Limbo

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- Se que no eres de Konoha...- Tobirama expreso mirando a los ojos confusos de la joven de cabello castaño, el vestido con el que deslumbro hace unos instantes en el escenario estaba doblado sobre la mesa y ella vestía uno mas sencillo.

Tenten sintió que todo temblaba en ella, que cada parte de su cuerpo era dividida en fracciones dolorosas que la asustaban.

- ¿Quien te envió?.- Tobirama pregunto haciendo de su mirada dolorosa una espada que atravesaba el alma de la chica.

- Solo estoy aquí para asegurarme que Konoha no ataque a mi país.- Tenten expreso, no quería hacer de esta situación una soga mas en su cuello.

- ¿Eso es todo?.- El hermano del hokage inquirió mientras volteaba a observar la pequeña habitación.- Mi hermano y mi cuñada te tienen cariño, los lastimara saber que eres una espía.

- No soy una espía, como dije solo me aseguro de que no conspiren contra nosotros.- la castaña afirmo.

- Bien, en ese caso aseguremos la paz entre tu nación y la mía.- Tobirama afirmo deteniendo su vista en la castaña.- Cásate conmigo.

Los ojos chocolates de ella permanecieron incrédulos hasta que vio los labios del peliblanco moverse.

- Sino quieres hacerlo, no te obligare. Pero debes decirle la verdad a mi hermano y a mi cuñada.- Tobirama menciono y luego de un asentimiento solitario se despidió dejándola sola.

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El cabello de Madara se pegaba en el hombro desnudo de Tenten quien miraba la luna a través de la ventana en la habitación del Uchiha.

Su servicio a su nación, a su familia, la lealtad a sus amigos se había reducido a esto, tener que ser la mujer al servicio de Madara Uchiha como un juguete para no ser descubierta... Y ahora Tobirama Senju también lo sabia.

Los brazos de Madara apretaron mas fuerte en su cintura haciendo que ella suspire despacio. El Senju probablemente pensaba que ella aun era virgen para proponerle matrimonio... si él supiera que ha sido la mujer de Madara desde hace semanas... ni siquiera la miraría como lo hace. Por que es evidente desde la primer noche que ambos la vieron bailar que ella es el objeto por el cual parecen dispuestos a despedazarse uno al otro.


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Tobirama se quedo viendo a la nada misma mientras la joven castaña permanecía de pie en la puerta de la sala.

- ¿eso es todo?- Tobirama expreso.

- ¿Eso es todo?- Tenten replico molesta.- Acabo de decirte que Uchiha Madara me obliga a acostarme con él para no revelar mi identidad y...

- Tenias opción, podrías venir a mi y contarme antes de acceder.- Tobirama afirmo sin fijar la vista en nada, en su interior sentía que podía asesinar cualquier ser en este momento.

- Y revelar mi identidad...

- Lo supe de todos modos.- Tobirama afirmo y camino hasta la ventana que daba al patio trasero de la casa.- ¿Que se supone que esperas conseguir contándome esto?.

- Casarme contigo.- Ella expreso y escucho un suspiro irónico salir de los labios de Tobirama, irónico y amargo.

- No puedo casarme contigo... 

- Dijiste que...

- Lo dije cuando pensé que eras virgen y que seria el primer hombre en tu vida.- Él aseguro y se volteo para mirarla con una expresión que ella identifico con desdén.- eres la mujer de Madara ahora, y eso ya no puede remediarse...

Perdiendo OportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora