Lovers In The Night ! SKZ : hjs, lmh & ksm.

UNO

Lunes, era un día lunes en el que la luz de los rayos de sol se mostraban por aquella ventana un poco ajena pero también reconocida para el, se dió la medía vuelta para confirmar que aquellos brazos que estaban rodeando su cintura eran de la misma persona que veces anteriores ya lo había tocado, una sonrisa se formó en sus labios al ver al muchacho tan pacífico durmiendo.

—Minho... – Llamó en un tono suave y lleno de paz, tocó su hombro para intentar despertarlo, al principio su misión terminó fallando aunque luego de varios intentos su mayor despertó dándole una mirada curiosa, entones el recién despertado sonrió antes de dejar un tierno beso en los labios del menor.

—Buenos días, Sungie. – Habló algo más consciente y despierto. — Anoche llegaste a casa, tomamos algo y caíste rendido en mi sillón para dormir una siesta, cómo no despertabas más te traje a la cama, ¿tuviste un día muy largo y feo, verdad? – Explicó a la vez que dejaba caricias en el cabello ajeno.

— ¿me dejaste dormir contigo? ¿aún si nosotros no...? – no pudo terminar ya que el otro lo interrumpió. — ¡Obvio! no iba a dejarte ir solo en ese estado. – Contestó. — ¿Felix? – le preguntó el chico en frente suyo, a lo que no dudó en responder. — Habías dicho que no se encontraba estos días, viajó a su ciudad natal. – el menor simplemente asintió.

Luego de aquella pequeña charla mañanera a pedido del mayor se quedaron un rato más acostados, siendo solamente ellos dos acompañados de la compañía y dulce voz del contrario.  Cuando decidieron que era hora de levantarse, ambos tomaron una ducha por separado y Lee le ofreció ropa suya al otro muchacho.

Se encontraban disfrutando de su desayuno, los dos colaboraron en la preparación, exceptuando las facturas que Han insistió en comprar.

— Min, quiero recompensarte el dejarme dormir en tu casa. — Habló el más bajo logrando que el de pelo castaño simplemente negara cómo respuesta. —Sung, eso no es necesario, yo solo lo hice porque.... —

Sin dar tantas vueltas,  Jisung se acercó demasiado al rostro del otro logrando así interrumpir al chico que ahora se encontraba sorprendido por la serranía, no era la primera vez que estaban así de cerca pero si en esa situación, el pelinegro le mostró una muy preciosa sonrisa antes de cortar aquella diminuta distancia entre los dos. A Minho le estaba costando creer que de manera real, el muchacho en frente suyo se encontraba dejándole besos en todo su rostro, estaban muy cerca y sin segundas intenciones, cuando el menor se separó lo miró mientras le regalaba una bella sonrisa.

Después de aquel suceso su mañana transcurrió de manera tranquila y algo rápida en opinión del mayor, antes se irse ambos quedaron en volverse a ver, el dueño de la casa lo había invitado a la joda que estaría organizando uno de sus amigos y éste gustoso acepto.

grande sería su sorpresa cuando su mejor amigo le invite a la miasma fiesta, un punto para el ¿verdad?

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—¡QUE!– Un fuerte grito resonó por toda la habitación, seguro hasta los vecinos lo llegaron a escuchar. El dueño de aquella voz recibió un golpe en su hombro proveniente de su mejor amigo. —No seas idiota, Hannie. Sos un exagerado.– El de cabello castaño rodó los ojos a la vez que se acomodaba en la cama junto a su amigo, abrazó a éste por la cintura y apoyó su cabeza en el hombro ajeno. —Dime que si, hannie, por favor...– rogó junto a un puchero plasmado en sus labios.

El mayor no pudo negarse a dicho acto adorable así que simplemente suspiró. —Dime la razón y voy.– demandó, el otro lo miró confundido. —Si no me dices no te acompaño ¡se que hay algo tras esto! vos no venís nunca a mi casa con tanta confianza, me tratas súper lindo y ¡me pedis ir de joda! esas palabras y Kim Seungmin nunca fueron compatible ¿porqué ahora si? necesito una explicación, esto es tan...—Jisung empezó a hablar rápido junto a un tono de indignación que lo acompañaba, el contrario supo que iba a empezar un drama así que ya rendido dejó un beso en la mejilla del chico a su lado, éste algo sorprendido por el  repentino gesto dejó de hablar y se dió la vuelta, evitando que su acompañante llegue a notar el sonrojo que se le estaba asomando en el rostro.