𝐃𝐨 𝐲𝐨𝐮 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐦𝐞 𝐭𝐨𝐨? / Omori

𝐍𝐨... 𝐈'𝐦 𝐬𝐨𝐫𝐫𝐲

Un chico sonriente y enérgico, ese era Kelsey, también conocido como Kel, básicamente un sol de persona cuando se trataba en su personalidad. Su interés aparentemente romántico se había vuelto cada vez más incomprensible para él mismo —Bien era cierto que nunca había pasado por algo como eso y que seguía sin saber lo que realmente sentía—, tanto así que comenzaba a necesitar un consejo, alguien que pudiera darle uno seria Hero, o hasta Basil. Podía admitir que se sentía un poco avergonzado por esto, se sentía estúpido por no entenderse a si mismo. El no dar detalles siempre sería una buena idea y remedio, Basil no sería insistente, estaba bien y comenzaba a pensarselo.

Desde hacía un tiempo no entendía el porqué su corazón latía tan rápido cuando estaba junto a un azabache no muy destacable. Sus manos sudaban con cada acercamiento, siempre quería tenerlo cerca.

Sin embargo, siempre había algo de todo eso que se destacaba encima de tidos esos síntomas.

Simplemente quería verlo feliz, aunque no fuera a su lado

No entendía esas cosas, el porqué de esos sentimientos que eran tan raros para él todavía era desconocido, pero en el fondo de su corazón temía que podría ser amor. Tan cursi, si, definitivamente lo era, ese no era él, sería tan humillante estar enamorado, ¿Verdad?

Suspiró de una manera pesada, una chica de cabellera violeta miraba con confusión a Kel, hasta Basil se había levantado a pasar en rato con sus amigos, solo Hero y Mari se habían quedado en el picnic, en su zona secreta —Aún todo lo ocurrido ahí, Mari comenzaba a superar que Sunny casi se ahogara en ese lugar—, junto a Kel que permanecía sentado mirando a la nada, Hero, su hermano mayor, frunció el ceño mirando a su hermano menor.

— ¿Estará bien todo con él? Se a estado viendo muy.. Distraído. — Habló Mari, se veía bastante preocupada por el castaño de pelo levemente largo. — ¿Tendrá calor? Estamos en medio del verano después de todo, aunque no creo que eso sea muy molesto para él.. — La chica comenzó a hurgar en su cesta de picnic. — ¿No debería estar acostumbrado a el calor?

— Es tan... Raro, es difícil que te ignore cuando hablas de él. — Él también soltó un suspiro pesado. — Tal vez se sienta algo mal o esté cansado. — Estiró su mano para tocar la espalda de su hermano, este solo se giró levemente exaltado, le había sacado de sus pensamientos bastante rápido.

— Oh.. ¿Qué pasa, bro? — Le dedicó una sonrisa, como siempre, alegre.

— ¿Te sientes bien?

Kel denotó confusión ante esa pregunta, ¿Qué le podría hacer pensar eso? La respuesta era obvia, pero él y su pequeño cerebro no llegaban a tanto.

— Claro, ¿Por qué lo preguntas?

— Te ves muy distraído, Kel, ni si quiera has ido a por los demás. — Mari se metió en la conversación con rapidez. — Y no es solo hoy...