Deja de Mentirme Con Esas Palabras.

5.5K 289 543
                                    

"Que alguien la calme,

me está poniendo de los nervios.

Tú no la amas... 

Deja de mentirte con esas palabras".

-Pacify Her, de Melanie Martínez.¹

      –¡Oh, Blitzy, pero qué excitante que sugieras algo como esto~...!–.

         Stolas se retorció felizmente contra las cuerdas, plumas alzadas y expectantes, ululeando a gusto mientras su pequeño compañero continuaba presionándolo con nuevos nudos en aquel complicado patrón de bondage. Pronto, el cuerpo semi desnudo del Goetia había sido por completo inmovilizado, brazos apretados contra la espalda y piernas bien sujetas a los barrotes de la cama, como si fuera el prisionero de su propio cuarto. Aquel pensamiento, sin embargo, no parecía preocupar a nuestro querido y emplumado príncipe... Antes bien, su cuerpo entero se estremecía del más puro placer. Sus ojos buscaron a Blitzy, el cual permanecía inmóvil al final de la cama, observándolo con sus ojos amarillos fijos y extrañamente ausentes, como si hubiera hecho una obra maestra que de algún modo no le satisfacía demasiado. Stolas sacudió sus plumas nuevamente, incapaz de contener su entusiasmo.

       –Oh, es tan inusual que tomes la iniciativa en nuestro pequeño 'rodéo sexuel'², cielo~... –murmuró, la voz agitandósele con emoción muy mal disimulada. El búho sonrió, expectante. –¿Qué piensas hacerme, Blitzy? ¿Asfixiarme? ¿Morderme? ¿Someterme con uno de nuestros juguetes...? Oh, dime que al menos tiene que ver con una de las trampas para oso, dímelo... Espera, no, ¡YA SÉ~!–.

         Stolas se incorporó con dificultad, sonriendo ampliamente y emitiendo un ululeo esperanzado.

        –¡Quieres usar el látigo de caballos~! ¿A qué sí, Blitzy, amorcito...?–.

       Contrario al despilfarro de felicidad que su amante esperaba como respuesta, Blitzø tan sólo se rió nerviosamente, agarrándose el cuello de la camisa y ahorcándose ligeramente con él, una gruesa gota de sudor resbalando por su frente. De hecho... durante toda la velada Blitzø se había comportado de una manera algo extraña, como si fuera culpable de algo, desviando constantemente la mirada y al parecer no tan entusiasmado por su noche de pasión aunque él mismo la haya sugerido. Stolas, sin embargo, suponía que ése comportamiento era de lo más normal. Blitzy nunca había sido muy adepto a demostrar afecto, mucho menos a mostrarle abiertamente las cosas que lo encendían. El búho se compadeció. Oh, tal vez el pobrecito se sentía avergonzado... Era su deber demostrarle que no tenía nada de qué temer. Al fin y al cabo... él también había estado bastante nervioso la primera vez que le dijo a Blitzø sobre lo mucho que le gustaban las trampas de oso en... 

        El imp tosió sonoramente, intentando llamar su atención. Blitz suspiró.

          –¡EJÉM! S-sí, bueno, Stolas... Yo, eh... –. Blitzø trastabilló ligeramente con las palabras, visiblemente inseguro, su cola retorciéndose incómodamente a su espalda. Luego, le dedicó una tímida sonrisa. –Prefiriría que fuera una sorpresa, ¿sí?–. El búho abrió los ojos de par en par, complacido.

         –¡Por supuesto! ¡Por supuesto, Blitzy~!–contestó, tratando de acomodarse mejor en la cama para lo que sea que tuviera planeado Blitz. Sus mejillas se tiñeron de rojo mientras sus cuatro ojos se cerraban del más vivo placer. "Oh, va a usar las vendas, seguro... ".  –¡Hazme lo que quieras, jefecito mío~!–.

Deja de Mentirme con Ésas Palabras ★ A Stolitzø Two-shot.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora