Capítulo 36: La visita II

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El sonido de los caballos corriendo y los cascos golpeando el suelo se pudo escuchar, pero se detuvo cuando los guardias reales los detuvieron.

El carruaje mostró el pase para entrar al palacio, y los guardias inmediatamente abrieron las puertas al verlo. Ha pasado un día, y era el día en que Laura iría al palacio a visitar al emperador.

Fue una visita repentina, pero Laura no tuvo otra opción y no puede hacer esperar más al emperador. El palacio era alto, brillante y majestuoso. Ningún otro lugar puede compararse con el palacio.

Con solo ver el palacio desde el exterior, se podría decir que es realmente el lugar más lujoso del mundo.

El carruaje se detuvo frente a las grandes puertas, y con cuidado Laura salió del carruaje y luego fue recibida por los sirvientes de palacio.

Una doncella fue asignada para escoltar a Laura por el palacio, se adelantó e informó a Laura que estaría a su servicio mientras tanto.

Mientras entraban al palacio, miró a su alrededor y se asombró de cómo estaba estructurado todo.

No era su primera vez en el palacio, pero no pudo evitar sentirse hipnotizada.

Cuando Laura llegó frente a la sala del trono, un paje anunció su presencia y, de repente, la gran puerta se abrió de par en par.

Justo frente a los ojos de Laura, ve al emperador, presionando una mano en su mejilla. Como esperaba Laura, el emperador tenía cabello plateado pero ojos negros.

Lo que más sorprendió a Laura fue que parecía más joven que la última vez que lo vio. ¿Fue solo una casualidad?

"Saludo al emperador del imperio, que seas siempre próspero", dijo Laura, haciendo una reverencia y mirando directamente al emperador.

Laura esperó nerviosamente a que el emperador hablara, pero él no dijo nada y solo la miró en silencio.

El emperador la miró de pies a cabeza. El emperador la estaba observando de cerca sin que ella supiera por qué y sintió una pesada piedra sobre sus hombros.

El emperador emitió una gran presencia y Laura lo sintió. "Así que así es como significa conocer al emperador". pensó nerviosamente. Nunca debes ofenderlo.

"¿Entonces eres la Laura Alvarado? La hija adoptiva del Conde Harrison", dijo el emperador, todavía sin mostrar ninguna emoción.

"Sí, Su Majestad, es un absoluto honor conocerlo", dijo Laura, juntando las manos.

El emperador se rió a carcajadas, golpeando el apoyabrazos, lo que sobresaltó a Laura. Laura miró confusamente al emperador, ¿tal vez hizo algo mal?

"No seas tan rígido. Solo quiero darte las gracias personalmente por salvarme. Incluso si ese no fuera yo en realidad", dijo el emperador, acariciando su barba.

Como pensó Laura, la última vez que había visto al emperador, parecía más viejo y delgado. Pero el verdadero emperador que estaba frente a sus ojos era más corpulento y parecía más joven.

El emperador estuvo presente durante el baile de máscaras, pero no estaba sentado en el trono porque sabía que pasaría algo malo. Fue bueno que observara a la gente desde lejos.

"No te preocupes, hice lo que se supone que debo hacer", dijo Laura, bajando la cabeza.

"Tengo curiosidad. ¿Cómo supiste eso?" Preguntó el emperador. Laura se estremeció y notó que el emperador quería ponerla a prueba.

Pero no puede simplemente decir que fue del diario y decidió poner otra excusa y se recompuso antes de responder.

"Sospechaba porque sentí un aura extraña rodeando a los otros nobles". La sala quedó en silencio, y el emperador se puso de pie y caminó hacia Laura. Sintió una pequeña cantidad de maná en Laura y sintió curiosidad.

La venganza de la segunda vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora