El día en que tuve mi primer ataque de pánico fue uno de esos días calurosos en dónde estás harto hasta del vecino que repite la misma canción como mil veces, mi papá y mi hermana estaban en casa comiendo cuando yo estaba regresando de la universidad, estaba iniciando semestre y empezando una relación con un chico de mi facultad, no me gustaba para nada el chico pero ya saben cómo funciona la presión social ¿no?, algunas veces haces cosas solo para encajar con los demás o para que te dejen de fastidiar en casa. Como de costumbre saludé a todos nuestros perros al entrar a casa y me quedé sentada en el sillón de la sala viendo al infinito y sintiendo muchísimo calor, mi papá en ese momento me preguntó si me encontraba bien y yo simplemente dije que estaba cansada y acalorada, que no hubo luz en la escuela y por eso no se pudieron usar los ventiladores en la práctica de ese día, y así terminó la conversación, mi papá y mi hermana terminaron de comer y se fueron cada uno para su trabajo y a ver a sus amigos respectivamente, así que me quedé sola durante toda la tarde, sin saber lo que iba a pasar.
Tomé agua y me acosté un rato en el sillón, mientras sentía como de la nada mi mente se sentía confusa, me sentía cansada, agobiada, presionada, con unas inmensas ganas de llorar sin razón aparente (después supe el porque), y de la nada vinieron a mi unas increíbles ganas de hacerme daño para mitigar el dolor, así que decidí que me iría a mi cuarto a dormir para que se me quitaran esas ideas y el malestar, pero al entrar a mi cuarto solo se intensificaron las ganas de lastimarme, en ese momento estaba llevando clases de cirugía así que en mi cuarto contaba con material quirúrgico por lo tanto tenía hojas de bisturí que en ese momento se veían muy tentadoras de utilizar. Mientras luchaba contra mis propios pensamientos escuchaba a lo lejos como Juno lloraba y pedía que la dejara entrar a la casa, así que como pude dejé de lado esos pensamientos (aún así debido a lo fuerte que era la sensación de lastimarme terminé con arañazos en mi brazos hechos por mis propias uñas) y salí del cuarto para dejarla entrar, en cuanto entro se me subió encima para lamerme la cara y para pedir que la acariciara, de la manera más extraña y extraordinaria logré calmarme un poco con ella a lado mío y ahí fue cuando volví a pensar en que la quería a mi lado para siempre.
Después de haber estado tranquila durante una hora la sensación de tristeza me embargó nuevamente y decidí sacarla nuevamente al patio para meterme a bañar a lo mejor eso me quitaba el calor y el sentimiento de tristeza que tenía, pero en cuanto el agua tocó mi cuerpo yo me solté a llorar otra vez y fue cuando empecé a asustarme mucho, preguntándome a mi misma que era lo que estaba pasando y porque ocurría en ese momento dónde no había nadie a quien recurrir, estuve sentada en el baño durante 2 horas mientras lloraba e intentaba calmarme mientras me bañaba y lavaba la cara. En cuanto salí del baño y me cambié me puse a buscar en Internet los síntomas que tenía -ya saben, cosas de chavos- y pues me asusté porque los resultados hablaban sobre depresión y ansiedad -breve corte comercial, no se autodiagnostiquen vayan al médico- y sus distintos tipos, y yo estaba paniqueada porque tal como hace la sociedad con otras situaciones empecé la discriminación diciendo que eso era algo que solo a personas que se querían suicidar podía pasarles, que era solo para personas que estaban mal de la cabeza, etc., fue así que caí en cuenta de que quizás yo era una de esas personas y necesitaba ayuda para salir del pozo en el que me encontraba.
Cuando termine de leer sobre estos temas decidí escribir en facebook sobre cómo me encontraba en ese momento y lo que escribí fue lo siguiente:"Me desperté con muchisima flojera, no queria ni abrir mis ojos, me parecio muy corta la noche, no descanse nada, me obligue a sostener una sonrisa fingida y a tratar de esconder todo este revoltijo de emociones de mis amigos y familia. Ya no se que responder cuando me preguntan si estoy bien, cada que me hacen esa pregunta me entran ganas de llorar porque se que estoy jodidamente mal, pero al mismo tiempo no quiero alarmar ni preocupar a las personas que me rodean, porque se que no soy la unica con problemas, porque soy el ejemplo de muchas personas, porque debo ser fuerte por mi misma. Estoy rota, vacia, no me siento feliz, veo los colores cada ves menos brillantes. Se me estan agotando las ganas de vivir mi vida y disfrutarla. Lo unico que aun me mantiene anclada aquí son mis perros y mi hermana, mis papás y mis primos. No me puedo ir, es mas no debo siquiera pensar en abandonar tan pronto esta vida, debo demostrar que yo puedo superar esto. Se lo debo a las personas que aún confían en mi. Me lo debo a mi misma. Debo vivir, no me debo rendir, pero el camino es muy duro para mi, y siento que lo recorro sola aunque se que no es asi, se que mi familia me ama y se preocupa por mi, se que el Espiritu Santo me acompaña y se que Dios me cuida. Pero llegan momentos en donde me siento demasiado mal, demasiado cansada, algunas veces me es dificil respirar, me es dificil sonreir, me es dificil concentrarme en la escuela, en mi casa, con mis amigos, me cuesta seguir el hilo de las conversaciones. Siento que voy desapareciendo, como si cada dia que pasa perdiera consistencia, como si me fuera difuminando de la vida, como si no encajara en ningun lado.
AYUDA, NECESITO AYUDA.
Quiero recuperarme, recuperar mi vida alegre, aunque ahora me parece tan solo un sueño muy lejano. Quiero recuperarme pero no estoy segura de poder poner de mi parte, tengo miedo de fallarme otra vez, no quiero sufrir más. Cada que salgo de una estoy bien durante un tiempo, y despues recaigo con mas fuerza y con mayor conocimiento sobre como salir de ese hoyo negro en el que caigo cada vez mas y mas y mas profundo.
Necesito ayuda, lo sé, pero, ¿realmente haré mi parte? esa es la pregunta que ronda en este momento mi cabeza, es la unica en la que paró mi cerebro en este momento.
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Cómo decir adiós sin dolor
Teen FictionCómo decir adiós sin dolor supone ser una historia catártica acerca de el afrontamiento de la muerte de un ser querido, en el caso de Maya Sandoval es la perdida de su querida mascota Juno una Siberian Husky, que le hacia compañía en sus momentos má...