Y como era previsto, las hermanas habían tenido sexo por toda la casa después de tomar el desayuno y casi destruir la cocina por culpa de las hormonas alborotadas.
Eran las cinco de la tarde y acababan de arreglar todo el desastre que habían ocasionado en aquel momento de descontrol hormonal: el baño de la habitación de T/n, la habitación de T/n, la cocina, la sala, y casa rincón que usaron para hacerlo y en su hundimiento al pecado. La mansión había sido testigo de la pasión desenfrenada con que esta loca pareja se amaba.
Teniendo planeado una sorpresa para su pelirroja, T/n aprovecharía el que su madre no se encontrara en casa esos días y tenían tiempo disponible. Ambas se encontraban recostadas en la cama de la mayor, abrazadas, acariciandose inocentemente y regalándose uno que otro beso.
Ambas con un agotamiento físico en todo su cuerpo debido al reciente exceso de ejercicio, apenas si se podían mover en la comodidad de la cama. Sobre todo Cheryl, quien se encontraba con un molesto dolor en su intimidad después de tantas veces que lo habían echo, ya que la mayoría del tiempo era la pasiva en la relación, pues no era para más, T/n había aprendido demasiado y habían tenido sexo de todas las maneras posibles, pero sin duda alguna, Cheryl adoraba cuando se lo hacía salvajemente y la tomaba de las caderas para profundizar cada estocada, sintiéndola hasta lo más profundo de su ser, provocando los inminentes y fuertes orgasmos que le sacudían todo el cuerpo. La pelirroja amaba el que su hermana se vuelva una dominante en la cama y le diera a entender que le pertenecía, en cuerpo y alma. Y se lo demostró durante toda la noche y tarde, ultizando juguetes sexuales y complaciendola con casi, más de 8 orgasmos.
T/n:Amor, ya regreso. Voy a casa de Patrick, me pidió que lo ayudara con algo —notifico la ojiverde.
Está de más aclarar en lo gobernada que se había convertido la ojiverde y lo controladora que era Cheryl en cuando a sus inoportunas salidas. T/n debía notificar cada acto que realizaba, sobre todo cuando eran de imprevisto, a la mayor, esas situaciones no le gustaban para nada, más cuando T/n tenía que salir con alguna de sus compañeras de la escuela para algún trabajo, pues no eran para nada discretas las lujuriosas miradas de estas, mucho menos era oculto el hecho de que la ojiverde llamaba la atención de muchas mujeres de no solo sus amigas, si no de todo Riverdale High.
Cheryl:Esta bien —respondió perezosamente— Solo no tardes demasiado, con solo decirme que te vas ya te estoy extrañando —abrazo a su hermana.
T/n:Okay cariño, trata de descansar que está noche saldremos ¡Te tengo una sorpresa! —exclamó emocionada.
Cheryl:Bueno bebe —susurro suspirando cuando T/n le dio un beso, para luego levantarse de la cama poniéndose la camisa en el trayecto, ya que estaba únicamente estaba con una falda y un sostén, termino de poner su camisa y seguido de los zapatos para después salir de la habitación.
Cheryl se había quedado recostada en su cama pensando cómo había cambiado su vida en tan solo meses. No podía creer aún lo que estaba sucediendo entre T/n y ella, su hermana menor, la persona de cual estaba profundamente enamorada. Pero ella sabía lo prohibido que ese amor era, llego a pensar que tal vez la ojiverde no llegaría nunca a corresponder a sus sentimientos, sintiéndose mal por tener aquellos pensamientos lujuriosos con su hermana..., pero claramente estuvo equivocada, T/n si que le correspondía y esos momentos de pasión y entrega total no eran más que las pruebas de su amor.
El amor no siempre llega como nosotros esperamos, tal vez algunas chicas esperaban la llegada de su príncipe azul: su hombre perfecto, pero lastimosamente los sueños no siempre se cumplían de la manera que lo imaginábamos, pero, al contrario del que deseaban, llegara la persona que realmente le entregara su corazón y lo amara, lo protegerá sin importar cuál sea el peligro y ese, ese será el amor real, el amor que esperaba y necesitaba, el amor que realmente valdría la pena. Sin importar las clases sociales ni el que dirán. Tambien esta la posibilidad que en lugar de un el, a su vida llegue una ella, y no podrá compararse al hombre más guapo de la tierra, pero que sobre todo será lo único que desee en el mundo.
No importa si eres gay, hetero, bisexual, intersexual, lo que sea, el amor puede llegar de la manera más inesperada y en la persona menos esperada. El amor no tiende de género o edades.
A Cheryl le sucedió aquello, ella jamás hubiera imaginado enamorarse perdidamente de su hermana menor, y mucho menos, que esta le correspondiera. Estaba más que claro cuánto se amaban ambas antes de empezar con aquella relación clandestina. Como hermanas, Cheryl y T/n era demasiado unidas, su amor fraternal era incomparable, y sobre todo, ambas eran inseparables. La relación frente a los demás que demostraban Cheryl y T/n no era nada nuevo para quienes las conocían, ellas eran así y nunca dejaron de serlo, lo único que cambió fue que cuando se encontraban solas, en la seguridad de alguna de sus habitaciones, ambas se entregaban en cuerpo y alma, pecando por un amor imposible, haciendo que normalmente, un par de hermanas, no harían.
Pensando, y recordando sus momentos junto a la ojiverde, desde antes y después de que todo empezara, se había quedado profundamente dormida, sintiendo, aún, las delicadas caricias de su hermana. Sintiendo inconscientemente, los besos quemando cada centímetro de su cuerpo. Sintiendo el calor que estos brindaban sudorosos fundiéndose mientas se entregaban mutuamente.
T/n, por otra parte, se encontraba feliz y triste al mismo tiempo, aquellos dos sentimientos golpeando fuerte en su interior. Opacando la tristeza, su felicidad de poder estar junto a la persona que amaba, pero siempre estando ese melancólico sentimiento de no poder compartir su felicidad a quienes más amaba, como lo es a su madre a quien ella tanto ha admirado y adorado, la mujer que le había regalado la vida. Aquella clandestina relación debía mantenerse oculta por el tiempo que fuera necesario si es que realmente deseaban estar juntas, sin poder contarle a sus amigos, ese era un secreto que mantendrían hasta ser mayores y afrontar las consecuencias.
Pero era más que obvio que ella quería gritarlo a los cuatro vientos y comentarle a todos sus amigos y familia, acerca de lo feliz que la hacía estar junto a su amada. Sin embargo aquello era algo imposible temporalmente, era algo incorrecto, y para poder estar junto a su chica, debía pagar el precio. Estaban juntas como siempre y no habría poder ni fuerza humana que las separaran, eso era seguro.
La ojiverde había llegado a su destino y luego de un tiempo, disponiendose a arreglar todo para la noche romántica que tenía planeada para Cheryl.
Tiempo después, la ojiverde había logrado dejar todo como lo había planificado, sabia que su pelirroja amaría el detalle. La menor había tardado un poco más de tiempo del que se había imaginado, pues se encontraba sola. Solo tal vez pudo haber terminado antes de lo que lo hizo, si hubiera tenido ayuda. Pero se encontraba ella sola hundida en un clandestino y pecaminosos amor, es amor prohibido y pecaminosos de amor, ese amor prohibido pero verdadero, ese que todos alguna vez soñaron.
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T/n:17
Cheryl:20
Esas son sus edades actualmente
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