No soy dueño de Naruto ni de ninguno de sus personajes, al igual de que no soy dueño de los personajes de Harry Potter solo soy dueño de este intento de fanfic. Todos los derechos a Masashi Kishimoto y J.K Rowling respectivamente.Bueno estoy muy nervioso porque esta es mi primer historia, y algo que no quiero es que sea un fracaso total. Haci que no me queda nada más se que pedirles que me perdonen los errores ortográficos y disfruten del primer capítulo.
"hablar" personaje hablando.
"Hablar" personaje pensando.
"Hablar" nombres de los hechizos.
(Hablar) palabras del autor o aclaraciones.
############ Cambio de escenario o lugar.
capítulo 01: El niño que vivió.
El hombre no puede obtener nada sin dar algo a cambio. Para crear, algo de igual valor debe perderse. Esa es la primera ley de la alquimia de Equivalencia de Intercambio.
Sí para salvar una vida debes de sacrificar más de una, el intercambio se hará, lo mismo pasa si quieres salvar mas de una, al final una vida debe perderse, eso es Alquimia en su estado más puro. Uno en el que toda acción trae una consecuencia, después de todo. En esta vida todo esta conectado, por lo tanto
Uno es todo y todo es uno.#################################
Número 4 Primer drive: Martes por la mañana.
EL señor y la señora Dursley, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente. Eran las últimas personas que se esperaría encontrar relacionadas con algo extraño o misterioso, porque no estaban para tales tonterías.
El señor Dursley era el director de una empresa que fabricaba taladros. Era un hombre gordo y bajo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, rubia y tenía un cuello casi el doble de largo de lo normal, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de la valla para espiar a sus vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos no había un niño mejor que él.
Los Dursley tenían todo lo que querían, pero también tenían un secreto, y su mayor temor era que lo descubriesen: no habrían soportado que se supiera lo de los Potter.
La señora Potter era hermana de la señora Dursley, pero no se veían desde hacía años; tanto era así que la señora Dursley fingía que no tenía hermana, porque su hermana y su marido, un completo inútil, eran lo más opuesto a los Dursley que se pudiera imaginar. Los Dursley se estremecían al pensar qué dirían los vecinos si los Potter apareciesen por la acera. Sabían que los Potter también tenían dos hijos pequeños, pero nunca los habían visto. Los niños era otra buena razón para mantener alejados a los Potter: no querían que Dudley se juntara con unos niños como aquéllos.
El señor Dursley canturreaba mientras se ponía su corbata más ridícula para ir al trabajo, y la señora Dursley parloteaba alegremente mientras instalaba al ruidoso Dudley en la silla alta.
Ninguno vio la gran lechuza parda que pasaba volando por la ventana.
A las ocho y media, el señor Dursley cogió su maletín, besó a la señora Dursley en la mejilla y trató de despedirse de Dudley con un beso, aunque no pudo, ya que el niño tenía un berrinche y estaba arrojando los cereales contra las paredes. "Diablillo", dijo entre dientes el señor Dursley mientras salía de la casa. Se metió en su coche y se alejó.
Al llegar a la esquina percibió el primer indicio de que sucedía algo raro: un gato atigrado estaba mirando un mapa de la ciudad. El señor Dursley no se dio cuenta de lo que había visto, pero luego volvió la cabeza para mirar otra vez. Sí había un gato en la esquina de Privet Drive, pero no vio ningún plano. ¿En qué había estado pensando? Debía de haber sido una ilusión óptica. El señor Dursley contempló al gato. Éste le devolvió la mirada. Mientras el señor Dursley daba la vuelta a la esquina, observó al gato por el espejo retrovisor: en aquel momento el felino estaba leyendo el rótulo que decía 'Privet Drive' no podía ser, los gatos no saben leer los rótulos ni mapas. El señor Dursley sacudio la cabeza y alejó al gato de sus pensamientos. Mientras iba a la ciudad en coche no pensó más que en los pedidos de taladros que esperaba conseguir aquel día.
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Naruto el alquimista de Hogwarts
RandomNo se qué poner. . . . . . . No soy dueño de Naruto ni de ninguno de sus personajes, al igual que no soy dueño de los personajes de Harry Potter solo soy dueño de este intento de fanfic. Todos los derechos a Masashi Kishimoto y J.K Rowling respectiv...