Capítulo uno

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⚠️AVISO IMPORTANTE⚠️: Aclaro que este fanfic contiene relaciones tóxicas, manipulación, un oc siendo malvado, actualizaciones más lentas que yo en deportes, sangre, violencia y muertes. No me hago responsable de que no hayas leído esto ni lo que te pueda causar, por favor si eres sensible a los temas anteriormente mencionados no leas este fanfic.











MARIONETA;










CUANDO HARRY SE DIÓ CUENTA de que no estaba solo no tenía más cinco años, recuerda crudamente mientras estaba recibiendo una de las palizas de su primo Dudley, quien al parecer había amanecido de mal humor y había decidido pagar su humor con Harry.

No, realmente eso no había ocurrido, ojalá hubiese sido solo eso. Hace una semana a Dudley le habían dado un collar, que, por alguna extraña razón se dejó al frente de la puerta de los Dursley sin alguna nota, en una caja de madera de un color violeta oscuro, dentro de ella posaba un bello collar de oro tejido cuidadosamente, con una piedra preciosa en el centro, parecía jade, según escuchó de Vernon y Petunia, quienes observaron el collar maravillados y asustados. La tía Petunia parecía querer quedárselo para ella, pensó Harry en su momento mientras veía a lo lejos desde la cocina a la familia sentada en el comedor.

Sin embargo y al parecer, a Dudley también le había gustado aquel collar, nada más porque brillaba y después de una hora entera de tan solo llantos por parte del niño decidieron dárselo. Lo que sea para parar los berrinches del mimado de la casa.

Harry había quedado hipnotizado con aquel collar, una voz dulce y cantarina lo llamaba y él un pequeño el cual no había recibido el calor del amor y el afecto de nadie en sus cortos años de vida, ansiaba más de esa sensación desconocida al ser llamado tan afectuosamente por la voz de aquella mujer, que provenía del collar.

Vamos cariño, acércate, toma el collar, es tuyo, solo tuyo, dulces palabras de aquella mujer, eran tal como la miel, otra vez fue llamado cuando se detuvo, sin miedo, acércate, Harry.

Otro paso hacía adelante, miró con cautela a los otros integrantes de la familia quienes parecían haberse olvidado de su existencia, y se levantaron de sus sillas como zombis, Petunia ahora parecía concentrada en planchar las montañas de ropa de Dudley y Vernon, quienes también estaban ocupados, viendo el televisor. Volvió su vista al collar, que parecía ahora brillar ante sus ojos verdes.

Harry, ven conmigo, toma el collar, adelante, la voz pareció endulzar aún más su tono, y el chico no pudo resistirse más, tomó la caja junto al collar, primero yendo hacía la habitación de juguetes de su primo y dejando la caja oculta entre montones de basura. Luego fue hacía la alacena y se encerró allí, en la oscuridad, deslumbrado por brillo de la joya.

Oh pequeño, vamos, no solo mires, es tuyo.

Era tentador, quería colocarse el collar alrededor de su cuello, mas, si lo hacía  tía Petunia se lo quitaría y él no quería eso por nada del mundo. Así que no lo hizo, y guardó con pena el collar en uno de los rincones de su habitación y habló en voz baja.

—Lo siento, pero sería peligroso.— Y con esas palabras la melosa voz dejó de cantar para él.

Aquella mujer no habló durante los siguientes días no importaba cuanto Harry hablase, ella nunca respondía. Sus tíos no parecieron recordar el collar, actuaban como si nada hubiese ocurrido, pero Dudley no, gritaba por el collar, lo acusó de robarlo y aunque estaba en lo correcto no tenía pruebas.

Y eso lo llevó a la situación en la que se encontraba.

—¡Yo se que tú tienes el collar, no mientas!— Decía el niño que tenía la cara tan roja como un tomate, que lo hacía parecer a un cerdo.

—¡No!, no lo tengo— Aulló Harry, mintiendo, mientras era golpeado por el bravucón que tenía por primo.

Apretó el collar fuertemente en su mano, a pesar de los golpes de primo no tenía planeado soltarlo, no, no lo haría.

Harry recordaba haber guardado el collar en algún rincón de la alacena, esperando que aquel valioso objeto tomase confort en la oscuridad. Lamentablemente, un día Harry salió de esta misma, Dudley justo estaba al frente de él, ambos en el mismo pasillo, los ojos de Dudley brillaron como el collar de oro que se encontraba en el piso, Harry bajó sus ojos verdosos y ahí lo vio.

El corazón se le detuvo, el collar estaba allí, en el piso, a plena vista.

Lo único que Harry podía considerar suyo ahora sería arrebatado de sus manos. Con rapidez el flacucho Potter tomó el collar con brusquedad, y lo apretó en su pálida mano.

No podía evitar que los gritos de dolor saliesen de su garganta, tampoco podía evitar los sollozos y lágrimas que escapaban sin cesar, aquello parecía enfurecer más a su primo. Los golpes habían aumentado en fuerza, pues, para su corta edad Dudley era un niño bastante robusto por lo que pesaba un poco de más.

¿Cómo había llegado el collar allí?, lloraba el pequeño niño.

Las preguntas no paraban de hondear por la cabeza del pequeño Harry, quien, cerró sus ojos un momento, por puro reflejo, esperando que el dolor que estaba sintiendo se acabase, suplicando desaparecer por un momento, gritó en su mente con dolor, rogaba por alguien que lo salvase, que lo tomase en sus brazos y lo cuidase.

Quien diría que aquellas suplicas serían escuchadas y que aquel suceso cambiaría su vida, y la del mundo mágico para siempre.





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Pues he visto muchas historias de Tom Riddle estando con Harry desde pequeño y que el Harry se vuelve malo y la wea, entonces dije, ¿Y si hago eso, pero con oc mío?

Y aquí estoy :D

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⏰ Última actualización: Sep 06, 2021 ⏰

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