CRECIENDO

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Florencia, Italia, 2014.

Amiga:

Me apena mucho que sigas pasando pesadumbres por él, cuando habíamos hablado de que ya no seguirás con esa historia. Me alegro de que hayas tomado la decisión de sacarlo de tu vida, espero que ahora sí sea definitivo. No necesitas más. Acaso no ves todo el amor que te rodea. ¿Por qué no puedes ver lo que otros ven en tu vida?

Mira, ahora lo que ha pasado. Cómo ha estado contigo tu marido, la manera en que te ha cuidado, a todo lo que renuncia por ti. Te adora, eres su reina.

Me parece muy injusto que dejes entrar a alguien más en tu corazón, cuando bien podría estar lleno con todo lo que te da. En verdad, amiga, no te entiendo.

Pero estoy aquí para incondicionalmente. Sé que tomarás la decisión de borrarlo por completo y sé muy bien que lo haces para darle una lección. Quieres parecer más cabrona de lo que realmente eres. Pero ten voluntad, verás que pasarán los días, que no te hablará y que si, bien, no lo olvidarás, dejarás enfriar tu cabeza y lo dejarás ir.

Deséale lo mejor desde donde estés y pídele a Dios por ti, que yo lo haré también.

Querida amiga, quiero verte feliz. Sé feliz. Eres una persona con un corazón enorme, sé que guardas muchos sentimientos en él y que te caben muchos más, pero a éste debes ponerlo en la cabeza y archivarlo.

Chiquitita, no llores más, que las penas vienen, van y desaparecen...

Te adoro, nena.



México, DF, 2014

Amiga:

¿Por qué tenemos prohibido volver a sentir? ¿Por qué se nos juzga, si aceptamos cortesías? Y, peor aún, ¿por qué permitimos que lo que tanto amamos nos vaya degradando? ¿Por qué hemos de permitir que se nos deje de conquistar? ¿Por qué se acaba el romanticismo?

Y es justo en ese momento de vulnerabilidad, cuando aparece el destino o el universo o dios o el diablo, ¡qué sé yo! Y te pone en una situación de la que no quieres irte, pero sabes bien que debes hacerlo, porque no está bien visto, porque está prohibido...

Amiga, no puedo más con este sentimiento, me siento estallar. No sabes el dolor que me causa estar enamorada de alguien a quien no puedo tener y, a la vez, amar tanto a quien está a mi lado, pero temo perder... Él había sido todo en mi vida...









Capítulo 2

CRECIENDO

Ciudad de México, 1998

Hace meses que dejé llorar. Nunca pensé que una persona pudiera derramar tantas lágrimas por alguien. Mi vida se volvió un infierno, no me dejaban salir sola, siempre iba con mi hermana, que recién llegaba de Estados Unidos. Fue muy difícil volver a estudiar, no había colegios en el Distrito Federal que llevaran el mismo sistema de educación del estado de México.

Hasta que te vuelva a verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora