Deja de Mentirme con Ésas Palabras ★ A Stolitzø Two-shot.

¿Acaso Ya Estás Satisfecho?

ADVERTENCIA: Contenido sensible en este capítulo (eso incluye: violencia psicológica, menciones de abuso doméstico, sexo gráfico y homofobia en general). No recomendado para personas sensibles a estos temas.

"Porque es mi problema si quiero empacar y escaparme lejos, es mi asunto si siento la necesidad de fumar, beber y coger.

Es mi problema, es mi problema, si siento la necesidad de esconderme;

Y es mi problema si no tengo amigos y siento que quiero matarme".

-Are You Satisfied?, de Marina and The Diamonds.

        Estaba volando, estaba volando lejos. O al menos... Eso creía que estaba haciendo, ¿no? Porque los edificios de Imp City se veían borrosos y bailaban a su alrededor, como burlándose de él. Se chocó un par de veces contra cosas que ni siquiera pudo ver, y se sentía ebrio y extraño, como en un maldito carrusel. Al final, las fuerzas simplemente optaron por fallarle, y cayó lentamente al vacío.

          ... Sólo que no cayó realmente.

          Se hallaba otra vez en el maldito pasillo, vestido de gala como para dar un maldito discurso político. El demonio búho dió varias vueltas sin saber adónde iba en realidad, preguntando de vez en cuando a los gritos si había alguien allí que lo escuchara. Nadie contestó. El pasillo estaba desierto, a no ser por...

           −Bienvenido, hijo mío−.

           El pasillo se abrió abruptamente, dando paso a una enorme jaula para pájaros de color dorado. Stolas terminó ahí adentro sin siquiera saber cómo, contemplando el cerrojo cerrado con los ojos muy abiertos, buscando un pasillo que ya había desaparecido. A su alrededor, todo estaba dispuesto para lo que parecía ser una gran fiesta en las entrañas de una Iglesia Demoníaca. Diversos Overlords y Príncipes de los Ars Goethia lo contemplaban con sonrisas burlonas desde los asientos de madera, incluidos varios rostros que reconoció como los de sus padres, tíos y familia de Stella. No tuvo que ser un genio para darse cuenta que, de hecho, la jaula estaba precisamente ubicada en el altar, en el lugar que le correspondía al novio. Su padre en persona presidía la ceremonia, un demonio búho alto y de abundantes plumas negras, con sus mismos ojos rojos y una inmensa corona de bronce reposando sobre su cabeza.

         −Saludos, hijo mío−dijo, y su voz sonó como un extraño siseo. −Ahora sí podremos iniciar, supongo... −.

        −Padre−dijo Stolas, y sus manos se aferraron a los barrotes de oro con fuerza, acercando su rostro con gesto suplicante. −Padre, por favor, detén esto... Yo no... −.

       −¿Tú no qué, Stolas?−interrumpió otra voz, una voz muy fría y cruel, que él conocía demasiado bien. Vestida con un hermoso vestido blanco de novia cargado de perlas, Stella de Ars Goethia le dirigió una sonrisa burlona desde su puesto, ubicado justo al lado de su jaula, como si fuera el centinela de su pequeña prisión. La princesa se rió con malicia. −¿No tienes los huevos para aceptar a una mujer hermosa en matrimonio, verdad? Apuesto a que ése es el verdadero problema... ¿No está de acuerdo, mi querido suegro~?−.

          −Stolas−. La voz de Paimon de Ars Goethia volvió alzarse por sobre la de su prometida, y los enormes ojos sin fondo de su padre volvieron a clavarse furiosamente en él, una severa expresión de desaprobación en su semblante. −Ya hemos hablado de esto... Stella de los Diabolo es la perfecta unión que nuestra familia necesita. Es una muchacha linda, fuerte y saludable, y, si tan sólo te dignarás a introducirle tu semilla dentro, podría darnos varios herederos nobles que continúen el legado del Grimoir-... −.