El taxista/Tomtord.

Capitulo 2.

—Hola mi amor— Dijo aquel hombre entrado en aquella gran y lujosa casa.

—...— Tord no contestaba, seguía pensando en lo que dijo aquella persona, era una joven mujer, de cabello negro, hermosos ojos azules y piel blanca cuan porcelana.

No pudo evitar sentirse inseguro de si mismo.

—¿Qué sucede? ¿Estás bien?— Preguntó el hombre, acercándose preocupado.

Cuando ambos quedaron frente a frente, Tord levantó la mirada y lo observó fijamente.

—¿Me puedes decir la verdad?—

—¿Cuál verdad?—El sujeto se empezaba a poner nervioso, algo no cuadraba y temía ser descubierto por su esposo.

—¿Me estás engañando?— El tipo abrió los ojos sorprendido ¿Cómo se enteró?
¿Cómo haría que le creyera? Tord solo lo miraba en silencio, deseando que sea mentira, que aquel tipo con quien dormía no lo había engañado.

No quería que le mintiera, pero al menos quería escuchar una pequeña mentira piadosa que lo ayude a aliviar un poco.

—¡No! ¡Claro que no!—

Tord no tenía las pruebas suficientes, solo que su esposo siempre venía hasta la madrugada y el testimonio de aquella mujer ¿Era prueba suficiente?

—Oh...— No lo sabía, pero lo que si sabía era que le dolía.

{...}

—Ya llegué— Tom se empezó a quitar el uniforme, por lo visto su mujer estaba dormida.

La casa estaba silenciosa ¿Cuando fue la última vez que ambos se la pasaron bien juntos? Hace tanto que no se hablaban, ni siquiera se tocaban.

Su mente empezó a divagar y recordó a aquel chico que hoy le llamó la atención, no iba a mentir que era lindo, y ahora que recordaba, él le había pedido que lo buscará mañana. Eso lo emocionaba, era muy interesante y no se lo quería perder.

El estómago le gruño, y cuando el estómago le empezó a doler, él recordó que no comió desde la tarde.

Agarró huevos y se hizo de comer.

—Ya veremos qué pasa después—

{...}

2:00 p.m

Marcó mi reloj, ya me había alistado para empezar a trabajar. Justo cuando iba a subirme al taxi veo a mi esposa, se veía que no ha dormido...Se veía muy cansada y con ojeras.

Me dirigí hacía ella e intenté besarla.

—Ahora no..— Dijo ella con su mano en mi cara apartandome.

Decidí quitarme.

—Bueno, iré a trabajar, creo que vendré..—

—Lo sé, de nuevo hasta la noche— Interrumpió la mujer, cruzada de brazos y obviamente fastidiada.

Y así es como me fuí a trabajar.

{...}

El día ha sido muy cansado, me la pasé de vuelta en vuelta pero conseguí dinero.
Rápido, recordé que tenía que recojer a Tord, manejé hasta su casa y ahí en la banqueta el estaba sentado mirando su celular.

Él alzó la mirada, cuando me observó, sonrió y me saludó con su mano derecha. Se levantó y abrió la puerta trasera del auto.

—Hola Tom— Dijo entusiasmado y un poco nervioso.

—Jeje, hola— Arranqué mi auto listo para ir al mismo bar donde fuimos ayer.

—¿Cómo te fue?—

—Supongo que bien, pero creo que me mintió...—

—¿Realmente estás seguro de que te engaña?—

—...No, por eso estoy "investigando"— hizo señas con los dedos.

Estuvimos platicando para conocernos.

—¿Que te gusta hacer en tu tiempo libre?— me preguntó.

—Estar en mi casa con mi esposa, realmente siento que no le tomo atención últimamente.

—Oh

Con la conversación aprendí sobre él, le gustaba leer, le gustaba coleccionar armas y practicar disparo e incluso le gustaba construir robots y cosas de tecnología.

Personalmente fue muy interesante para mí.

Llegamos al bar, y ahí pude ver a un hombre alto abrazando y besando a una muchacha, creo que es de clase sencilla, lo creo por como va vestida.

—Si es él...— Tord miró al hombre desde detrás de la ventana, no pude evitar notar como empezó a lagrimear.

—¿Estas seguro que es él?— Pregunté preocupado, mirándolo desde el asiento conductor.

—... Sí, ese tatuaje en el cuello...Tiene la misma ropa e incluso el reloj que le regalé..— Me miró y se secó las lágrimas.

—oh...— Solo pude decir.

—Pero...Al menos ya sé que ese imbécil me está engañando, ese es el lado bueno jajaja...— Sonrió torpemente.

— Entonces...¿Nos vamos?—

—¡Claro! Te invito bebida allá— Me sonrió y le sonreí, captando el mensaje.

—Claro.