Dos semanas después, Taehyung vivía la misma escena. Su jefe nuevamente lo hacía salir tres horas más tarde, el cual rebasaba su horario de salida y mientras encontraba otra ruta para no vivir ningún robo más, se dio cuenta que las calles por las que estaba yendo eran peores que las anteriores. Los bares y sus luces neones, los lugares clandestinos en los cuales se organizaban peleas y ni hablar de la cantidad de personas que rondaban, algunos sentados en las esquinas vomitando todo el alcohol en el suelo. Y los que se juntaban en ronditas hablando entre sí, no le daban ninguna confianza.
Apretó el bolso que ese día llevaba contra su costado y respiró hondo. No podía ser que su estúpida cabeza había llegado a creer que realmente tomar otro camino sería una buena idea. Un muchacho silbo detrás suyo y alguien hizo un comentario por lo bajo antes de escuchar una explosión de risas que le helaron los huesos y quiso llorar, y llamar a su madre o a quien fuera para que viniera a salvarlo más no pudo hacer nada.
Dobló en un lugar y se metió a un callejón, dándose cuenta segundos después de que estaba perdido, sin saber en qué lugar se había metido o hacia dónde lo llevaría. Siguió la línea recta que el callejón era, con el corazón latiendole en el pecho con fuerza y el miedo instalándose en la boca de su estómago, dándole un dolor intenso que le provocaba náuseas. Y tarde se dio cuenta que se había metido en esa parte de la ciudad que su tía siempre le advirtió, la parte mala, como muchos le conocían y nombraban, en donde había escasa luz y muchos jóvenes se creían dueños de esquinas mientras sus mentes alertagadas por las drogas les incitaban a realizar cosas de las que probablemente estarían arrepentidos, pero que prontamente le tomarían un gusto distinto al como vivían su vida día a día.
Sus manos temblaron y se hizo hacia atrás en la pared, pegándose a esta todo lo que podía queriendo fundirse contra ella para pasar por desapercibido de los muchachos que ahora lo miraban con ojos hambrientos como si fuera una presa lista para devorar. Tatuajes, cicatrices y humo denso de cigarros era lo que esas personas cargaban, sus ojos puestos en su persona y sus posibilidades por querer escapar se vieron nulas cuando dos se pusieron a sus costados y otro se paró frente suyo.
— ¿Qué tenemos acá? ¿Un nene bien por estos lugares?—Taehyung no se creía exactamente un nene bien, pero sus padres habían trabajado toda su vida para darle lo mejor a él y sus hermanos.
Ah, mierda. Pensó en su asustado interior mientras tragaba saliva con fuerza viendo la navaja del tipo que había hablado pasearse por su rostro. Le robarian y ellos no serían tan buenos como el muchacho de hacía dos semanas atrás, el cual por algún motivo que Tae no entendía, no podía sacar de su cabeza e incluso había hablado de él con su mejor amigo quien no había tomado muy bien nada de lo que le dijo por el hecho de que, Jungkook, era un maleante.
—Dame todo lo que tengas encima—Soltó mientras con su mano libre tomaba una de las tiras del bolso que Tae estaba negado a soltar—. Tú no quieres salir lastimado y yo no tengo muchas ganas de usar mi navaja así que suelta el bolso antes de que te haga algún corte en tu cara de niño de mami.
Él estiró el bolso para su lado, pero Tae reticente lo hizo para el suyo y cuando la adrenalina de lo que estaba viviendo subió por todo su cuerpo, su cerebro dándole un golpe de valentía pateó en la tibia al imbécil que estaba amenazandolo haciendo que se quejara y se tomara la parte lastimada. Quiso correr, pero el gran cuerpo del que estaba a su costado se lo impidió y realmente no lo vio venir más cuando el puñetazo fue dado en su pómulo solo pudo quejarse y el subidon que tenía bajarse por completo, el miedo volviendo a ser parte de su cuerpo.
— ¿Quién te crees que eres, imbécil?—Quien había recibido el golpe en su pierna lo miró enojado, sus ojos refulgiendo en fuego y la forma en la que lo miraba, Taehyung juró que esa noche iba a morir.
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¿Cómo te voy a robar con esa carita, bizcochito? JJK ; KTH
FanficEn donde Jungkook (un ladrón) se enamora de la persona a la que le está robando y a la cual le devuelve todo diciendo: "Noooo bizcochito, no puedo robarte con esa carita" 3shot. KookTae.