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—Hola, amor.

Ayeon dejó caer sus cosas al suelo y envolvió al chico en un gran abrazo.

—Oye, relajate, todavía se está recuperando.— Taeil aconsejó mientras Donghyuk despeinaba el cabello de la niña. Ayeon se acomodó en la cama junto a Donghyuk, con los brazos todavía alrededor de su torso, apoyándose en su hombro.

—¡Me asustaste, pensé que no te ibas a despertar!— Exclamó Ayeon. Donghyuk solo se rió entre dientes, apretando su mejilla.

—No, solo estaba recuperando todo el sueño perdido por despertarme en medio de la noche porque pensaste que habías visto un fantasma.— Donghyuk bromeó.

—Yah.— Dijo Ayeon, lanzando una mirada al chico. Donghyuk solo le dio una sonrisa descarada. —De todos modos, escuché que mi ángel pasó todas sus pruebas.— Dijo Donghyuk. Ayeon asintió con la cabeza.

—Todas y cada una de ellas. Pero lo habrías sabido antes si no hubieras estado a punto de morir.— Dijo Ayeon, tocando la sien de Donghyuk.

Taeil se aclaró la garganta para recordarles a los dos que todavía estaba allí y Ayeon inmediatamente se puso roja de vergüenza.

—Ayeon, creo que todavía te faltan algunas cosas.— Taeil señaló.

—Cierto.— Ayeon todavía no había jurado lealtad a la pandilla, ni había recibido su chaqueta y su tatuaje.

Taeil sonrió mientras se levantaba y abría la puerta, donde Taeyong estaba parado afuera, con una chaqueta de fénix en la mano.

—Creo que tenemos algunos asuntos pendientes por resolver

...

—¿Cómo te queda?— Taeyong preguntó mientras Ayeon miraba su reflejo en el espejo. Se ajustó la chaqueta de cuero que llevaba.

—Esta un poco... Dura.— Admitió Ayeon, ganándose pequeñas risas de los miembros de la pandilla en la habitación.

—Eso es porque es nueva. Después de una semana se sentirá perfecta.— Taeyong la tranquilizó, cruzando los brazos antes de mirar a Taeil.

—Vamos a dejar que ustedes dos tengan su tiempo a solas ahora.— Taeil dijo levantándose. Él y Taeyong salieron de la habitación, dejando a los dos solos.

—¿Cómo te sientes?— Preguntó Ayeon, tomando asiento en la cama de Donghyuk.

—Un poco dolorido, pero Taeil dijo que es normal.— Donghyuk le dijo.

—¿Dijo cuánto tiempo te tomará curarte?— Donghyuk se encogió de hombros.

—Una semana hasta que pueda empezar a montar de nuevo. Podría tomar un mes más o menos para que se cure por completo.— Donghyuk le informó.

—Así que deberías cuidarte.— Dijo Ayeon, entrecerrando los ojos. Donghyuk solo sonrió.

—Oh, por favor, tú y yo sabemos que eso no sucederá.— Dijo Donghyuk, ganándose una ligera palmada en el brazo. —Ay. — Donghyuk dijo con un puchero, fingiendo estar herido.

Ayeon negó con la cabeza. —Eso es lo que obtienes por ser imprudente.

Donghyuk miró a la chica frente a él, la esquina de sus labios moviéndose hacia arriba.

—¿Qué?— Preguntó Ayeon, notando la mirada que el chico le estaba dando.

—Estás preciosa.— Dijo Donghyuk, agarrando su mano y sosteniéndola entre las suyas. —Y esa chaqueta te queda particularmente bien.

Ayeon sintió que su corazón se aceleraba y se acercó más al chico. Ella tomó sus mejillas entre sus manos, sus ojos se movieron hacia sus labios antes de cerrar el espacio entre ellos.

¹𝐃𝐀𝐑𝐊 𝐒𝐓𝐑𝐄𝐄𝐓𝐒 ─ 𝗹.𝗱𝗵 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora