Snacks I (Bronces y dorados)

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Gracias por sus lecturas y votos.

Este capítulo es algo random.

DISCLAIMER: Saint Seiya pertenece a Masami Kurumada.

—Bien, está listo —dijo Mu con orgullo mientras secaba el sudor de su frente—. El templo de Aries ya está restaurado, barrido y trapeado, nos llevó un buen tiempo pero finalmente está listo.

—Mire, maestro, ¿no es genial? —le dijo el pequeño Kiki que levitaba para no manchar el piso, mientras con su telequinesis pasaba un paño en la armadura de Aries para terminar de pulirla.

—Sí, Kiki, bien hecho. Ahora nos merecemos algo de jugo de...

Antes de que pudiera terminar su oración, Seiya pasó corriendo siendo perseguido por Hyoga, dejando grandes marcas de zapatos en el piso.

—¡Cálmate, pato!

—¡Esas son MIS papitas!

—¡Seiya, Hyoga, vengan inmediatamente a limpiar su desastre! —gritó Mu, pero no sirvió de nada, por lo que suspiró resignado— No explotes Mu de Aries, no explotes...

—¡Sí, papitas! —gritó Kiki como buen niño pequeño, para perseguir a los caballeros de Pegaso y Cisne.

Lo único que pudo hacer Mu, fue contar hasta diez y colocar una amarilla y visible señal de "Piso mojado" en ambas entradas de su templo. Nadie volvería a molestarlo al menos por media hora... y quien lo hiciera vería sus estrellas revolucionadas.

Así fue, más o menos, en los siguientes cinco templos: Aldebarán no estaba, pero ya había hecho su limpieza; los gemelos Saga y Kanon estaban peleando sobre quién iba a pulir las columnas de mármol, por lo que no se dieron cuenta de los chiquillos que pasaron corriendo por su templo; Deathmask tenía un reproductor de música a tan alto volumen que eso evitó que enviara a los "mocosos" alYomotsu Hirasaka, junto con las últimas almas que merecían su descanso eterno y abandonar las paredes del templo de Cáncer; Aioria estaba quitando telas de araña y, como Seiya sin querer movió la escalera en la que estaba, se molestó mucho y envió a Ikki (a quien le ordenaron echarle una mano con la limpieza) que le diera una lección (algo que no era problema para el pollo rostizado, digo Fénix); en Virgo, Shaka le mostraba las maravillas del té verde a Shun, por lo que al ser interrumpidos en su momento de paz y tranquilidad, estuvo a punto de quitarles los sentidos, pero Andrómeda amablemente y con una sonrisa nerviosa se ofreció ir a detenerlos.

Lo que los llevó al templo de Libra, donde estaban Dohko, arreglando una gotera mientras tarareaba una canción que nadie que no fuera su único contemporáneo reconocería (los jóvenes de ahora pierden las buenas costumbres, dice de vez en cuando), y Shiryu, quien, completamente apenado y creyendo que no era necesario, clavaba un letrero en la entrada del templo que decía: "Nada de hacer chistes sobre la casa de Libra".

—Seguirán haciendo esos chistes —concluyó el pobre Dragón, justo antes de fijarse en que Seiya y Hyoga venían hacia él a toda velocidad—. ¡Oigan, esperen!

Muy tarde, los tres mencionados chocaron y terminaron en una graciosa torre humana. Eso no detuvo a Ikki para atrapar a Seiya en el instante y zarandearlo por imbécil, según él, y a Shun para detener a Ikki y Hyoga de darle una paliza al pobre Pegaso.

¿Y Kiki? Veía feliz la escena mientras comía las papitas que habían volado en el aire durante el choque.

—¡¿Qué están haciendo?! —gritó el rejuvenecido viejo maestro.

—¡No es mi culpa, maestro! —se excusó rápidamente Shiryu, mientras trataba de detener a sus amigos... ¿medios hermanos? Su loco grupo, pues. Finalmente detuvieron su pelea y trataron de dar sus excusas, digo explicaciones.

—¡Seiya me quitó mis papitas! —gritó Hyoga.

—¡Tú no quisiste compartir!

—¡¿Cómo te iba a compartir si parecía que te querías quedar toda la bolsa?! ¡Te acabaste TUS snacks anoche, por tragón!

—¡Pues eso no les da derecho a correr por Leo! —dijo Ikki— Ahora me enviarán a limpiar otra vez, y si eso pasa lo haré con sus cabezas.

—Hermano, por favor cálmate —intervino Shun antes de que hubiera otra pelea—. Estoy seguro de que podrán resolver esto fácilmente.

—A ver, a ver, ¿todo este embrollo por una fritura? —interrumpió Dohko, confundido.

—Son deliciosas —intervino el pequeño Kiki mientras extendía la bolsa—. ¿Quiere?

—¡Kiki! —exclamaron los caballeros de bronce, unos enojados y otros preocupados por dos cosas: eso agravaría el enojo del pato, digo Hyoga, y Mu los mandaría a revolucionar sus estrellas por darle alimentos no nutritivos a su discípulo.

—¡Silencio! —los regañó Dohko mientras examinaba la información nutricional y la lista de ingredientes de la bolsa— Esto está lleno de químicos... ¿por qué los comen? Deberían escoger refrigerios naturales, como frutas, o ir a Rodorio por sus propias papas y cocinarlas ustedes mismos.

—Es que... Kiki tiene razón —dijo Shiryu, un poco nervioso por el enojo de su maestro—, son deliciosas, una no le hará daño, maestro.

—Bien —dijo Dohko luego de examinar la mirada de los niños ahí presentes, digo caballeros—. Pero eso no los exime del día de limpieza en los templos —agregó antes de probar esas famosas snacks.

Y desde ese día, algo cambió dentro de Dohko...

—¡Shion, debes probar esto!

¿Qué pasó ahí? Bueno, CONTINUARÁ...

Sé que está fumado, pero imaginarlo es gracioso, de veritas (?

Gracias por leer y hasta pronto.

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⏰ Última actualización: Aug 23, 2021 ⏰

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