Parte sin título 4

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-Karina… yo…tu…tu…me- dice nervioso

- ¡Yako! ¡Yako! – alguien lo llama. ¡Maldición que iba a decirme!

- Lo siento, me tengo que ir – se acerca a mí, me besa la mejilla y me sonríe- hablamos ya mismo- me dice, y se va con sus putos amigos que lo están llamando ¡¿Qué me quiere decir?! ¡QUIERO SABER!

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Estoy en el curso esperando a alguien para que sufra una lenta y dolorosa muerte.

-¡Karina! ¿Qué paso?- me pregunta cínicamente y yo me abalanzo sobre ella

-¡Karina en la cara noo! – se tapa el rostro con las manos

-Eres estúpida o que, ¿porque le dijiste  que quiero hablar con él? ¿Eh?- le digo fulminándola con la mirada y con un puño levantado hacia su cabeza.

-¡Pues fue para que dejaras ese puto miedo!  - se tapa la cara completamente pensando que la iba  apuñetear. La abrazo y le digo

-Gracias, Melissa, pero ¿sabes? No es fácil para mí superar ese puto miedo. Te amo Mai gracias- ella me abraza más fuerte.

-Ya me lo has dicho Karina, pero todos los hombres no son iguales, tienes que ir dejando ese miedo y ¿yo te voy a ayudar si? Puedes hablar con Yako. ¿Ahh?

-No sé, Melissa,  sabes cómo es Yako solo sale con chicas hermosas  y a cada rato las cambia, yo no quiero ser una más del montón, y además está en decimo y yo en quinto.

Nos levantamos y salimos al balcón, pone su brazo en mi hombro

- Pero tiene tu misma edad – yo muevo la cabeza en forma de negación.

-Bueeeeeno, entonces buscaremos a un chico bueno para ti y de tu misma edad ¿Si?- pone cara de cachorro.

- OK-digo porque si le digo que no se convierte en un demonio y comienza a gritar.

-¡Te amo Mai!-dice gritando y me besa en la mejilla

-Yo también Mai

Estamos mirando como un curso sufren con el sexi del Ángel (profesor de cultura física) que en realidad se tendría que llamar Demonio, porque nos hace correr para morirnos que hasta una semana nos acordamos de él después de tener educación física, cuándo  nos agachamos o nos movemos. Maldito! Aun me duelen mis piernas cuando me agacho pero lo perdono por su sexy culo.

 -El me gusta -digo y apunto a un chico que está sentado en las gradas, es alto (bien alto), cabello negro ondulado, delgado, no está mal es simpático. Parece buena persona

-Él va a ser tu novio, Karina ¡ÑAKA, ÑAKA, ÑAKA!- ríe maléficamente

-Me das miedo cuando te ríes así – digo asustada.

-Tranki nos vamos abajo - me guiña un ojo. Me agarra de la muñeca y me baja a rastras hasta llegar a las gradas. Está buscando a alguien. Mierda ya sé por dónde va esto.

-MELISSA ¡SUÉLTAME! NO LO VOY HACER-le grito y  me mira con ojos de asesina. ¡DIOS KARINA NO DESPIERTES AL DEMONIO!

-Karina, tienes que perder el ese miedo es ahora o nunca – lo dice tan pasiva que me da más miedo.

-¡NUNCA!- me empuja y me sienta en las gradas. Me apunta con su dedo.

-¡¡TE QUEDAS AHÍ SENTADA TE GUSTE O NO!! YA VENGO ¿OK?- esta endemoniada. Asiento con mi cabeza- ¡RESPONDE!

-vale- digo tímidamente, la maldita sabe cómo hacerme callar  

LA PROMESADonde viven las historias. Descúbrelo ahora