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Kageyama sentía los fuertes dedos de Oikawa cavar en la piel de su muñeca, realmente era increíble la precisión y fuerza de aquello falanges ligeramente ásperos seguramente por el excesivo contacto con la bola de Vóley.

Y, mierda, Oikawa Toru le está tocando, en ese preciso momento tenia aquellas prodigiosas y trabajadas manos en rededor de su muñeca, su respiración se había empezado a agitar, su mente incapaz de procesar todo aquello a su alrededor, puede también que Kageyama este sufriendo un corto circuito, puede que todo su cuerpo haya llevado sus nervios más potentes hacia su muñeca derecha, que es donde los dedos de Oikawa se encontraban, su cuerpo está reaccionando de una forma que jamás había experimentado.

Siempre había tenido el control de su propio cuerpo, tanto dentro como fuera de la cancha, había trabajado mucho en dominar sus nervios, en mantener la calma, obviamente solo se necesitó el roce de los dedos de Oikawa para desestabilizarlo completamente.

El bloqueo mental de Kageyama se desvaneció en cuanto los dedos de Oikawa le soltaron, al parecer el castaño le estaba hablando, Kageyama simplemente le siguió hasta dentro de aquella bonita cafetería, aún con su cuerpo zumbando en tensión.

"¿Me estás escuchando Tobio-Chan" La voz de Oikawa aún se escuchaba brumosa en sus oídos. Se habían detenido en una de las mesas del fondo frente el gran ventanal, Oikawa Toru al parecer le estaba ofreciendo el asiento, el castaño incluso había corrido el asiento para el, y ahora le miraba, realmente Kageyama no sabía si analizar su falsa sonrisa o aquellos castaños y depredadores ojos.

"¿Gracias?" Susurró aceptando y sentándose de una buena vez.

Kageyama quiere un vaso de leche.

"Pareces algo disperso, querido Tobio." Aquella sonrisa volvió a bailar en los labios del castaño, Kageyama nunca logrará descifrarla.

El azabache se encogió de hombros "Quizás, desconcertado sea la palabra, no veo porque alguien como usted me buscaría, teniendo en cuenta que dejo bastante en claro que me odia."

Kageyama pudo ver una mueca de sorpresa por parte del castaño, sin embargo esta fue reemplazada por un ceño fruncido, dió un chasqueó con la lengua para luego volver a esa mirada depredadora que lo caracterizaba.

"Lo lamento," una voz femenina les interrumpió, una linda chica les miraba avergonzada, más bien miraba a Oikawa "vengo a por sus órdenes." La expresión de Oikawa se volvió falsamente brillante en segundos.

"Hola preciosa, cappuccino y pan de leche suena bien para mi." Sonrió coqueto el castaño, Kageyama casi puede ver a la chica levitar.

"Quiero un vaso de leche y una rebanada de pastel de leche, por favor." La chica anotó en su libreta sin siquiera mirarlo.

"¡Oh Iwa-Chan, por aquí!" Oikawa se levantó levemente de su asiento para saludar.

"¿También ordenará?" La chica preguntó aún sonrojada con la aparición de otro chico guapo.

¿Iwaizumi-San?

"Lo que sea que esté idiota haya pedido esta bien para mi, gracias." La chica asintió dando una leve reverencia y se fue con piernas temblorosas.

"Iwaa-Chan que cruel eres." Kageyama vió al castaño hacer pucheros.

"Cállate y siéntate." Demando iwaizumi, Oikawa suspiró volviendo a su asiento, iwaizumi tomando el asiento a su derecha.

Intermediario [IwaKageOi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora