Deseo 9

57 12 1
                                    

El doctor Seok jin hablo conmigo hace unos días, me conto lo de la operación, es riesgosa y sinceramente no quiero que te la hagas, pero te conozco, siempre haces lo que quieres. Y yo no soy nadie para imponerte o negarte algo que quieres, aunque eso me mate con tu decisión.

Hoy no estarás durante toda la mañana en la habitación del hospital, tienen que hacerte muchos exámenes y chequeos antes de hacer algo que puede empeorar tu tumor cerebral. Y aunque me duele por todo lo que pasas, seré fuerte por ti, seré fuerte para que no tengas miedo, seré fuerte solo y para ti... porque sin ti ya no tengo de donde sacar mi fortaleza. Yo no tengo fuerza para mí, tú eres la fortaleza que me tiene aun de pie.

Taehyung me acompañó a comprar muchas flores de todos los colores, globos gigantes de corazones, muchas donas de chocolate y ropita para Brinco, quiero sorprenderte, aunque debas estar encerrado en esa habitación. Eso no me detendrá para alegrarte un poco más.

Llegando al hospital, enfermeras me ayudaron a llevar todo a tu habitación y sí, hable con los jefes del hospital para poder sorprenderte. Taehyung y yo trabajamos durante toda la mañana arreglando y decorando la habitación, te juro que quedaras sorprendido por esto, mi amor.

Unas horas más tarde Tae se va a su casa a cuidar a Brinco, sí, Tae cuidara a nuestro pequeño conejito para que yo pueda cuidarte a ti.

Algo ansioso me puse revisar toda la habitación, miré que todo estuviera en su lugar. Soy algo meticuloso con estas cosas, quiero que todo este perfecto.

Pasa una hora más y ya me estoy aburriendo, ¿Por qué no llegas? ¿Y si te paso algo? ¿Por qué nadie viene a decirme que pasa? Desesperado me levanto de la camilla y salgo de la habitación, joder, me falta el aire... Mi pecho se siente apretado.

-¡Jungkookie! -Escucho a lo lejos y logro ver como una enfermera te trae en una silla de ruedas.

Corro a tu encuentro y me arrodillo frente a ti, te beso sin soltar tus suaves mejillas. Doy muchos piquitos en tus labios y ríes, realmente te amo. Suspiro y te abrazo. Amo el aroma de tu piel, cada vez que estoy contigo mi corazón logra relajarse.

- ¿Paso algo, Kookie?. -Me miras preocupado acariciando mi cabeza, niego moviéndola.

-No pasa nada, cariño. Solo quería verte. -Y es verdad, solo que me asusta no poder estar a tu lado cada segundo. Temo perderte.

-Yo igual quería verte, Kookie. -Ries y le indico a la enfermera que yo te llevaré a la habitación, esta sonríe y se retira.

Comienzo a llevar la silla de ruedas por el pasillo escuchando tus risas cuando corro por este al ver que no hay gente.

- ¡Jungkook! ¡Me voy a caer, tonto! -Gritas riendo.

Sin dejar de reír te pongo frente a la puerta, me agacho a tu altura y beso tus labios suavemente, extrañe tu sabor durante todo el día...

-Entremos, Jungkookie... -susurras entre el beso, muerdo tu labio robándote un jadeo, sonrío burlón mirando tu sonrojo.

- ¿Para qué quieres entrar tan deprisa, pequeño pervertido? -Digo y chillas sonrojándote.

- ¡No es para eso, Jungkookie! -Te tapas el rostro sonrojado y río por lo divertida de la situación.

-Lo sé, mi amor. -Beso tu frente. - Cierra tus ojitos, te tengo una sorpresa.

Confundido cierras los ojos y abro la puerta, te dejo en medio de la habitación y cierro la puerta tras de mí.

-Abre los ojos, cariño.

Y cuando lo haces parpadeas sorprendido, tus pequeños ojitos se iluminan mientras una bella sonrisa se asoma en tu rostro.

- ¡Es precioso, Jungkookie! -Tapas tu boca y sueltas un pequeño sollozo.

Te ayudo a levantarte de la silla y te abrazo fuertemente contra mi pecho. No sabes cuanto te amo, mi amor.

-Quería hacer algo pequeño, para que no te sientas tan triste en este lugar –Digo tan bajito contra tu cabello que dudo que me hayas escuchado.

-Te amo –Sollozas sin soltarme y sin querer mis lagrimas van rodando por mis mejillas hasta perderse en tu cabello.

-Yo igual te amo, cariño. -Digo mordiendo mi labio para retener un sollozo.

Y así nos quedamos, dos enamorados abrazados con una grieta en nuestros corazones, porque el destino es incierto y ambos lo sabíamos.

Cumplí tu noveno deseo, mi amor. Y sinceramente ya no quiero cumplir el último.

9. Deseo que mi habitación de hospital este llena de hermosas decoraciones, así ya no me sentiré tan triste cuando este solo en ella. 

°

°

°

°

°

°

°

°

°

¡Hola! Ya se va acercando el final de esta bella historia, ¿Qué creen que suceda?👀

Recuerden comentar y votar para seguir motivándome a escribirles y traerles lindas historias.💕

Los amo mucho y recuerden que son muy especiales.❤️

❤️

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
10 Deseos «Kookmin»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora