Semana de mier-

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Llegué a casa después del entrenamiento de voleibol. Era tarde, alrededor de las 6pm; ya estaba oscuro. Me bajé del automóvil de Madre y busqué mis cosas en la parte trasera. Ya había terminado mis prácticas de exámenes y hasta tenía las correcciones. No tenía nada que hacer.

— *Deadname*, ve y deja eso y vienes para que hablemos

Me tensé inmediatamente, había olvidado que madre me dijo que teníamos que hablar. Ya había hablado por separado con cada uno sobre lo del examen, pero ahora si estaba asustada.

Dejé la lonchera en el desayunador y mi mochila en mi habitación. Al ver al comedor, desde el pasillo los vi sentados en la mesa.

— Vamos a hablar de negocios

Me dijo Padre haciendo señas de que me sentara. Me acomodé en la mesa redonda, buscando evadir el contacto visual que demandaban mis superiores. Me sentía acorralada como una rata. No había a donde huir, todo por una estupidez que hice, que aparte le dió problemas a mis amigos. Empecé a juguetear con my blusa de educación física, nerviosa.

— Esto es serio Gerardo...

Corrigió Madre, lanzándole una mirada harta al adulto junto a ella. Esas miradas solo podían significar que habían encontrado algo en mi habitación. Que de todo? La nota? La pintura? Los fósforos? La cutter?

Mis pensamientos se revolvían intentando tragarme y buscando una excusa para cada posibilidad. Acaso deje mi teléfono abierto? Mi twitter? Mis dibujos inapropiados? Tal vez vieron el rol con Mei. No podía pensar en todo lo que podían encontrar y en la posibilidad de que me quitaran mi celular, algo que me niego a perder. No ahora que Sho está inseguro.

— Recuerdas a Kei? El japonés hijo de Lara?

Me preguntó con sus ojos cafés necios sobre los míos. Buscando en mi una afirmación, que no llegó debido a mi mala memoria con los nombres. Suponía que fue compañero de clases o que eran amigos de la familia pues son las personas que suelo olvidar más. Cómo se supone que recuerde gente solo por su nombre?
Negué con expresión confundida, aunque el nombre me sonaba de algo me confundió un poco. Hasta que recordé a un chico de acento divertido con el que jugué a las barbies.

— Era rubio?

— Si, Kei Tuki-algo.. no sé, nombres raros. La cosa es que su familia y él quieren que estudie fuera para reconocimiento académico. Se suponía que esto era para el otro año, pero todo se adelantó y ya habíamos dicho que si

Intenté seguir sus palabras, algo muy difícil con esta mujer. Me perdí del todo y levanté mi mano a la altura del pecho por costumbre.

— No entiendo...

— Ya voy. La vara que va a vivir aquí y estudiar en el CIT también, con usted. Solo que se tuvo que adelantar y eso por una oportunidad que le dió el colegio

Algo interesante pero un poco molesto de Madre era su forma de hablar, tan lejana y desesperada. Casi nunca le entendía y ella no se molestaba en explicar sin enojarse. Miré a Padre en busca de señales pero hizo algo mejor. Me explicó él. Aunque su tono de hablar también era poco convencional.

— Kei, en busca de reconocimiento académico, va a venir a vivir con nosotros hasta graduarse del CIT con el técnico de Diseño. Igual que tu. Básicamente. Ya habíamos aceptado, pero para el otro año. El problema es que se adelantó.

Me habló con calma y con un aire de paz. Parece que incluso se lo estaba explicando a si mismo.

— Por eso nos agarró tarde

Interfirió Madre con su tono desesperado y chillante. Siempre hacía eso.

— Va a llegar mañana mientras tu estás en clase, a las dos más o menos

Me quedé un momento viendo los hechos y a como yo lo veía, un chico que conocí hace cinco o seis años iba a vivir en mi casa e ir a mi colegio, en mi especialidad y, con mi suerte, en mi clase.

— Dónde va a dormir?

Mis padres parecieron sorprendidos de como lo tomé. La verdad, sonaba como una mala trama pero sabía que no iba a cambiar nada negándome.

Los miré expectante de la respuesta, pero Madre se vió nerviosa. Algo no me querían decir.

— Pensábamos en la sala, pero es temporada fría y por las ventanas se moriría de frío... Lo mejor es en tu habitación... sus padres dicen que está bien

— Pero... y yo no he dicho nada?

Me miraron un momento. Siempre era lo mismo. Llegaban visitas a casa y me las tiraban a mi. Al final dormían en la sala, pero tenía razón en algo, que me importaba a mi?

— Está bien, igual..

Solté antes de mirarlos.

— Puedo ir al cuarto ya?

— Limpie el cuarto completo, que no nos haga pasar vergüenza con ese desorden

Miré al suelo un momento y procedí a levantarme, soltando un suave "si, Madre". Al llegar de nuevo a mi habitación, me puse a ordenar la banca que hay en esta; estaba llena de suéteres, bolsos y cuadernos. Limpié el resto de la habitación con música de fondo y finalmente subí a mi cama, que es elevada. Me dejé caer en esta con mi celular en mano.

⭑・゚゚・*:༅。.。༅:*゚:*:✼✿

[Hinata🧡]

JAJAJAJAJA SI!
5:34pm

No vas a creer lo que me acaban de decir.. Kei va a venir a vivir conmigo..
6:46pm

Kei? Quien es kei?
6:47pm

Un chico amigo de la familia, es de Japón
6:47pm

ESPERA! WOWOWOWOW!
Un chico?!
Vivir contigo???
6:38pm

Si. Y va a estudiar en mi colegio, en mi especialidad...
6:38pm

Eso suena como un wattpad JAJAJAJA
6:38pm

Si, solo que sin la parte de Levi y el hecho de que no le hablo hace cinco años..
6:39pm

JAJAJAA pero suena muy acosador
6:49pm

EXACTO!
6:49pm

⭑・゚゚・*:༅。.。༅:*゚:*:✼✿

Le seguí explicando mi situación por un rato. Entre notas de audio y mensajes. La verdad me sentía bien de poder descargar mi confusión y frustración tranquila. Llegamos al punto de olvidarnos sobre Kei y hablar de nuestros temas usuales. Me sentía tranquila mientras hablaba con Luna. Nunca tuve problemas para contarle nada ni ella conmigo. Me alegra tener una amiga así.

— *Deadname*...

Dejé el teléfono a un lado y vi a Madre asomarse por las escaleras. Traía una mirada cansada y molesta, claramente iba a pedirme algo.

— La arena de Neko y una cosa sobre lo de Kei..

— Si, Madre

Alzó una de sus finas cejas y suspiró. Apenas empezábamos a hablar y ya estaba harta de mi.

— Yo se que have un montón no se hablan ni nada, pero espero que no haya problemas

Me miró como esperando a que dijera un "si, señora", uno que no iba a llegar. Solo miré a su moreno rostro intentando formular una frase que no la incomodara ni enojara.

— Hace cinco años. Dudo que podamos solo volver a ser amigos

— Bueno, pero no quiero oír quejas de que usted es grosera...

La conversación había terminado. Solo asentí con suavidad.

— Si, Madre

⭒❃.✮:▹Conocerte Otra Vez◃:✮.❃⭒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora