Capítulo 2 Todo por una taza de azúcar

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Joder no lo podía sacar de mi mente aquella imagen, nuestros labios fusionándose .Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo ¿cómo podía sentir esto por un desconocido?


Al llegar a mi casa tuve que soportar las burlas de mi odioso hermano a él le divertía verme de aquella forma tan... miserable, claro además de que tenía la pijama puesta , él tan sólo tenía 6 años mi madre me mataría si le hago algo a "su pequeño" . Subí las escaleras de prisa al entrar en mi habitación lo primero que hice fue comenzar a leer.


Perdí la noción del tiempo , al alzar la vista hacia la ventana me encontré con un atardecer lo único que escuche fue la voz de mi madre


-Juli, voy con Natalie me llevo a tu hermano.-Natalie era su amiga desde que llegó a San Angelo

-Sí , madre


Me sumergí de nuevo en el libro y fui interrumpida de nuevo por el timbre seguro era mi madre siempre olvidando sus llaves, abrí la puerta sin siquiera pensarlo y no pude disimular mi cara de asombro al verlo parado justo frente a mi a sólo centímetros


-¿qué coño haces aquí?.- trate de ocultar mi nerviosismo pero me fue imposible

-¿acaso no ves la taza en mis manos?.- no la había notado hasta ese momento

-te repito ¿qué coño quieres?.- pusó los ojos en blanco

-quiero una taza de azúcar si no es tanta molestia su majestad.- dijo burlándose ...gilipollas

-sólo eso me faltaba un estúpido en mi casa.- y entró sin decir palabra alguna dejando la taza en mi mano

-Lamento lo de esta mañana no fue mi intención.- sonaba realmente arrepentido pero yo no me tragaba su mentira

-¿Y ahora estas arrepentido? ten aquí esta tu azúcar.- su mano rozo la mía al darle la taza y algo dentro de mi vientre comenzó a moverse

-gracias y quiero decirte que no me arrepiento de nada sólo de haber sido un idiota.- dios él admitía su error

-debes marcharte seguro en tu casa necesitan esa azúcar.- soné tan estúpida y él salió por la puerta cabizbajo


Me quede inmóvil frente a la puerta pensando en cuán bello era y que tuve la oportunidad de besarle... de nuevo pero mi estúpido orgullo no me dejo hacerlo ni siquiera pregunté su nombre y tampoco él se molestó en preguntar el mío y entonces le vi entrar en la casa frente a la mía joder eramos vecinos


Subí a mi habitación recordando su voz, su olor no se que me pasaba ni qué coño había sido ese revoltijo en mi vientre que sentí al verlo fue una sensación como cuando subes a una montaña rusa ,fue algo que jamás había sentido seguro eran esas lombrices intestinales ¿que otra cosa podría ser?


La excepción del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora