Los besos- capitulo 10

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Entramos a la cafetería, no fuimos a recoger el almuerzo, fuimos directo a sentarnos en una mesa, solos yo y el.

-Amm no sé cómo empezar, se supone que debemos hacernos preguntas bobas y así –dice Dorian con una súper sonrisa sexy en sus labios –pero en realidad a mí me gusta ir al grano.

-Solo dilo, hazme una pregunta o solo dime lo que sientes.

-la verdad desde que te conocí te me hiciste una persona demasiado hermosa, de tu carácter aun no estoy muy convencido pero eres demasiado hermosa y creo que me estoy enamorando de ti.

Cuando termino de decir eso me quede helada, el, Dorian Salvatore, enamorado de mí, el chico que me caía pésimo el primer día de clases, el creído, como yo le decía, enamorado de mí.

El empieza a acercarse a mí, con la intención de besarme, ya que hay un silencio incomodo, pero yo lo impido.

-Espera, no, no lo hagas por favor –digo mientras lo aparto, empujándolo del pecho con mi mano, y yo volteando mi cara.

-Déjame hacerlo, desde que te conocí, vi tus labios, realmente son irresistibles, quiero morderlos Evelyn…  -dice en un tono de susurro y diciéndomelo muy cercas del oído.

-ammm, yo…. La verdad… no sé qué decirte… -realmente estoy nerviosa, hablo demasiado tartamuda.

-no digas nada, y solo no te muevas…

Se vuelve a acercar a mis labios muy despacio, no le quita la mirada de encima.

Por fin, se escucha el timbre de que el descanso ha terminado, eso significa que tenemos que dirigirnos a nuestra siguiente clase, gracias a otro maravilloso timbre, Dorian no ha logrado besarme.

-debemos irnos Dorian –digo mientras me levanto de la silla.

Cuando voy levantándome, veo a lo lejos que se acercan Sofía y Christopher, ellos me saludan.

-Hola Evelyn, Dorian –dice Sofía con una enorme sonrisa.

-Debemos irnos chicos, no tenemos que llegar tarde –digo, mientras jalo a Sofía del brazo.

Llegamos a la clase de Literatura, todos nosotros tomamos asiento, yo no dejaba de pensar que hace unos instantes, otra vez, Dorian volvería a tratar de besarme, en realidad si me dan ganas de corresponderle el beso pero no puedo, no sé si sea lo correcto, ya que no he besado a nadie, nunca, no se besar, y pienso que si lo hago, lo hare mal.

Pasan las últimas tres clases demasiado lento, pero por fin suena el timbre, es hora de irnos a casa, la escuela por hoy ha terminado.

Todos comienzan a levantarse de sus lugares y a recoger sus cosas, yo hago lo mismo, pero antes decido despedirme de Dorian y decirle que lo veo mañana, así que camino hacia su lugar.

Cuando llego hacia él, de la nada llega una tipa, rubia tenía que ser, de buen cuerpo, se podría decir que es una tipa de las que salen en las revistas para caballeros, se le para enfrente de Dorian y lo besa, lo besa con una intensidad que me lleno de coraje, de furia, estoy demasiado enojada, solo me le quedo mirando y no puedo decir nada, se ve claramente que Dorian le corresponde el beso a esa tipa, o mejor dicho, el creído Salvatore.

Después de estar pegados como un minuto, Dorian se aparta y me ve.

-Evelyn… espera esto no es lo que crees

-Vete a la mierda!! creído Salvatore –digo, recojo mi mochila y salgo a toda prisa del salón de clases.

Salgo demasiado deprisa del salón, no me despido de Sofía ni de Christopher, en realidad no me preocupo por ellos porque sé que se acompañan y estarán mejor por ahora sin mí, estoy demasiado enojada ahorita como para desquitarme con ellos, tengo los ojos llenos de lágrimas, quiero que desaparezcan de mis ojos, pero no puedo, el algo inevitable.

-Evelyn, espera! –me dice Dorian mientras me alcanza y me sostiene del brazo.

-Suéltame idiota, aléjate de mí, no quiero saber de ti –digo con lágrimas en los ojos.

-te juro que no sé porque Stephanie hizo eso

-Pues esa zorra me tiene sin cuidado, tú le correspondiste el beso, crees que no me di cuenta?

-Enserio perdóname, por el momento tu eres la que me interesas.

Cuando termina de hablar, y ninguno de los dos dice nada, decido darle una bofetada, lo hago con tanta fuerza que me arde la mano.

-No te me vuelvas a acercar en tu asquerosa vida, creído Salvatore –digo con un enorme coraje y una rabia que me marcho de ahí.

Salgo de la escuela y veo a lo lejos a Scott que  me espera en el auto, decido esconderme de él, decido irme caminando a casa, y así pensar, y así poder hacer que se me pase poquito el trago amargo del día, mi dia empezo excelente, y se convirtio en un infierno, simplemente hoy no fue mi dia...

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