Capítulo II

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Eran las 8 de la mañana y yo aun seguía llorando por el sueño que tuve con Oscar. ¿Dios porque lo extraño tanto?. Recuerdo que una ocasión mi padre me dijo que cuando uno se enamora lo hace mas allá del cielo y mas allá del infierno, pero juró que esta sensación de vacío y de soledad me va a matar, quizás no ahora, no hoy, pero se que lo hará.
Me levanto para ir a la ducha, siento mi cuerpo pesado, cansado y frío, creo que ya me estoy acostumbrando a esta sensación. Me desvisto y entró a la ducha, dejó que el agua se lleve las lágrimas y los recuerdos, pero sin embargo no puedo, todo me recuerda a él y las lágrimas brotan de mis ojos, lloro y me recargo contra la fría y mojada pared del baño y lentamente ne deslizó hasta quedar sentada en el suelo. No se cuanto tiempo pasa, no se cuanto tiempo lloro, solo se que debo levantarme y salir de la ducha. Cierro la llave y me envuelvo con una toalla, voy rápido al armario y tomó lo primero que encuentro, seco un poco mi cabello y solo me pongo una pequeña diadema color azul. Bajo las escaleras para ir abajo a desayunar, como siempre oigo a mis hermanos repetir las cosas que ven en dora la exploradora, esto me saca un ligera sonrisa, cuando entró a la cocina veo a papá y a mamá hablando, cosa que es rara porque desde su divorcio hace ya varios años ellos no han tenido una buena relación, quizás todo se deba a mi.
-Hola, mi pequeña camila- me dice papá mientras me abrasa.
-Hola, papá- le contesto un poco sin animo, la verdad me siento muy cansada y papá sabe el porque, me dirijo hacia mamá y le doy un suave beso en su mejilla, muestras ella toma mi mano.
-Por lo que veo haz pasado otra mala noche, ¿cierto?- pregunta mamá tan serena como ella puede, tomo una taza de café y me siento cerca de papá, -Es cierto mamá, siento que cada día es peor, siento que jamas voy a superar a que Oscar no este conmigo- mientras digo esto siento como las lágrimas queman detrás de mis ojos, y no quiero llorar, ya no, pero es imposible, lloro, y lloró, y siento a mamá y a papá abrasandome, - Lo extraño tanto, lo necesito, ¿Porque tuvo que morir? ¿Porque?-
-Camila, tranquila, uno nunca sabe porque pasan las cosas, era su destino y tú no podías cambiarlo, nadie podía.- oigo a mamá y en el fondo se que tiene razón, se que tiene toda la razón, yo no podía evitar que el muriera, era su destino y eso me hace pensar porque la vida es tan injusta, porque se lleva a personas buenas y jóvenes, tenía mucho tiempo mas por amarlo, amarlo de la única forma en como podía, de la forma mas loca en la que podía, y se que el me hubiera amado de la misma forma, él es mi primer gran amor, ese el cual pensé que estaría para siempre, ese con el cual idee una vida juntos, con el cual quería ver los amaneceres, los atardeceres, ese con el cual quería vivir esas peleas, esas risas, esas lágrimas, ese con el cual simplemente quería envejecer, y ahora él ya no estaba, y no estaba segura de que iba hacer con todos los pedazos rotos de mi sueño, no sabía que iba hacer de mi, no sabia que haría con mi vida. Me separe de mis padres y tome las llaves del coche - a donde iras camila- oí a papá preguntar, -Sólo iré a distraerme un rato, no se preocupen. Los amo-
No supe si me contestaron, salí rápido de casa y encendí el auto, tome la carretera y me fui alejando poco a poco de casa, ¿a donde me dirigía? Al lugar donde lo conocí. El parque.
Llegue y como de costumbre estaba lleno de niños jugando y riendo, me dirigí hacia unos columpios vacíos, esos en los cuales el me mecía y en los cuales era feliz. Miraba a mi al rededor buscando todos los recuerdos que pudiera encontrar, recordaba como había sido el primer día que lo conocí, el llevaba una camisa blanca, unos jeans de mezclilla y unos converse azul marino, su cabello castaño estaba alborotado y por alguna extraña razón me pareció sexi, yo sólo era una niña que llevaba un suéter azul, unos shorts y una valerinas negras, recuerdo a verlo mirado y a verlo visto sonriendo, pensé que era la sonrisa mas hermosa que mis patéticos ojos habían visto en toda mi vida, el me miro y en instante me sonroje, el lo noto porque sonrió, luego sin mas, se fue. Desde ese día siempre fui a ese parque y el siempre estaba ahí. Los recuerdos me dolían, estar ahí me dolía, pero necesitaba estar ahí, saber que una vez algo de el estuvo ahí. Extrañaba a Oscar tanto que me dolía el hecho de pensar su nombre, él se fue, él esta mejor, pero yo estoy aquí, pérdida, sola, y muerta. No sabía cuanto iba a durar esto y eso me dolía mas, y mi gran pregunta era, ¿Que había después de el?.

Hola mis pequeños grandes lectores, gracias por leer esta novela, espero le este gustando, se que tiene unos pequeños errores pero los iré corrigiendo, gracias por leerla, les mando abrazos de panda, si gustan pueden seguirme en Twitter @ale_Rodriguez05 y decirme que tal les parece la historia. Bueno me despido.

Despues de ti♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora