Capítulo 4: Conoce tus habilidades

24 7 0
                                    


Era muy pronto para cambiar de compañía, así que solo intentaría evitarlo como fuera posible., aunque fuera cobarde... aunque fuera tonto. Debía aguantar dos años más.



En principio no fue tan difícil, quizá hizo el ridículo un par de veces, pero estaba de acuerdo que prefería perder su dignidad a romper más y más su corazón.


Estaba terminando la clase cuando fue emboscado, maldijo internamente, pero acepto enfrentarlo con la cabeza en alto. Cuando la clase termino, el comenzó a guardar sus cosas, fingiendo no ser consiente de la presencia a su espalda.


– ¿Podemos hablar?


El asintió – Seguro ¿Qué necesita, productor Han?


Han le miro con ese gesto adorable y tristón que siempre le hacía sonreír y querer besarle – Te extra...


Cerro de golpe la grabadora y se giro a mirarlo con furia – Ni se te ocurra – le dijo con voz suave pero llena de enfado – ya me destrozaste una vez, y no quiero volver a ver tu cara, ve y cásate con quien se te de la gana, pero a mi déjame fuera de tu mierda egoísta – se acercó a él y le miro, sus dedos quemando por acariciar sus mejillas – yo no cometo el mismo error dos veces Han Jisung, mucho menos caería dos veces en el peor error que cometí en mi vida


Vio lo mucho que le lastimó y su legua quiso rogar perdón, pero su cerebro de nuevo controlo su cuerpo, estaba por salir cuando su voz rota le dijo – Había olvidado lo hiriente y cruel que podías ser – sus manos apretándose en su abdomen.


El giro y le miro con calma – No soy un buen tipo, lo admito – le dijo y soltó una carcajada sardónica – realmente espero que esta vez no lo olvides


– Lo eras, pero supongo que cambiaste – dijo con voz suave, casi dulce.


Él sonrió aún más – Quizá, con quien quiero sigo siendo un buen tipo – dijo con dulce ironía y asintió con despreocupación para luego salir.


Se topo de frente con Lee Felix y ni siguiera le saludo, solo pasó de largo. Ahora sabía cómo había sido encontrado.


>>><<>><<<


Dos semanas más tarde, Christopher estaba recargado en su auto, sonrisa de lado y rostro tranquilo.


– ¿Se te perdió algo?


Chris sonrió aun más – Te invito un trago


El suspiro – Bien, hagamos esto: te dejo en el bar y le dices a tu domador que hablamos


El chico sonrió y negó, suspirando – En realidad, si hay algo que  siempre quise preguntarte


El bufo, pero sonrió – ¿Ah? Bueno, pues suéltalo


Chris le miró profundamente y susurro – ¿Por qué?


Sonrió y miro al techo – Porque lo amaba, mucho – le dijo con suavidad, volviendo a mirarlo – lo ame tanto que no creo que pueda volver a amar a alguien, teníamos algo ¿mágico? – suspiro soltando una suave risa y camino hasta poder recargarse en el auto, a su lado – y entonces me destrozaron sin piedad, sin aviso – dijo, su sonrisa congelándose y perdiendo alegría sus manos jugueteando con el ruedo de su camisa 


>>– un momento creí que nos amábamos con locura, y al otro él estaba pisoteando mis sentimientos – Chris asintió y Minho suspiro – me sentía tan destrozado y, no hago menos la noche que me consolaron, pero... yo no tengo a nadie, ni siquiera Han sabía mucho de mí – parpadeó con fuerza e intento respirar y no hacer caso del dolor – creí que me buscaría, creí... fui un idiota – le dijo con calma – pero esta bien, ambos seguimos adelante y... – Se encogió de hombros. 


Chris le dio una de las sonrisas mas falsas que ha visto – lamento haberte juzgado mal – dijo, sus ojos mostrando la total honestidad en sus palabras.


El negó – no soy un tipo fácil ni encantador – dijo con suavidad y sonriendo de nuevo – pero, no le digas a nadie que en realidad soy un blandengue o te arrepentirás


Chris levanto las manos en son de paz y negó – mi boca esta sellada – Ambos se levantaron y Minho arrojo su bolsa al asiento de atrás luego de abrir la puerta.


– ¿Te dejo en algún lado?


Chris negó y se apartó del camino – Iré a trabajar otro rato – El asintió y se despidió, pero Chris toco su ventana y el la bajo – es bueno verte, por cierto


Sonrió y negó – Vete al diablo – le dijo, saco el auto del cajón y se detuvo – también me alegro de verte – le dijo y ambos sonrieron, despidiéndose.


Quizá no habían sido tan amigos hace tiempo, pero tal vez aun podrían ser amigos.


Publicado: 05.09.21 08.04

Decisiones || MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora