𝑠𝑢𝑛𝑔𝑠𝑢𝑛//
« Sunoo tiene Trastorno de Identidad Disociativo, él es una de las cinco personalidades distintas compartiendo un mismo cuerpo, mientras intenta estudiar fotografía en la universidad, allí conoce a Sunghoon, su nuevo compañero de c...
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El tiempo siguió pasando, y Sunoo hubiera querido que algo de su relación cambiará luego de aquel pequeño beso que Sunghoon le había dado, pero para su suerte, o desgracia, no avanzaron mucho más.
Si, solían salir caminando de la mano, y las muestras de afecto del mayor, como los abrazos o los mimos en el cabello, aumentaron, y a Sunoo le encantaban.
Pero no hubo más besos, al menos no en los labios, a veces Sunghoon dejaba un beso en su frente al dormir o en su mejilla al despedirse.
Y Sunoo quería besarlo con muchas ganas, pero era muy tímido, se sentía muy torpe e inseguro para dar un simple paso y besarlo de una vez.
"Sólo ve y bésalo" le dijo Sunwoo, cansado de que estuviera todo el día pensando en los besuqueos con su compañero de cuarto.
"Como si fuera tan fácil".
"Sólo tienes que ir y comerle la boca, cobarde".
"Prueba besándolo tú a ver si es tan fácil, Sunwoo" Sunoo rodó los ojos.
"Soy hetero, no voy a besar hombres".
Sunoo decidió ignorarlo, tuvo que esperar hasta las seis de la tarde para que Sunoo terminara sus clases y regresara al cuarto, con escuchar sus pasos fue hacia la puerta para mirarlo con los mejores ojitos de cachorro triste que pudo poner.
Funcionaron en seguida porque Sunghoon lo miró e hizo un leve puchero, cerrando la puerta detrás de él.
- Owww Sunsun- tomó sus mejillas con suavidad, acariciándolas con sus pulgares, de inmediato el castaño sonrió - ¿Tienes mimitis?
- ¿Mimitis?
- Falta de mimos, puede ser crónica, muy grave.
- Creo que tengo mimitis - dijo, asintiendo.
Sunghoon dejó un besito en su frente.
- Vamos que te doy abrazos y mimos para tu mimitis, Sunsun- dijo, tomando su mano y yendo hacia el dormitorio, se quitó su abrigo y dejó el bolso de la universidad a un lado, para luego echarse, junto con el menor, sobre su cama.
Sunoo apoyó su mejilla sobre el pecho del mayor, y podía escuchar sus tranquilos latidos, estaba muy calentito, y en el frío de principios invierno se sentía más hermoso, rodeó su cintura con cariño, mientras Sunghoon hacía lo mismo con sus hombros, y dejaba mimos sobre su cabello.
- Eres como un perrito que no vio a su dueño en todo el día- comentó Sunghoon con gracia.
- Me estaba sintiendo algo mal.
- ¿Por qué? ¿Qué te duele? ¿La cabeza de nuevo?
- No, no... - tomó aire antes de decirlo-. Sunghoon... Me preguntaba, ¿Por qué no volviste a besarme?
