En un cubículo del baño se encontraba cierto pelinegro de ojos azules vomitando grandes cantidades de petalos y espinas mezcladas con sangre, tenía aquella enfermedad que se creia una fantasía el hanahaki una enfermedad que aparece en un amor no correspondido.
Pero... ¿quien era el causante de la aparición del hanahaki en el? Era nada más y nada menos que Sanemi Shinazugawa su ahora
ex-novio, todo comenzo hace tres meses había sido un día normal y feliz para el pelinegro llegó a su trabajo llendo a buscar a su pareja como de costumbre, pero pronto se arrepintió al ver como su novio besaba a una prefecta, en su corazon sintio un punsante dolor, reaccionó al ver como su pareja se acercaba a el pensó que tal vez podría ser un malentendido y le explicaría pero grande fue su sorpresa al ver como su novio cerraba la puerta en su cara diciendo al final un frío "terminamos, ya no te amo" pronto sus ojos se llenaron de lágrimas, lo recordaba como si hubiera sido ayer después de eso unas náuseas lo invadieron por todo su cuerpo, corrío lo más rápido al baño por suerte los pasillos estaban vacíos facilitandole llegar más rápido al baño, entro al primer cubículo que vio se arrodilló en el piso empezando a vomitar... ¿pétalos de rosas? El miedo lo invadió al saber lo que significaba eso, su abuela le contaba sobre la leyenda del hanahaki y como esta enfermedad no tenía cura, llevando al portador a la muerte. Desde ese día hasta la actualidad había vomitado petalos con sangre, gracias a esto el no podía comer pues terminaba vomitandolo, la comida le daba nauseas y el insomnio comenzó a invardirle recientemente tomaba pastillas pero esto no ayudaba de nada pues todo el día se sentía muy cansado, al terminar de vomitar vio con horror como toda la taza del baño tenía sangre, antes de salir del cubículo halo lo palanca la cual se llevo todo los petalos, se miro al espejo── Doy asco...- pensó al ver su reflejo, tenía unas grandes ojeras, su tez era aún mas pálida y su ropa estaba tan arrugada
"Hermano" "Hermano"
Escuchó una voz llamándolo
── ¿Tsutako?- no resivio respuesta, salió del baño mirando ambos lados tratando de encontrar a su hermana, solo estaban los estudiantes que pasaban por los pasillos pues era el receso
"Hermano" "Ven conmigo" "te quiero mostrar algo"
Entre todos los estudiantes que pasaban pudo divisar la figura de su hermana
── ¡Espera Tsutako!..- gritó al ver como su hermana se alejaba corriendo del lugar, decidio seguirla
Los estudiantes que pasaban por los pasillos miraban extrañados a su profesor de Educación Física correr por los pasillos gritando el nombre Tsutako, lo perdieron de vista al ver como este parecía ir en dirección a la azotea, algunos estudiantes decidieron ir a buscar a otro profesor
── ¿Que me quieres mostrar, Tsutako?- pregunto cada vez que se acercaba mas a su hermana, la cuál abrió una puerta el azabache paso por la puerta, pronto su cabellos fueron acariciados por el fuerte viento que pasaba
Con la mirada busco a su hermana, la encontro parada en la orilla del edificio se aterró al verla parada allí, se acercó apresuradamente a donde estaba su hermana tomandola de la mano con intención de quitarla de allí, en un cerrar de ojos el estaba parado a la orilla del edificio a un lado de su hermana
── Hermano, sabes que esta es la única manera de dejar de sufrir ¿verdad?- se quedó callado
Las personas que estaban abajo paseando tranquilamente pronto se dieron cuenta que había alguien en la azotea, un gritó de terror escapó de los labios de un rubio quien estaba acompañado de sus dos amigos al ver a su profesor en la azotea la cual se suponía que nadie podía ir.
Aquel grito hizo reaccionar al pelinegro, la imagen de su Hermana desapareció, se dio cuenta de algo todo sobre su hermana habia sido una alucinación causada por no dormir en 6 días── ¡Tomioka-Sensei alejese de ahí, por favor!- escuchó desde abajo
── Tanjiro....- al hacer esto casi pierde el equilibrio- ¡Yo...!- escuchó como la puerta detrás de el era abierta
── ¡Giyuu no te muevas!- sin voltear reconocio la voz de la persona que antes le había hablado, era su amigo Rengoku Kyojuro
El profesor de historia se acercaba cuidadosamente a amigo, Tomioka estaba por voltearse en busca de ayuda pues en ese momento el miedo de caerse lo invadía
── ¡Maldito Giyuu! ¿¡Como se te acurre quitarte la vida en una escuela!?- al escuchar aquella voz su miedo se incrementó
Estaba por voltearse a hacerle frente a quien le había gritado cuando un fuerte dolor estomacal lo invadió, sabía lo que venía... Empezó a toser fuertemente tapándose la boca con la mano manchandola de sangre, pequeños pétalos se resvalaban por sus dedos perdiéndose con el viento, las dos personas que estaban allí se quedaron sorprendidos al ver como su amigo tosia pétalos, al mirar detalladamente vieron como pequeñas espinas caían al piso con lo que parecía sangre, el ataque de tos seguía
Todo paso muy rápido, mientras tenía su ataque de tos resbalo callendo del edificio, lo último que vio antes de caer fue la cara de horror de sus amigos
── ¿Hize algo malo para acabar así?- se pregunto mentalmente mientras caía del edificio con lágrimas en sus ojos- Siempre fui alguien bueno... seguí las reglas... no lastime a alguien- sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentir su cuerpo chocar con el frío pavimento del piso, la sangre no tardó en salir de su cabeza
Si antes sentía cansancio ahora estaba mil veces peor, el fuerte aroma a sangre le había llegado, su cuerpo no reaccionaba se sentía mas cansado, le costaba mantener los ojos abiertos sin mencionar que no podía hablar
── Si pudiera regresar en el tiempo me gustaría evitar esto... Me gustaría tener una segunda oportunidad para evitar esto..- todo quedo en blanco, su mente y alma se alejaron de allí dejando solo su cuerpo que ahora era un cascarón vacío
Entre tanta oscuridad vio una luz camino hacia ella, sentía que debia hacerlo...
Poco a poco abrió los ojos, sus audición y visión estaban fallando── ¡Feliz Cumpleaños Giyuu!- escuchó al recuperar la audición, reconoció aquellas voces
── ¿Tsutako? ¿Sabito?- pregunto sorprendidó viendo a sus hermanos extendiéndole un pastel
── Pero... ¿No estoy muerto? O acaso ¿esto es el cielo?- el de cabellos color durazno dejo el pastel en la mesita de noche de su hermano
Saco su telefono mostradole la fecha al pelinegro, leyo la fecha, hoy era 8 de febrero del 2014. No era posible...
── Yo... ¡Eh viajado en el tiempo!- grito en sus adentros para desmayarse