Stalking; Jeon Jungkook & Kim Taehyung +¹8 [Reescribiendo]

Capitulo 2 | Blood & Black

"Al parecer las casualidades persigue vuestros pies y los escenarios son más específicos que vuestro presunto asesino que aún no se ha dejado ver.

Inofensivo, común y corriente a de lucir como el resto, es un ángel a vista de todos sus espectadores manipulados, ¿Quién puedo ser?."

Viernes: 26 de febrero; 2010

Y la historia seguía luego de cuatro años más.

En aquellos momentos no hice cosas importantes. Ese año, en el que comenzaría la universidad había sido pesado, me fuí de Seúl y principalmente me había dado la oportunidad de experimentar lo que sería un empleo de medio tiempo para cubrir mis gastos, debido de haber perdido la beca que mi hermana había conseguido para una universidad en Seúl altamente costosa. Pues sí, el avión me había dejado en Daegu, el chófer de Arthit me había llevado a Seúl, terminé los trámites y escapé usando el dinero de mis ahorros con el que contaba, saliendo de allí lo antes posible y a pasar a experimentar la vida reprimida que tanta curiosidad me había dado en vivir, que en algún momento de mis primeros cuatro años tuve y no alcanzaba a recordar más que imágenes borrosas de mis memorias. No era tan complicado como había creído y me habían dicho todos en aquella casa que abarcaba la mayor parte de mis recuerdos en Tailandia; pero si debía de admitir que había sido muy trabajoso para ser una joven adulta ya acostumbrada a que hicieran todo por mí, pero tampoco me sentía a gusto, no estaba complacida; y creo que el hecho de estar muy aprensiva fué lo que de verdad me ayudó a no caer de rodillas, aunque pensé reiteradas veces en volver a casa de mis padres o retomar los estudios en esa dichosa universidad.

Pasé todo mi primer año en Busan trabajando y ahorrando para pagar una matrícula en alguna universidad, alejándome de el tráfico desmesurado de Seúl y evitar encontrarme con los restantes de la familia Kim a sabiendas de que sus residencias estaban allí y que no sería muy bueno un encuentro después de aquella elección de mi parte que había dejado claramente en cara de todos que no tenía deseos de recibir su apellido y que tampoco pensaba relacionarme. Aunque después de todo, semanas después de haberme fugado de Seúl, cuando salía del trabajo en una cafetería por las noches, en una de esas estanterías de noticias de los escaparates de las tiendas de las calles por las que concurría, habían anunciado el asesinato de el matrimonio Kim en su propiedad, los dueños de Kim's Biologic Tecno, hoteles, restaurantes y otras propiedades; incluyendo a su hijo que de haber sido el futuro otro, estaría comprometida con él, y el menor de ellos, que había desaparecido luego de la tragedia, nadie logró encontrar rastros del hijo menor, nadie sabía si seguía con vida o no, o si al menos estaban sus restos en el país.

Me llevé la impresión de todo eso, me causó terror, comprendí ese día que la razón de su ausencia había sido esa lamentable desgracia. Pero no pude hacer más que mezclarme entre el mar de civiles como uno más de ellos, no podía hacer nada más que sentir lástima por ellos, ya que, como poco había presenciado, esa familia era la única con tanto poder que había mantenido sus corazones bondadosos.

A la final, no pude esconderme por mucho tiempo, por mucho que me haya mudado y me hubiera adentrado a una gran variedad de barrios al que menos sería propensa de visitar o donde menos me buscarían, Gian y Arthit habían llegado a mi deteriorada puerta en un barrio poco concurrido en una pequeña parte de Daegu, dónde las paredes parecían hacerse más pequeñas cada vez, un departamento pequeño y destartalado de una sola habitación que sólo contaba con un refrigerador pequeño y un colchón, oh, y las ratas que cuchicheaban en el techo. Por supuesto, mi hermana me reprendió y me dijo que no iba a permitir que viviera en esas condiciones, me gritó y preguntó incontables veces el por qué no le había dicho nada y sólo había escapado así sin más, a la final después de hacer preguntas, me hizo salir de allí y me llevó a Busan, me dejó en una casa privada, con patio y todo, pero quedaba muy lejos de la universidad que había elegido y a la que me había cambiado apenas después de dos meses de haber entrado; no duré mucho tiempo allí, decidí buscar hogar en otro lugar por qué tenía vecinos muy ruidosos y parecían no temerle a las denuncias.