C16: Reuniones Y Reencuentros

60 8 3
                                    

Narradora~

Era de noche, la luna brillaba como una enorme esfera en medio de una película.

Era de noche, el viento acompañaba el canto de los grillos con sus serpenteantes sonidos.

Era de noche, y allí estaba, allí se encontraba un joven con la cabeza en otra parte.

Dentro de su hogar, el joven seguía pendiente a sus pensamientos. No podía creer lo que le estaba pasando.

Aquellas palabras le llegaron al corazón. No le hirieron, pero le dejó un mal sabor en la boca. Sentía que esa frase iba a ser utilizada de nuevo por la misma persona.

"Tus ojos ya no brillan..."

Era claramente una metáfora. Era indirecto, pero el mensaje era tan claro que te daba esa sensación extraña pero incómoda. Era como si caminarás por encima de miles de agujas descalzo.

"¿A qué te refieres?..."

"Sabes a lo que me refiero, Eriol"

El aire estaba fresco y no sé sabía si iba a llover. Allí se encontraba el joven Hiiragizawa, inundado y perdido en su mente. Sin embargo, los pensamientos del peliazul fueron interrumpidos por el tintineo del móvil.

Es Mizuki Kaho.

Línea Telefónica~

~...¿Diga?~

~...Eriol...soy yo~

~¿Kaho...cómo conseguiste mi número?~

~...eso no importa ahora...¿Tienes un minuto libre?~

~Sí~

~¿Podríamos vernos...?~

~...¿Ahora?~

~Sí, ¿Puede ser?~

~...Está bien~

~Te veo al frente del museo, tengo que decirte algo importante~

~...~

Llamada Finalizada~

"¿Tiene algo que decirme?" Se preguntaba el peliazul mientras se dirigía hacia la salida. No sin antes cerrar la cremallera de su campera de algodón negra, alistar su calzado y adornar su cuello con la calidez de la bufanda morada; complementada con el gorro en su cabeza.

Sin más, salió de aquel hogareño departamento para dirigirse hacia el lugar acordado para el encuentro.

En el camino, visualizaba con atención lo bello que se veía aquel lugar ya en la noche. Se escuchaban como ecos las voces de niños reclamando; y los adultos cumpliendo sus caprichos.

El joven Hiiragizawa se preguntaba, "¿En qué momento dejé de ser ese niño?" "¿Por qué el tiempo es tan cruel?" Parece absurdo y ridículo. Pero lo crean o no, queridos lectores, esa es la cruda realidad.

Al fin de cuentas, cada uno de nuestros queridos amigos crecieron:

La tímida y avergonzada Sakura fue reemplazada por una más expresiva y decidida. Aunque su terquedad sigue intacta.

Li Shaoran, aquel chico reservado ya se abrió más con las personas de su alrededor.

La chica que soñaba con crear nuevos diseños iba creciendo cada vez más, sueño de quién es dueña Daidouji Tomoyo.

Mi Querida Mejor Amiga [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora