Manejando por las oscuras calles debido a la hora que era, desafortunadamente era un mal día, no hubo mucho pasaje. Estaba a punto de regresar sin dinero a mí hogar hasta que me encontré con un joven chico de no más de 27 años.El joven me estaba levantando la mano para que yo parara, se veía molesto y su mirada no era dirijida a mí, era hacía el suelo.
Frené, paré el auto justo al lado de aquel chico, un joven que le calculo de estatura un metro y setenta, su cabello era de color rubio rojizo y llevaba una ropa muy singular ya que consistía en unos shorts negros, una chaqueta de lentejuelas y una playera roja. Nada raro si no fuera por las lentejuelas ya que brillaban mucho, pero bueno.
Ni que yo fuera crítico de moda.
—¿Vas a querer que te lleve a un lado?— Pregunté algo obvio, viéndome como un tarado, él solo me miró fijamente y volteó al asiento para subir.
—Ah, espera, tiene seguro— De inmediato me apresuré a quitarle el seguro, hoy en día no puedes ir con la puerta sin seguro, los asaltos están muy fuertes y me cuesta mucho el dinero como para que un tarado me lo robe.
El chico se quedó quieto unos segundos, parecía pensando, al corto lapso de 5 segundos se metió al taxi.
—¿A dónde quieres que te lleve?— Miré por el retrovisor para mirarlo a la cara, sin querer mis ojos se deslizaron hacia abajo mirando su piel libre, de inmediato los subí notando que el me miraba también, no quiero parecer mirón, solo me preguntaba si él tendría frío por esos shorts.
—hmm, al bar de— El chico me dió una dirección, un poco lejos pero ahí voy.
El viaje estaba muy silencioso, ninguno de los dos hablaba, cada uno pensaba en diferentes cosas.
Yo fijándome en el camino me preguntaba que le habría pasado al chico, se le veía molesto y era imposible no notar ciertas lágrimas secas en sus ojos.—Me llamo Tord ¿Y tú?—
Yo solamente me sorprendí, no esperaba que él me hablara.
Lo miré y él me miraba también.—Tom, mucho gusto— No podía apretar su mano ya que estaba manejando, pero intente ser lo más cordial posible con mi pasajero.
—Que casualidad que nuestros nombres empiecen con 'T'—
No sabría si él de verdad quería iniciar una conversación, me parecía extraño, pero como taxista ya estoy más que acostumbrado...
—Jeje, sí —
Justo en ese momento lo ví sacando un cigarro, pero también buscaba otra cosa que se ve no encontró.
—Ugh, lo que me faltaba..— Se veía aún más molesto y parecería que pronto explotaría de enojo.
Hasta que mi cerebro despertó, fuego, obviamente no tiene un encendedor.Rápidamente, con ímpetu agarré el encendedor del pequeño cajón del auto, sacando de el un extravagante encendedor, con un color amarillo chillón y detalles color naranja.
Era un regalo de mi esposa.
Apresurado le dí el encendedor en su mano, al pasarle el encendedor nuestras manos se tocaron por un lapso corto de tiempo.Esto era irresponsable, estaba manejando con una mano y podría ser peligroso, pero no era por eso que estaba nervioso sino que por el tiempo en el que nuestras manos se tocaron, tan corto y muy suave el toque no pude evitar estar nervioso.
—Gracias— Agradeció Tord, si lo pienso, su nombre era algo singular, nunca había escuchado un nombre igual.
—¿Puedes abrir las ventanas? No quiero llenar de humo aquí dentro.—
Nunca pensé en eso, desde hace mucho odio el olor al tabaco pero lo había olvidado.
Ese olor llenaría mi auto..
Rápido abrí la ventanas y él se puso a fumar viendo por la ventana, el humo que lograba salir rápido se iba por el movimiento de mi vehículo.—¿Qué le sucedió? Se ve triste—
—Um, nada fuera de lo normal, he descubierto que mi esposo me ha engañado. El muy Imbécil pensaba que no lo descubriría pero aquí me ves, yendo hacia donde él está para comprobarlo—
Obviamente se veía molesto, casí podría ver qué estaba a punto de destrozar el cigarro. Quise apoyarlo pero nunca fuí bueno para preguntar, simplemente pude decir:
—No caiga usted por amores, debe de levantarse.— Y seguí — Cuenta con un servidor si lo que quiere es vengarse—
Tord me miró, y sus ojos se suavizaron al formar una sonrisa, Yo solo me quedé anonadado.
Cerca del camino al bar es donde se veían muchas personas, el bar se encontraba en una de las partes más adineradas que he conocido, dónde los precios iban más de $1500 pesos una botella.
—Aquí ¿Le importaría esperarme? No me tardaré— Él salió del taxi hacia adentro del bar, él no mintió y llegó en menos de 30 minutos, se veía más calmado y menos furioso.
Se metió al taxi y me miró.
—No estaba aquí— Y soltó un suspiro
—¿Puedo preguntar algo?
—Claro
—¿Porqué querrías ver cómo te engaña?
—Quise asegurarme, hace un par de días alguien vino a mi casa contándome todo y yo quería ver si era verdad, hoy no lo ví, pero estoy seguro de que de verdad me engaña aunque no lo quiera creer..
—Oh...¿Mañana también vendrás?
—Si ¿Puedes recogerme en el mismo lugar donde paré el taxi?
—Claro, ¿A dónde te llevo ahora?
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El taxista/Tomtord.
FanfictionPasando con su taxi el largo camino de la vida, Tom se cruzó con alguien que cambiaría el rumbo de su viaje. Historia en la que Tom es un taxista y Tord es su pasajero. ------------------- IMAGEN HECHA POR MÍ. Historia Tomtord, no Tordtom. Inspirada...