Misión de dos

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Los días en aquel lugar son inexpicables,cada día que pasa para Mauricio sentía que ya no podía más su cuerpo había dejado de ser el mismo; hay veces en la que se le cae la piel, los labios los tiene cuartiados,tiene varias heridas en su cuerpo ni quisiera dormir puede no hay un momento en el que pueda descansar aunque sea cinco minutos daría lo que fuera por un poco de descando,existen ocasiones en los que siente morirse pero simplemente no puede ya que nuevamente su cuerpo queda como nuevo y la tortura inicia, otra vez.

Y luego está ella. No dejaba de pensar en aquella mujer llamada Nahama,de vez en cuando ella se encargaba de torturarlo junto con sus demás compañeros y parecía disfrutarlo sin embargo Mauricio pensaba que había algo más en ella pero también había un problema ¿ cómo podría adivinar cuál era el problema? De vez en cuando la observaba dándose cuenta que aunque era una de las mejores servidoras del mal se distraía fácilmente y se perdía en sus pensamientos olvidándose de los demás y de su alrededor, era un demonio distraída y olvidadiza, Mauricio se había dado cuenta que de vez en cuando ella lloraba a solas y a escondidas aunque esas lagrimas se evaporaban debido al calor que gobernaba en aquel lugar.

Mientras caminaba pensaba en como comprobar su inocencia pero ninguna idea llegaba a su cabeza y si llegaba algo se esfumaba rápidamente, comenzaba a resignarse a estar en aquel lugar, poco a poco su esperanza se acababa.

Aquel día se sentó en una piedra sin importarle lo caliente que esta estaba y que había serpientes que lo mordían causándole mordidas, heridas pero ya no le importaba nada, incluso llego a pensar que si la posibilidad de suicidio existiera en aquel lugar lo intentaría para poder acabar con su tortura de cada dia.Mientras pensaba en aquello escucho una voz molesta, chillona y desesperante, era Mahana asi que soltó un suspiro, rodó los ojos e hizo una mueca, ella se acercó a el cruzo sus piernas y empezó a hablar.-

Mahama: ¿Qué tal tela estas pasando? Te diviertes?

Mauricio : Eso es una pregunta tonta pero voy a responderla; por supuesto que me la paso bien, disfruto del calor que me abruma día a día ,amo ver como mis zapatos se derriten y luego de unos días los vuelvo a tener, me gusta cuando me torturan, asi que...si me estoy divirtiendo.

Mahama: ay ya entendí deja de ser aburrido. Te he buscado por que Dios quiere vernos, a los dos asi que levántate y vamos.

.-Mauricio respondía con sarcasmo diciendo que se divertía aunque él sabía que no y solo esperaba a que ella entendiera su sarcasmo, al escuchar lo último volteo a mirarla¿ para que los quería Dios? La verdadera pregunta que él se hacía era ¿por qué lo llamaba a el? No dijo nada ni cuestiono sobre ello solo se levantó y la siguió ,caminaron por un largo camino hasta salir del infierno, pasaron por todos los niveles y Mauricio nuevamente observo las torturas que reciban los humanos que habitaban el lugar, se dio cuenta que salieron del lugar porque ahora todo parecía arenoso y solitario asi que comenzaron a caminar, ambos iban en silencio, el metió su manos en los bolsillos de su pantalón, observó cómo sus zapatos volvían como nuevos pero eso no le sorprendió en absoluto, ya había observado todo , ya nada le asombraba. Lo único que disfruto era que el aire que se respiraba no tenía el olor a azufre característico del infierno asi que por un momento disfruto de ello sin importar que este lugar era extraño.

Siguieron caminando pasaron por un lugar lleno de serpientes, otro donde habían alacranes, en el tercer lugar habían leones enormes, más grandes que un ser humano sin embargo se dio cuenta que en ningún momento aquellos animales quisieron atacarlos parecían hipnotizados, eso fue algo que también le sorprendió. Comenzó a sentirse cansado pero disimulo-

Mauricio: ¿Cuántas horas llevamos?

Mahana: Llevamos tres días nos faltan dos.

Mauricio: ¿Qué?

Mahama: asi llevamos días, aquí el tiempo es diferente, no hay día ni noche por lo tanto nunca sabes cuando acaba el día y cuando inicia además de que para Dios un día es una semana, una semana un mes y un mes un año, las horas no existen aquí.

-Él se sentía cansado, quería reponerse pero no podía, no había tiempo para descansar. Luego llegaron a un campo, habían conejos, pajaritos volando y muchos árboles, en aquel lugar se respiraba aire puro, se sentía la tranquilidad y la paz, aquella paz que en tanto tiempo deseo tener aunque sea por unos instantes luego siguieron caminando, llegaron a un camino parecido a las nubes y al final había una puerta enorme formada por rejas que parecían echas de oro asi que caminaron por ese camino, era tan suave que quería quedarse en él, llegaron frente a la puerta y esta se abrió dejándolos entrar siguieron caminando hasta llegar a un lugar parecido a donde se había llevado acabo el juicio de Mauricio asi que este sintió escalofríos recordando todo lo que el había vivido allí .-

Hemos llegado señor.

-Menciono la mujer arrodillándose, Mauricio al verla emito su acción y agacho su rostro.-

"Bienvenidos al cielo Ma..."

Mi nombre es Mahana señor.

"Bienvenidos al cielo Mahana y Mauricio. Iniciare contigo Mahama la razón por la que he pedido que vinieras es porque me he dado cuenta que en el libro de la vida no aparece un asesino serial que ya debería estar en tu reino sin embargo cada vez que le toca morir no aparece en la lista, aparecen más personas pero el no, si hubiera vendido su alma y cuerpo aparecería en la lista pero no aparece asi que eso comienza a preocuparme, necesitó que por favor lo atrapes, lo lleves al lugar que pertenece, mis ángeles han hecho todo lo posible pero terminan heridos, no sé qué clase de demonio sea o humano porque no es como ustedes o como lucifer y eso comienza a preocuparme, ésa es tu misión, necesitó que lo encuentres"

Si señor....hare lo que usted me pida.

.- Mauricio se quedó sorprendido, ambos estaban con el rostro agachado y el solo escucho.-

" Y tu Mauricio quiero que le ayudes, además he escuchado que afirmas que eres inocente asi que te daré la oportunidad de comprobarlo, les dare tiempo a ambos,tal vez podrían ayudarse.."

Él no podría ayudarme es muy tonto.

Claro que realizaremos las misiones que usted nos ha mandado señor.

-Contesto Mauricio sin reprochar algo.-

"entonces cumplan con las misiones que les he encargado, les entro este reloj cuando este se destruya completamente finalizara su misión y tendrán que volver al lugar que les corresponde."

-Mauricio observo a Mahana, ella estaba cruzada de brazos, era un ser con demasiado orgullo y él no estaba seguro de poder realizar su misión si ambos estaban juntos.-

Cumpliremos con las misiones señor.

.- Dijo este antes de que ambos se fueran del cielo.- 

juicio equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora