que estaba listo para renegar del pacto y le di una lección! "

Todos se quedaron sin palabras.

Ella le dio una lección.

Erniu había comido hasta hartarse. Ella era un poco ajena a las circunstancias actuales e ignoró las miradas de todos por completo. Ella dijo tiernamente: "Madre, ¿dónde nos vamos a quedar esta noche?"

Qi Qingyao le preguntó con una sonrisa: "¿Habéis comido todos?"

"Tenemos." Erniu parpadeó con sus grandes ojos.

"Deberíamos regresar entonces", dijo Qi Qingyao.

"¿A donde?" Preguntó Dabao.

“A la posada de la ciudad”, dijo Qi Qingyao.

Qi Qingyao se despidió del jefe de la aldea y el séquito abordó el carruaje. Antes de partir, Qi Qingyao miró el clima y le dijo al jefe que regresaría después de tres días.

Ma Sanye respondió con una sonrisa y, con los otros aldeanos, despidió al grupo de Qi Qingyao.

Después de que el carruaje viajó una distancia, todos rodearon a Ma Sanye.

"Jefe de la aldea, sobre esto ..."

"¡Deja de hablar de eso!" Ma Sanye interrumpió al hombre, que se estaba preparando para lanzar una diatriba.

Todos se miraron unos a otros, queriendo hablar, pero terminaron tragándose sus palabras.

Ma Sanye miró a todos de manera significativa y suspiró. Después de eso, dijo: "Estuvo de acuerdo con la apuesta".

"Él, Zhang Tieyuan y su familia firmaron un pacto".

"Pero ..." Comenzó de nuevo el Viejo Wang.

La mirada de Ma Sanye lo recorrió. “Undécima Hija tenía razón. Si se proclama un jugador y, sin embargo, no tiene el valor de asumir las consecuencias, entonces no tiene derecho a apostar. Quería tomar el dinero e irse después de ganar, pero no hizo más que hacer rabietas y quejarse después de perder. Lo han mimado tanto que lo ha convertido en un hábito ... "

Todos se quedaron sin palabras.

Sonaba correcto, pero todos habían asumido que la resolución sería más cortés ya que todos eran aldeanos.

Lo que hizo Qi Qingyao, quitarle su tierra ...

Ma Sanye sabía lo que pensaban los demás. “Se negó a admitir la apuesta cuando perdió. Si ganara, ¿no habría querido los 1000 taels que le ofreció Qi Qingyao?

Todos guardaron silencio.

Después de un rato, Ma Sanye miró el cielo de la tarde y dijo: "Creo que el viejo Zhang nunca volverá a jugar en el futuro".

Con eso, se volvió y se dirigió a casa.

El viejo Wang y los demás se quedaron afuera en el frío helado. Se estremecieron, frotándose las palmas. Mientras regresaban a sus hogares, charlaban entre ellos.

“Esta joven es realmente despiadada”, no pudieron evitar exclamar.

"Acciones tan despiadadas, de verdad ..." Tenían que admitir, incluso como hombres adultos, que no serían capaces de hacer lo mismo.

"Me pregunto de dónde aprendió todo eso ..."

"En realidad, ella no era tan despiadada", el Viejo Yang no pudo evitar replicar.

"¿En realidad?" Todos lo miraron con duda.

“¿No le dio a Zhang Cuiyun dos taeles como compensación por el producto? Dos taeles son mucho. Pueden vivir en una posada o quedarse temporalmente con sus familiares. Pueden alquilar fácilmente un lugar con el dinero y comenzar una pequeña empresa. Si optan por no hacerlo y se dirigen a la ciudad de Qingzhou, pueden buscar una familia rica y trabajar como sirvientes. Después de todo, el hijo, la nuera y la hija del viejo Zhang todavía son jóvenes y todavía no tienen hijos a partir de ahora. El pago mensual debería ser más que suficiente. Si quieren seguir viviendo, siempre hay una manera ”, analizó Old Yang.

Todos se quedaron sin palabras.

Después de escuchar las palabras del Viejo Yang, sintieron que el Viejo Zhang y su familia no terminarían muriendo en las calles.