Criminal... ¡Destrózame más!

Jung Hoseok o Jhope

"Sé muy bien que me haces mal (ooh). Tu mirada, la manera en que te mueves, Trato de huir, pero Solo puedo aceptar, me lavaron el cerebro" Lee Taemin

— ¡Suéltame papá!

— ¡Cierra la boca hijo de puta! Lo perdí todo por ti, debí dejar que te quemaras junto con aquella maldita casa.

El pequeño de ocho años luchaba por su vida hasta que sintió como una navaja se incrustraba en su cuerpo justo en la clavícula. Su propio padre intentaba deshacerse de él luchaba pero los golpes que había recibido lo tenían débil, sentía que era su final por fin después de tres intentos su vida acabaría. Jamás comprendió el desprecio de sus padres, recordó la primera vez que preguntó por su madre pues veía a cada niño con ellas y se veían tan felices.

Su padre le dijo que ella lo había rechazado por otro hijo y que él debía morir. Después su padre lo golpeó cada día por haberle recordado a la mujer que lo había intentado matar. Hoseok golpeó al hombre cuando intentó huir su padre se lanzó hacia el hiriendolo profundo Hoseok perdió el conocimiento.

Dos días después despertó en una habitación blanca, sus ojos se deslumbraron por la luz y empezó a frotarse los ojos. Vio entonces a su padre frente a él, con una sudadera con capucha.

— Si vuelves a casa juro que terminaré lo que inicié toma esto para que sepas a quien odiar toda tu vida.

Lanzó un papel doblado y salió de la habitación, Hoseok tomó el papel y leyó tenía un hermano y con el mismo nombre, como saber quién es quién, como alguien no puede nombrarte para hacerte una persona, para saber quién eres.

Cuando se recuperó vio a personas que lo llegaron a buscar para llevarlo a un orfanato, pero vio a su padre en la puerta. Pensó que se había  arrepentido, lo llevó de la mano hasta una calle oscura y cuando estuvo allí lo dejó.

— Aquí será donde estarás para toda tu vida.

— Jung, Jang Hyuk dice que el chico le pertenece, pero si te ve rondando sus negocios te va a matar.

— Está bien.

Hoseok vio a su padre marcharse  y frente a él a un hombre de unos treinta años este le sonrió maliciosamente. Hoseok entonces entendió que su vida sería un completo infierno.

— Soy Kim Tae Ho, seré tu dueño en esta área, pero tu jefe es Jang Hyuk serás utilizado como se nos antoje y todo por qué tu padre nos debe una gran cantidad de dinero. Ahora sígueme niñito.

Hoseok lo siguió ese día descubrió que la edad no impide que alguien te lastime, Tae Ho era un ser inescrupuloso que se le paraba frente a niños inocentes. Lo primero que recibió fue una golpiza por no expresar nada ante las caricias asquerosas de aquel hombre y menos cuando le folló la boca y Hoseok solo vomitó encima de él. Empezó siendo mensajero de aquella pandilla liderada por Jang Hyuk vendían droga y prostituían personas de cualquier edad.

Cuando cumplió los quince era conocido como Jhope, era un joven fuerte que manejaba muchas armas, sus favoritas las Kunai y dagas. No tenía amigos ni nada, era solo un chico que servía a sus amos un perro. Ese día Hoseok llegó al cuartucho dónde se quedaba, se tiró al sofá y luego tomó una Sprite y una pizza del día anterior. Se quedó acostado viendo el techo preguntándose porque aún estaba vivo, tenía una vida de mierda y una total maldición. Solo pensaba en que pronto tendría que ir a dejarle el dinero a Jang Hyuk y debía ver al maldito violador de mierda de Tae Ho.

De pronto su móvil sonó y respondió, escuchó el ruido del ambiente del club de Tae Ho, su asistente le ordenaba ir en ese instante, el maldito  quería  verlo. Se dió un baño y salió del lugar al que llamaba hogar, el barrio era uno de los peores de Daegu y solo los gatos y ratas  se atrevían a circular de noche. Todos lo conocían nadie se metía con el pequeño, pues sabían para quien trabajaba. Cuando llegó al club se quedó estático empezaron los tiroteos y vio como uno de sus compañeros lo señalaba, intentó huir, pero un golpe en su cabeza lo hizo caer inconsciente.