Donde el diablo se va, el problema sigue, eso es lo que sucede con Solhwi. Hace un año, su amada amiga falleció culpable de haber huido de Corea del Sur arruinando todo aquí. su amistad, la vida amorosa. La familia de Han Solhwi es rica, pero ella n...
»Where one day stood angels now stands the devil himself«
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-Donde un día estaban los ángeles, ahora está el diablo mismo-
Mientras los tacones rojos golpeaban con la lluvia, una joven adolescente se quedó allí empapada por la lluvia. Ella acababa de regresar de América porque su madre estaba enferma. Aunque las heridas de la muerte de su mejor amigo aún estaban frescas, no podía desobedecer a su querida madre.
Todos notaron un cambio masivo en su comportamiento después de su muerte. Se encerraba en su dormitorio durante horas. Los sonidos de lloriqueos eran comunes en su hogar después de su muerte. Poco a poco se estaba perdiendo a sí misma en los demonios de la vida. Donde un día estaban los ángeles, ahora estaba el diablo mismo.
Ha intentado suicidarse tantas veces, pero un día fue diferente.
Ella estaba parada allí con un pequeño vestido negro y su cabello bellamente elaborado. Y ese fue el día en que alguien la vio por última vez, abandonó a todos en el camino.
La última vez que tenía una rosa negra en una tumba. Ella se estaba volviendo loca lentamente.
En el fondo ella también sabía esto, todo lo que quería era un feliz para siempre, en lugar de eso, se encontró ahogada en penas y secretos. Perdió a su amante, su vida, sus amigos. Ella era como un cadáver viviente, sus ojos sin vida se derraman en el alma de la persona que ama. Mientras sacaba otra rosa negra poniéndola en la tumba y lentamente sin darse cuenta, las lágrimas corrían por el rostro de la única, Han Solhwi.
Odiaba los sollozos o incluso una pequeña lágrima se deslizaba por su ojo, solo sabía cómo dar una dura pelea y no hacer escena. Y se sentó en el banco cercano y comenzó a hablarle a la tumba frente a ella. Poco a poco, adormilada, se levantó y echó un último vistazo a la tumba de su amado amigo.
Para el momento, ella estaba cerca de su casa, vio una bicicleta que pasaba zumbando junto a ella gritando: "Oye, ¿no puedes ver y conducir, idiota?" El tiempo no lo iba a dejar pasar. Y corrió un poco más para ver que el motociclista que acababa de hacer eso no era mas ni nada menos que...
