Rengoku Kyojuro, actual pilar de la llama, un joven alto y apuesto, musculoso y muy alegre
Su risa escandalosa fue lo que había cautivado al joven Kamado; aquel pequeño niño con una cicatriz peculiar en la frente
Ambos hombres eran la vil imagen de un sol, todos podían jurar que eran jodidamente perfectos, tan perfectos que el mismo universo podría tenerles envidia
Después de que el pilar haya demostrado su incomodidad ante la presencia del demonio que el pelirrojo cargaba sobre su espalda el patrón lo había asignado cómo su mentor en ausencia del pilar del agua, Giyuu Tomioka
Tras meses de compañía ambos habían desarrollado un sentimiento más allá del de Maestro-Alumno, podría ser amistad, podría ser simple atracción, ninguno lo tenía claro, lo único que sabían es que se sentían extremadamente bien cuando estaban juntos
Unos pequeños calambres nada dolorosos, más parecidos a un hormigueo en la parte baja de su estómago se hacían presentes cada que el Kamado iba a casa de los Rengoku a entrenar, ya sea con los dos Rengoku menores o con su mentor y el pilar de la serpiente, había incluso días en los que los 4 entrenaban juntos!, podía jurar que Obanai lo miraba con odio cuando él alegre rubio le sonreía; esos pequeños calambres que se intensificaban aún más cuando Senjuro u Obanai los dejaban solos
Pero claro, no todo puede ser de color rosado con olor a caramelo, o bueno, no en un mundo que estaba pasando por una época donde dos razas peleaban, una por su supervivencia y otra por el dominio sobre la primera, la guerra sangrienta que cobraba la vida de muchas personas inocente, desde niños hasta adultos, una terrible batalla a la que no se le veía un final con victoria para los humanos
Después de estar completamente recuperados de una serie de misiones que tuvieron durante dos semanas enteras durmiendo 3 horas cada 26 horas era momento de partir a la misión del misterioso tren que devoraba personas, o bueno, eso era lo que decían las malas lenguas de cazadores que lograban salir con vida de ahí
Para su suerte o su desgracia el gran Kyojuro Rengoku iba acompañado del trío de cazadores más escandalosos que se pudo haber topado, Inosuke, Zenitsu y su tsuguko, Tanjiro
El Pilar del Sonido había insistido en ir el en su lugar, tenía un muy mal presentimiento, incluso Iguro había tratado detenerlo, hasta su hermano al ver la insistencia de los otros dos pilares pero el terco pilar subió al tren con los otros tres arrastrando por detrás