Capítulo 4

11 1 1
                                    

Hoy no me quiero levantar. Tengo los ojos abiertos y estoy despierta pero no me quiero levantar. Solo quiero llorar. Mi padre ya no está. Y llevo dos años sin él. No le podré abrazar, ni contarle nada de lo que me pase y no me podrá hacer esos chistes que solo entendíamos los dos. Ya no le veré haciendo la comida deliciosa que él solo sabía hacer ni espiarle como cuando yo era pequeña mientras él trabajaba y que siempre me pillara, pero lo disimulara para que yo me divirtiera hasta que se hacía muy tarde y se iba a mi habitación para darme un beso de buenas noches y veía que no estaba allí. Se daba la vuelta y como si estuviéramos jugando al escondite decía: "¿Dónde está mi pequeñaja?" y miraba a todos lados como si tuviera unos prismáticos. Siempre me hacía reír verle así y me acababa pillando. Me cogía en brazos mientras yo reía y me llevaba a mi cama para darme mi beso de buenas noches.

Cada uno de los días que he estado sin él le he echado de menos, pero, creo que este día, el 16 de octubre siempre lo echaré más de menos porque es el día en el que lo perdí.

Llevo 15 minutos pensando cuando veo que es tardísimo. No me quiero levantar, pero pienso que él no querría verme así. Me pongo un chándal porque no me quiero complicar la vida y bajo a comer algo casi a rastras. Mi madre no está. Supongo que estará en su trabajo. Pobre, ni siquiera tiene un día libre para estar de luto por la muerte de mi padre. Sé que tiene un nuevo novio, pero también sé que ella quería a mi padre más que a nadie.

De todas maneras, pienso que será mejor pasar el día sola porque no me apetece hablar con nadie. De repente suena el teléfono. Es Simone. No la contesto, pero veo que tengo 10 mensajes suyos y 3 llamadas perdidas. Leo los mensajes y me dice que si quiero quedar para hablar y que podré llorar todo lo que quiera con ella. Es una muy buena amiga y siempre me ha apoyado (sobre todo cuando mi padre murió) pero respondo que necesito estar sola. Ella lo entiende y no insiste.

Pienso que a veces tienes que afrontar los problemas tú sola, aunque sea durísimo y creas que no vas a ser capaz de superarlo. Porque al fin y al cabo podrás conseguirlo.

Cierro el móvil porque quiero desconectar lo más que pueda y decido salir a tomar el aire. Como no me apetece encontrarme con nadie, decido ir por el bosque que está cerca de mi casa. Parezco un zombi andando.

En el instante en el que me meto en el bosque me siento mejor, no veo que haya gente. Esta vez decido adentrarme muchísimo más de lo que normalmente hago. Llevo unos 40 minutos andando recto, viendo árboles y más árboles, hasta que veo una pequeña cascada que es preciosa. Me acerco y toco el agua. Es cristalina y está fresquita, pero me agrada. Es raro que no supiera que esto existe- pienso.

Al darme la vuelta para ver el paisaje completo, que, por cierto, es precioso, veo un gazebo hermoso con un banco. Me acerco cautelosamente para ver si hay alguien, pero no veo a nadie y parece que no ha habido gente en mucho tiempo porque casi todo está cubierto con enredaderas y parece un poco olvidado.

La estructura de los pilares es de mármol y arriba hay un techo con forma de cúpula hecho de cristal. El banco que hay en el centro es blanco y tiene unos detalles dorados preciosos. Parece estable y cómodo así que me siento. La vista es espectacular. Se ve la cascada, todo está lleno de vegetación y se escuchan los graznidos de los pájaros.

Parece que aquí es el único lugar en el que puedo respirar en paz.

Memorias de mi padre empiezan a venir hacía mi como si estuviera en una película y las lágrimas están peligrosamente cerca de arrasar de nuevo. De repente escucho la voz de mi padre en mi conciencia: "Pequeñaja, siempre que te sientas mal, llora. Es mejor desahogarte al instante que guardar todo y explotar. Llorar es algo totalmente normal y no eres más débil por hacerlo, al contrario, eres más fuerte que nadie. También puedes gritar si crees que te sentirás mejor".

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 21, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No te vayas sin decirme te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora