Esta historia tomará lugar después del último capítulo actual del anime.
Melt... mejor dicho Zorra, es tratada con desprecio por gran parte de la persona, por sus mentiras y traiciones. Ella abandono al héroe de lanza y no piensa cambiar su personal...
Para la antigua paladín había pasado varios siglos que su espíritus estuvo encerrado en aquella cueva, pero gracias a la princesa de Melromarc, que había caído a la cueva y se había muerto, ella pudo reclamar aquel cuerpo, y volvió a sentir aquella hermosa sensación de poder tocar la tierra con sus pies, luego salió de aquella prisión y al estar fuera de la cueva, la joven se sintió aún más alegre.
«Al fin puedo sentir el aire de libertad» La joven paladín cerró sus ojos y respiro profundo, y volvió a pensar, «Me disculpo contigo antigua princesa de Melromarc, pero tu eres la culpable de tu destino fatal»
La chica salió de la cueva y se dirigió a un antiguo roble en medio del bosque, el cual ya había muerto hacia décadas o siglos atrás, la joven miró el árbol con cierta pena, en su niñez había escalado las fuertes ramas de aquel árbol. La chica dejó de lamentar el triste destino de aquel recuerdo natural, y comenzó escarbar con sus manos el suelo de aquel árbol, y luego de una media hora, logró encontrar lo que estaba buscado una trampilla de madera.
«Aquí esta», pensó la joven que abrió aquella puerta oculta, y luego observó un antiguo cofre hecho de madera y acero, el cual tenía una cerradura con una extraña forma de mano.
La joven sacó aquel cofre y luego cuando ya lo tenía frente suyo, utilizó su mano izquierda para abrir el baúl, la chica levantó la parte superior de aquella antigua arca, lo dejó a un lado y observó lo que estaba buscando. Adentro del cofre había una armadura que a pesar del tiempo que había pasado sepultada, se veía en muy buen estado, la chica que quito la antigua ropa que llevaba la princesa, y comenzó a ponerse la armadura que utilizaba en tiempos antiguos.
La armadura que llevaba puesta consistía en un yelmo de metal con una visera que le cubría la cara y que traía sobre su cabeza un largo adorno que parecía una cola de color rojo, una sobrevesta de color rojo que terminaba en una falda, esta tenía encima un peto de metal, el cual incluía en ambos brazos unos codales, brazaletes, guanteletes, sobre sus piernas se había puesto unas grabas y unos escapes. La joven paladín tomó su espada la cual se podía utilizar con una mano o dos.
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«ya estoy lista para partir», la chica pensó y bajó su visera y volvió a pensar, «Iré a la ciudad de Melromarc, luego veré que hacer»
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