Te quedaste mirando a ambos chicos quienes también te miraron sin saber que hacer
Sabían que eras rápida así que si corrían no había caso, y no querían lastimarte
-"¿saben que puedo matarlos no?"
Dijiste agarrando la pala y apoyándola en tu hombro
-"escucha, no le diremos a nadie, de cualquier forma no nos meteremos en tus asuntos"
Hablo el chico de cabello bicolor saliendo de detrás del muro
Levantaste la ceja derecha mirando a el de trenzas
-"yo tampoco quiero decir nada, la verdad es que me cautivaste"
Hablo también saliendo de detrás del muro
Los miraste bien y sonreíste
-"son muy hermosos, no habría sido conveniente matarlos, además parecen personas de poder"
Dijiste dejando la pala en el piso y apoyándote en esta
-"gracias por el cumplido, tu también nos pareces hermosa"
Contesto levemente sonrojado el bicolor
-"diganme ¿en qué pandilla están?"
Preguntaste interesada agarrando la pala y dándote la vuelta para seguir tapando el cuerpo del hombre
Ambos chicos se lo tomaron como si ya les tuvieses confianza ya que les diste la espalda
-"en tenjiku"
Contesto el bicolor
-"nunca había oído de esa pandilla, pero vengan a ayudarme a enterrar a este asqueroso y hablare mejor con ustedes"
Dijiste haciendo que ambos chicos se miren
-"¡vamos!"
Dijiste haciendo que los dos den un saltito y vayan a ayudarte
[...]
-"¿como se llaman y cuantos años tienen?"
Cuando terminaron de enterrar al hombre fuiste a su casa para poder hablar en paz
-"yo me llamo Haitani Rindou, tengo 17 años"
Contesto serio
Dirigiste tu mirada al de trenzas
-"me llamo Haitani Ran y tengo 18 años"
Contesto un tanto nervioso ante tu mirada
Sonreíste dejando ver tus afilados colmillos
-"genial, tengo dos hermosos hermanos en mis manos, esto será divertido"
Dijiste haciendo que ambos te miren perdidamente, era como si te comieran con la mirada
-"parece que me comen con la mirada, pero no me disgusta, lo único que deben hacer es seguir lo que yo les diga"
Ambos asintieron sin pensarlo, ya que tenias una mano sosteniendo la barbilla de Ran y la otra sostenía la de Rindou mientras los mirabas
-"bien, quiero unirme a su pandilla, nada personal, solo quiero pelear, es mi éxtasis"
Dijiste mantenido tu afilada sonrisa
-"claro que puedes"
Contesto Ran
-"quiero que sea anónimo, que no sepan que estoy ahí, llámenme cuando haya peleas y los pondré en la cima con mis puños, solo deben verlo"
Tu ego era increíble, sin mencionar tu gran autoestima
-"con lo que vimos en el callejón es más que suficiente, tienes muchísima fuerza y rapidez"
Contesto Rindou dándote un papel para que pongas tu número de teléfono
-"gracias Rin"
El chico sonrió tímidamente acomodando sus lentes mientras se sonrojaba
Ese acto dejó boquiabierto a su hermano mayor, nunca había visto tímido a su hermano
Agarraste el papel y sacaste una lapicera negra de tu bolsillo para poner tu número
-"ya está, ahora solo usenlo para llamarme a peleas y si entramos en más confianza tal vez me los coja"
Ambos chicos se sonrojaron a más no poder
Los miraste sonriendo y saliste de la casa para ir a tu casa
A eso le llamarías un gran fin de semana
-"Rindou... dijo que nos cogeria, ¡tenemos oportunidad Rindou!"
Exclamo Ran agarrando de los hombros a su sonrojado hermano
[...]
-"¿donde estuviste?"
Pregunto tu madre viendo un poco de tierra en la esquina de tu remera
-"es que estuve en la plaza de aquí cerca y cuando me deslize por el tobogán me marché la remera por qué caí"
Contestaste subiendo a tu cuarto
-"¿estas segura de que eso es todo?"
Pregunto tu madre sin estar totalmente convencida
-"¡si mamá, estoy segura!"
Exclamaste cerrando la puerta de tu cuarto y tirándote en la cama
-"aunque no mentía cuando dije que me los cogeria, pero no se si lleguemos a tanto..."
Decias para ti misma abrazando una almohada
-"pero si eran lindos..."
Volvías a decirte apretando la almohada un poco
-"¡ya duérmete calenturienta!"
Escuchaste decir a tu madre pasando por tu cuarto
-"¿¡desde hace cuanto estás ahí?!"
Gritaste exaltada
-"lo suficiente como para hacer escuchado que un par de chicos te parecen lindos"
Dijo asomándose por la puerta
Le lanzaste la almohada que anteriormente estabas abrazando y cerró la puerta antes de que puedas golpearla
-"¡respetame mujer!"
Gritaste tirándote en la cama de nuevo
Y en la posición que habías caído te dormiste
No te había molestado en toda la noche
Pero cuando te levantes tendrías más ganas de matar a alguien de lo normal
