―¿Estás nervioso, Liam ?
El Alfa tragó saliva de forma audible, mientras negaba con la cabeza.
―Por supuesto que no.
Liam se dio una palmadita en la espalda mentalmente porque su voz no reflejó el nerviosismo.
―¿Seguro? ―preguntó Zayn prácticamente ronroneando.
El omega empezó a caminar a pasos lentos hacia el nido, donde yacía su novio. Zayn casi había llorado de felicidad cuando Liam se había ofrecido a tener este listo para cuando el momento de su celo llegara, su omega se había llenado de regocijo y soltó sonidos felices y llenos de aprobación hacia las bellas atenciones para con ellos.
―Ansioso, eso es todo. Quiero que todo sea perfecto para ti, Omega.
Los labios finos y rosados de Zayn se abrieron, dando paso al gemido más lindo y caliente que Liam jamás haya escuchado.
―Saber que me quieres cuidar ―comenzó a decir Zayn― me hace sentir tan caliente.
Cuando quedó a pocos pasos del rizado, le dio una sonrisa pícara. Sabía que era cuestión de minutos para que los efectos del celo dieran inicio. Podía sentir su entrada palpitando y el lubricante humedecer su ropa interior.
―Tengo una sorpresa para ti, Alfa.―lo último lo susurró sobre los labios semi abiertos de Liam .
Demonios, jamás en sus cortos diecisiete años, Liam se había sentido tan excitado como ahora. El aire de la habitación empezaba a estar espeso y las feromonas de Zayn empezaban a dominar en el ambiente, llenándolo de un aroma dulzón con unos toques de ácido.
El aroma omega de Zayn, era una cosa para Liam . Desde el primer momento que lo sintió, sus rodillas se debilitaron, sintió sus colmillos crecer y su boca salivar con la ansia de reclamarlo. Olía a lo que siempre le había gustado, cereza con un toque de limón.
El moreno soltó una risita traviesa, mientras empezó a mover sus caderas de un lado a otro, de una forma –que esperaba fuera– sensual.
Subió su camiseta revelando la piel tostada de su vientre. Liam no perdió de vista el recorrido que hicieron sus manos, una vez estuvo la prenda fuera de su cuerpo, con los dedos índice y pulgar retorció sus pezones y gimió fuerte.
Liam tuvo que poner toda su fuerza de voluntad en no lanzarse sobre su novio y devorarlo.
―Aún hay más. ―avisó Zayn.
Liam dirigió sus ojos entrecerrados a su novio y lo vio tan destrozado, Zayn tenía la lengua levemente fuera de su boca, los ojos estaban bien abiertos y vidriosos. Tenía gotas de sudor resbalando por su frente y cuello, toda una obra de arte.
Zayn finalmente bajó su pantalón, lo hizo de una manera muy lenta que era casi una tortura.
Liam no pudo retener el gemido fuerte que emitió.
Zayn llevaba puestas unas malditas bragas de encaje rojas en las cuales se podía ver el contorno de su pequeño pene ya erecto, la cabeza asomándose por el borde.
El color contrastaba con su piel, los pequeños lazos a los lados de la cadera lo hacían ver tan lindo y sexi al mismo tiempo.
―¿Te gustan? Las compré pensando en ti.
Oh, Zayn. Pequeña cosita descarada.
―Me encantan.
La voz de Liam se encontraba más grave de lo normal. No soportando más la espera, cortó la poca distancia entre ellos y colocó a Zayn en su regazo.
