𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝖙𝖗𝖊𝖘

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Atenea Collins

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Atenea Collins

- ¿Qué haces aquí? –pregunto el chico frente a mí-. Creí que te habías ido.

-Sí, me fui, pero...-otra voz me interrumpió.

-Atenea, llegaste –Apolo apareció detrás de su hermano-. ¿Ares, no tenías algo súper importante por hacer?

-Sí, adiós –me dio una última mirada y se fue, dejándonos a Apolo y a mí a solas.

-Acompáñame –dijo y comenzó a subir las escaleras.

Apolo, si se lo propone, puede llegar a ser tan intimidante como sus hermanos, aunque por lo general es muy dulce y tierno, y siempre está sonriendo.

Subí tras él, con la cabeza abajo y maldiciendo en mi mente por el dolor que sentía en las piernas.

- ¿Estas bien? –pregunto una vez que entramos a su habitación y cerró la puerta.

-Sí, ¿Por qué preguntas? –dije en tono agudo por el dolor.

-No estás bien, siéntate –señalo su cama y me senté-. ¿Te duele?

-Si...-se quedó en silencio tras mi respuesta, yo no era capaz de mirarlo, solo escuche como abrió la puerta y sus pasos saliendo de la habitación.

Apolo Hidalgo

Salgo de mi habitación y busco a Claudia para pedirle una pastilla para Atenea.

El idiota de Ares no pudo ser cuidadoso ni cuando sabía que era su primera vez.

Una vez Claudia me pasa las pastillas y un vaso de agua, vuelvo a subir a mi habitación, en donde encuentro a Atenea en el mismo lugar que antes.

-Te traje una pastilla –digo y ella me mira rápido para volver su vista al piso.

-Gracias...-susurra y yo le paso la pastilla y el vaso con agua.

Ya ni siquiera quiere verme a la cara.

Gracias Ares.

-Oye –trate de hablar, pero no me dejo.

-Lo siento –dijo y lo mire confundido.

¿Por qué se disculpa?

- ¿Por qué te disculpas? –pregunte.

-Por lo que paso con Ares –dijo en un susurro.

Me acerque más a ella y tome su mentón haciendo que me mirara por un segundo, pero volteo la mirada.

-No, mírame –dije y ella obedeció-. No tienes por qué disculparte.

-Pero yo...-la interrumpí.

-Tú no tienes la culpa de lo que paso, Ares rompió el código –dije.

- ¿The bro code? –pregunta ella confundida y yo asiento-. Pero el habría roto el código si yo...-se detuvo porque pareció entender lo que había dicho-. Oh...

-No, no, no –niego rápido-. No es lo que crees.

-Apolo...

-No, escucha, no me gustas, nunca me gustaste y nunca me gustaras –digo fuerte y ella se aleja de mi bruscamente, noto en su mirada un destello de ¿decepción?

Se levanta y camina hacia la puerta con cierta rareza pues sus piernas le siguen doliendo.

-Atenea, yo...-trato de hablar para que no se valla, pero me interrumpe.

-No, ya escuché suficiente –dijo antes de salir de mi habitación.

- ¡Demonios!

Atenea Collins

No me gustas, nunca me gustaste, y nunca me gustaras.

Las palabras de Apolo verdaderamente me afectaron. Es decir, sé que Apolo no me gusta, o tal vez solo un poco.

Pero sé que pudimos habernos dado una oportunidad juntos, sé que él siempre me vio como una amiga, pero una parte de mi pensó que tal vez, solo tal vez, yo tenía una oportunidad con él.

Ahora veo que solo eran tontas ilusiones mías.

Si antes no quería verlo por lo que paso con su hermano, ahora menos.













Algo corto, lo se pero lo hice a lo rápido, 
v

oten <3


~♡︎⛓️💙

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el ex ligue de mi hermano, apolo hidalgo¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora