🤍Love Sweet Love🤍 ｡:ﾟSunKi/Sungsunﾟ:｡[Editando]

°27°

Mientras preparabamos las galletas, me la pasé pensando en nuestra situación y en cómo declararme.

Ambos sabíamos de nuestros sentimientos, pero aún así, nos daba algo de vergüenza confesarnos y oficializar.

SunWoo tocó mi hombro para avisarme que las galletas estaban listas.

–Déjame sacarlas del horno.

Me ofrecí, para evitar que se quemara por casualidad, él simplemente asintió con una sonrisa.

Colocamos una tela húmeda sobre la mesa para poner la bandeja de galletas sobre ésta.

–Huele muy bien, creo que para ser nuestra primera vez, nos quedaron geniales.

–Aún no cantes victoria, nos falta decorarlas..

[...]

Vimos algunas películas con temática de San Valentín mientras comíamos las galletas hechas por nosotros mismos. Para sorpresa de ambos, no habían quedado tan mal, y agradecí que no se nos quemaran.

–¿Ahora que hacemos?

Preguntó Sun, colocando su cabeza sobre mi hombro, por la ventana se asomaba el atardecer, iluminando el lugar con una luz naranja, entonces, se me ocurrió una idea.

–Ya que no quieres jugar videojuegos, hagamos algo más romántico..

Sus ojos mostraban curiosidad mientras me observaban.

–Sígueme.

Dije levantándome del sofá, con él a mis espaldas. Fuimos al segundo piso, caminando por el pasillo que llevaba a mi habitación, antes de llegar miré al techo, y le señalé aquella puerta sobre nosotros.

–Eso es un..

Asentí con una sonrisa.

–Ático.

Completé, estirándome todo lo que podía para alcanzar la corta cuerda que colgaba de la puerta del techo. Cuando al fin la alcancé, tiré de ella, abriéndola y dejando ver una escalera de madera. Desafortunadamente ésta no llegaba ni a la mitad de nuestra altura, por lo que necesitaríamos una silla para subir.

Mi habitación estaba técnicamente al lado, por lo que entré a ésta y tomé la silla que estaba al lado de mi armario, llevándola hasta donde estaba el ático, justo abajo de éste.

–Ésto me da algo de miedo..

Habló SunWoo mientras tiraba de mi remera, giré en mi lugar para ponerme frente a él.

–Tranquilo, te va a gustar.

Le sonreí para reconfortarlo y volví a lo mío, subí a la silla, y luego me colgué de la escalera, logrando entrar al ático.

–Tu turno, Sunsun.

Animé al notarlo algo inseguro, soltó un suspiro y empezó a subir de la misma forma que yo había hecho.

Una vez estuvimos ambos arriba, tomó mi brazo y analizó todo el lugar con la mirada.

–Cuando era pequeño, mi madre solía pintar en éste ático, era su lugar reconfortante, y mientras ella pintaba, yo sólo la acompañaba junto a SungHoon..