04 ) Última vez.

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Al día siguiente me encaminé como siempre a la cafetería, ya que era mi turno. Iba tan feliz de volver a verle, de volver a reír con él...

Fue entonces cuando escuché aquel sonido de la moto que ya era familiar para mí.
Sin embargo cuando me giré mi sonrisa fue desapareciendo para ser sustituida por una expresión de confusión y tristeza mientras miraba por el escaparate hacia afuera.

Sí, era... él. Con otra chica, sosteniendo su mano, sonriendo y riendo mientras le ayudaba a bajar de la moto.

Fruncí los labios y mis ojos se desviaron.
Ella era bonita, como una muñeca y vestía faldas en lugar de jeans, blusas y sudaderas.

La dejó junto a la puerta y corrió hacia mí, sentándose en su silla. Su sonrisa era cegadora, pero sabía que no era para mí.

Tamborileó un ritmo rápido y feliz en el mostrador.

—¡Esa es ella!— Dijo, susurrando. Como si pudiera haberlo escuchado entre la gente ruidosa y la televisión del local — La chica de la que había estado hablando.

—O-oh— Me atraganté. Le di una sonrisa falsa. —Estoy tan… feliz por ti, Mikey...

Se inclinó sobre la barra de madera y me abrazó.

—Gracias por todo, _____. Eres una gran amiga.

Nos sonreímos el uno al otro, aunque mi sonrisa fue forzada y horriblemente falsa.

Esperó a la chica, la tomó de la mano, salió por la puerta para ambos entre risas volver a subirse a la moto. Y me dejó allí en mi cafetería con la gente.

Esa fue la última vez que lo vi... Cabellos rubios ceniza, ojos brillantes color azabache, y aquella preciosa sonrisa que tanto se había clavado en mi corazón durante aquel tiempo...

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☕ 𝚌𝚘𝚏𝚏𝚎𝚎 ;.   𝚂𝚊𝚗𝚘 𝙼𝚊𝚗𝚓𝚒𝚛𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora