🍷 Ni los dioses serían capaces de perdonar el pecado que estaban cometiendo, pero poco les importaba, huirían lejos de aquellas tierras que ahora se les prohibían con el único objetivo de poder vivir su amorío como les placiera.
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✑ [KxH...
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🍷- ¡Tira, coño, tira! - Exclamó alarmado y de forma entrecortada, sus piernas querían flaquear pero en ese momento no podía darse el lujo de tomar un descanso, ya descansaría cuando estuviera fuera de las fronteras de aquel pueblo.
- ¡Oye, que yo también estoy siendo perseguido! - Se quejó, también exhausto por la excesiva actividad física, aquella persecución les estaba matando las piernas, sin embargo el sobre esfuerzo en sus cuerpos valdría la pena. Todo el sacrificio valdría la pena.
Los elegantes zapatos y la apertura de sus pantalones de traje se manchaban de lodo cada vez que daban otro paso, a la vez que sus camisas y corbatas se empapaban de sudor al igual que sus cabellos. Cuando tenían que cumplir con misiones que se les encomendaban era obvio que tenían que ejercer mayor cantidad de esfuerzo físico, mas aquello no se comparaba a la carrera en la que estaban en esos momentos, o bueno un poco sí, después de todo sus vidas estaban corriendo peligro en aquel instante y sus compañeros tampoco estaban para defenderlos; ellos mismos les prohibieron que intervinieran de alguna manera en su escape.
El terreno se hacía más largo a cada paso que daban, llevando a una mayor fatiga en los cuerpos de ambos, sumado a los rayos que caían a sus espaldas con el objetivo de rostizarlos, todo solo era parte de la ecuación que su pecado había creado. Sin embargo nada haría que sus manos se soltaran, ni el relámpago más estruendoso, ni el barranco más extenso ocasionaría que sus manos fueran separadas.
- ¡Chúpenme los huevos! ¡Chúpenme todo lo que tengo aquí colgando! - Su mano libre se levantó, dejando a relucir su dedo del medio que iba dirigido hacia atrás, aunque rápidamente le tuvo que bajar aquella obscena seña ya que una flecha casi atraviesa su extremidad - Agh, coño.
- ¡¿Estás tonto, Auron?! ¡Que tenemos una armada de soldados detrás nuestro! - Reprendió molesto el más alto, acelerando más el paso ya que la pequeña falta de respeto de su compañero hizo que renderizaran un poco el paso - También estoy hasta cojones de estos tíos, pero que aún debemos salir de Karmaland.
- Venga ya, Luzu, que no voy a perder la oportunidad de mandar por culo a estos gilipollas - Su agarre a la mano ajena aumentó, había sacado fuerzas de quién sabe dónde para correr más rápido y llevar casi arrastrando al otro.
Un bache en el suelo hizo que la pierna izquierda del castaño flaqueara, casi cayendo al suelo de no ser por el pelinegro que sostenía con fuerza, quien preocupado miró al mayor. Mierda, se había torcido el tobillo.
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